Socialismo o Barbarie, periódico Nº 127, 22/05/08
 

 

 

 

 

 

Francia: Al cumplir un año en la presidencia

Trabajadores y estudiantes enfrentan a Sarkozy

Por María Lionza
Desde París,  para Socialismo o Barbarie

Las últimas semanas presenciaron el redoble de las luchas y movilizaciones contra el gobierno de Sarkozy. Y es probable que al editarse este periódico, jueves 22, se esté realizando una nueva huelga del transporte público, lo que en la condiciones francesas implica una paralización casi total de actividades, especialmente en París y las ciudades importantes.

Sarkozy cumple apenas un año en la presidencia –asumió en mayo de 2007– y su “desinfle” ha sido vertiginoso. Pocas veces un “globo” mediático se ha pinchado con tanta rapidez.

Efectivamente, Sarko, en alguna medida, fue producto de una de esas operaciones mediáticas, por las cuales, con los mismos procedimientos con que se hacen famosos a tantos cantantes sin voz y actores sin talento, se puede vender en el mercado electoral a un “salvador de la patria”... o, en este caso, de la République. Así, Sarko fue presentado, simultáneamente, como la reedición de Margaret Thatcher, de Gaulle o Napoleón, según los gustos... Pero, al final, se cumplió el viejo refrán: “la montaña parió un ratón”.

Un año después, Sarko no sólo enfrenta en las encuestas la reprobación de la gran mayoría de la “opinión pública” y un abrumador “voto castigo” en las elecciones municipales de marzo pasado, sino algo mucho más grave: grandes huelgas y movilizaciones de amplios sectores de trabajadores y estudiantes.

Desde hace dos meses, los estudiantes y profesores liceístas (secundarios), especialmente de los liceos más pobres, salieron a luchar.  En mayo, primer aniversario de Sarko en el gobierno, es impresionante la lista de movilizaciones ya realizadas o programadas. 15 de mayo: huelgas generales en la educación nacional y en toda la función pública, con enormes manifestaciones en París y otras ciudades; 16 de mayo: jornada nacional de acción contra los gastos de medicamentos (franchises médicales) que pretende imponer el gobierno; 17 de mayo: gran manifestación contra la ruina de los hospitales en Bretagne; 18 de mayo: manifestación nacional en París en defensa de la educación pública; 20 de mayo: jornada de lucha por el servicio público de salud, convocada por la Coordinación Nacional en defensa de los Hospitales; 22 de mayo: manifestaciones de los retirados (jubilados); 24 de mayo: nuevamente movilizaciones por la escuela pública; 27 de mayo: acción en defensa de la Libreta de Ahorro; 31 de mayo: posible gran meeting en París, a propuesta de Convergencia de Defensa de los Servicios Públicos...

A esto que pasa “por abajo”, se le suman síntomas de crisis “por arriba”: días atrás Sarko perdió una votación en la Asamblea Nacional a pesar de que, en los papeles, cuenta con los dos tercios de los diputados... un preocupante síntoma de desbande de la “mayoría presidencial”...

Sarko parece estar “contra  las cuerdas”. Sin embargo, el knot out no sólo no viene, sino que lo más probable es que se demore sin fecha precisa...  Y lo más grave: las (contra)reformas antiobreras y antipopulares del programa sarkosiano –aunque a los tumbos y “en fetas”– se van poco a poco imponiendo.

La clave de esta contradicción es la de siempre: los trabajadores y los estudiantes franceses pelean con una mano atada a la espalda. Y la principal cadena que los ata, se llama “burocracia sindical”... que a su vez está conectada con los “opositores de izquierda” del actual gobierno “de derecha” (PS, PCF, etc.).

Francia es un país donde la “educación pública” ocupa uno de los puestos más elevados en el santoral popular. Así, los liceístas –profesores, alumnos y también padres– volvieron loco durante más de dos meses a Sarko, con amplio apoyo de la gente. Es que el gobierno de derecha –en el plan de degradar, mercantilizar y privatizar la educación y demás “servicios sociales” y ahorrar gastos al Estado– ha dispuesto que por cada dos empleados o docentes que se jubilen, tomará uno solo. Esto ya ha puesto en crisis total a la escuela pública y otros servicios...

Las movilizaciones en los liceos contra este desastre fueron cada vez mayores y con inmensa simpatía popular... hasta que en vísperas de una gran movilización el 15 de mayo, los dirigentes de uno de los sindicatos de liceístas aparecieron de la mano del ministro de Educación, Xavier Darcos, a anunciar... el fin del movimiento. El “acuerdo” firmado por los burócratas es una basura: ínfimos aumentos de salarios, cuando el problema es la eliminación masiva de puestos de trabajo...

El impresionante calendario de movilizaciones del mes de mayo que antes citamos, tiene también su reverso: la perfidia de los burócratas sindicales reparte a lo largo del mes las medidas de lucha y las movilizaciones. Las separa cuidadosamente unas de otras. Un día salen los retirados (jubilados); otro, los de la salud; otro día los educadores, etc., etc. Los sindicatos aprovechan para desgastar el movimiento con enormes marchas pero sin unificar las luchas.

Como relatamos en artículos anteriores, la consigna más gritada en las manifestaciones francesas suele ser “Tous ensamble!” (“¡Todos juntos!”). Pero en verdad sucede lo contrario: la realidad es “¡todos separados!”... para que Sarko, aunque debilitado, puede derrotarlos uno a uno.

Es que el “Tous ensamble!”, tomado en serio, se llama huelga general. Y a eso los burócratas de todos los colores le tienen miedo pánico.

Por supuesto, muchos activistas se dan cuenta de esto, y durante este primer año de Sarkozy, en varias ocasiones, como en las huelgas del transporte, desbordaron a las podridas direcciones de la CGT, CFDT y FO.

Sin embargo, estos sanos impulsos en la vanguardia no tienen un correlato político de las mismas dimensiones. Los dos principales partidos de “extrema izquierda” –la LCR y FO– siguen más que nunca su línea tradicional de no denunciar ni combatir a los burócratas sindicales, sino darles consejos, y hacerles ruegos y plegarias para que “se unan” y “luchen”.

Así, Rouge (periódico de la LCR ) del 15/05/08, constata consternado que los burócratas liceístas entregaron el movimiento. Pero la conclusión, para seguir adelante, no es llamar al activismo a combatir a muerte, y a desbordar a esos canallas y demás traidores. ¡Nada de eso! Veamos lo que proponen:

“En el 2008, luchas ejemplares están estallando o van a estallar... Pero es necesario un relevo unitario en el sindicalismo, para darle una armadura reivindicativa a la resistencia. Son necesarios frentes comunes entre los equipos nacionales de la CGT, de la FSU, de FO...” (subrayado nuestro) [1]

La LCR no llama a la unidad de los activistas independientes y antiburocráticos, sean del sindicato que sean, para impulsar organismos de lucha comunes, como los que impusieron –contra las burocracias– las huelgas de 1995 o los paros ferroviarios de octubre y noviembre pasados. ¡Nada de eso! La gran preocupación de los dirigentes de la LCR es cómo los burócratas forman un “frente común” entre sus respectivos “equipos nacionales”.[2] ¡Burócratas de Francia, uníos!


Notas:

1.- “Dans la foulée du 15 mai”, Rouge, 15/05/08.

2.- Los más escandaloso de este llamado de Rouge, es que esos “frentes comunes” entre los “equipos nacionales” de los aparatos burocráticos ya funcionan... pero para acordar con Sarko.