Socialismo o Barbarie, periódico Nº 123, 03/04/08
 

 

 

 

 

 

Nuevo escenario para la lucha de Mafissa

Bajo la crisis política, la lucha obrera arrancó la conciliación obligatoria

Corresponsal

La crisis política que se le abrió al gobierno con el conflicto del campo aceleró la dinámica de la lucha de los obreros de Mafissa, que le arrancaron al Ministerio de Trabajo de la provincia el dictado de una conciliación obligatoria que intima a la patronal a retrotraer la situación al 26 de noviembre. Es decir, a poner en marcha la fábrica con los despedidos y suspendidos adentro, por el lapso en que se extiende la conciliación.

El paso adelante se logró en una jornada en que las mujeres de los trabajadores se encadenaron en la puerta del ministerio mientras un grupo de trabajadores junto al PTS, el MAS y estudiantes de trabajo social cortábamos la calle. El mismo ministerio que ni siquiera se dignaba a enviar un representante para fiscalizar las asambleas en la fábrica cedió a la presión, pateando para más adelante la resolución del conflicto. En la edición del pasado domingo 30 de marzo del diario El Día se grafica al citar fuentes del propio gobierno que admiten que "todos los asuntos institucionales y partidarios han quedado postergados por la crisis desatada por el campo".

Sin embargo, la patronal no dio el brazo a torcer y no acató la conciliación obligatoria. La burocracia de la AOT en una nueva demostración de su carácter abierta y descaradamente patronal siguió adelante con su ataque contra la lucha. A dos días de haberse conseguido la conciliación, salió con bombos y platillos a anunciar que se había removido a los delegados de Mafissa, tras una asamblea sin quórum realizada en su sede central a 70 kilómetros de la fábrica.

Al cierre de esta edición, estaba prevista una audiencia en el marco de la conciliación obligatoria y se realizaba una marcha al Ministerio de Trabajo de los obreros, sus familias y las distintas organizaciones sociales y políticas que apoyamos la lucha exigiendo al gobierno que haga cumplir a Curi la conciliación con todos adentro y que reconozca a la comisión interna como interlocutor de los trabajadores.

Apuntar a la responsabilidad del gobierno

Con el desgaste de más de 4 meses de lucha, la burocracia logró hacer pie en un sector de la base con un discurso (y una práctica) abiertamente pro patronal, planteando que la salida es agachar la cabeza y resignarse a que "contra Curi no se puede", reforzado con el préstamo de las instalaciones del sindicato para que la patronal pagara en dos oportunidades 400 pesos a los suspendidos que "no van a la toma".

Con la toma y las distintas iniciativas para rodearse de solidaridad, los trabajadores en lucha resisten. Nos parece que es la hora de aprovechar la crisis política abierta para ir a fondo: exigirle al gobierno que le haga cumplir a Curi la puesta  ya en marcha de la fábrica. Si no cumple, ir con todo por la provincialización de la fábrica, con el control de los trabajadores. A la propuesta derrotista de la burocracia de "aceptar" los despidos, hay que contraponer la firme decisión de volver a trabajar con todos adentro y con una política clara: que el estado provincial se haga cargo de los reclamos y necesidades de los trabajadores de Mafissa.