Francia:
Al cumplir un año en la presidencia
Trabajadores y estudiantes enfrentan a Sarkozy
Por María Lionza
Desde
París, para Socialismo o Barbarie
Las
últimas semanas presenciaron el redoble de las luchas y
movilizaciones contra el gobierno de Sarkozy. Y es probable
que al editarse este periódico, jueves 22, se esté
realizando una nueva huelga del transporte público, lo que
en la condiciones francesas implica una paralización casi
total de actividades, especialmente en París y las ciudades
importantes.
Sarkozy
cumple apenas un año en la presidencia –asumió en mayo
de 2007– y su “desinfle” ha sido vertiginoso. Pocas
veces un “globo” mediático se ha pinchado con tanta
rapidez.
Efectivamente,
Sarko, en alguna medida, fue producto de una de esas
operaciones mediáticas, por las cuales, con los mismos
procedimientos con que se hacen famosos a tantos cantantes
sin voz y actores sin talento, se puede vender en el mercado
electoral a un “salvador de la patria”... o, en este
caso, de la République. Así, Sarko fue presentado,
simultáneamente, como la reedición de Margaret Thatcher,
de Gaulle o Napoleón, según los gustos... Pero, al final,
se cumplió el viejo refrán: “la montaña parió un ratón”.
Un
año después, Sarko no sólo enfrenta en las encuestas la reprobación
de la gran mayoría de la “opinión pública” y un
abrumador “voto castigo” en las elecciones municipales
de marzo pasado, sino algo mucho más grave: grandes
huelgas y movilizaciones de amplios sectores de trabajadores
y estudiantes.
Desde
hace dos meses, los estudiantes y profesores liceístas
(secundarios), especialmente de los liceos más pobres,
salieron a luchar. En
mayo, primer aniversario de Sarko en el gobierno, es
impresionante la lista de movilizaciones ya realizadas o
programadas. 15 de mayo: huelgas generales en la educación
nacional y en toda la función pública, con enormes
manifestaciones en París y otras ciudades; 16 de mayo:
jornada nacional de acción contra los gastos de
medicamentos (franchises médicales) que pretende
imponer el gobierno; 17 de mayo: gran manifestación contra
la ruina de los hospitales en Bretagne; 18 de mayo:
manifestación nacional en París en defensa de la educación
pública; 20 de mayo: jornada de lucha por el servicio público
de salud, convocada por la Coordinación Nacional en defensa
de los Hospitales; 22 de mayo: manifestaciones de los
retirados (jubilados); 24 de mayo: nuevamente movilizaciones
por la escuela pública; 27 de mayo: acción en defensa de
la Libreta de Ahorro; 31 de mayo: posible gran meeting en
París, a propuesta de Convergencia de Defensa de los
Servicios Públicos...
A
esto que pasa “por abajo”, se le suman síntomas de
crisis “por arriba”: días atrás Sarko perdió una
votación en la Asamblea Nacional a pesar de que, en los
papeles, cuenta con los dos tercios de los diputados... un
preocupante síntoma de desbande de la “mayoría
presidencial”...
Sarko
parece estar “contra
las cuerdas”. Sin embargo, el knot out no sólo
no viene, sino que lo más probable es que se
demore sin fecha precisa...
Y lo más grave: las (contra)reformas antiobreras y
antipopulares del programa sarkosiano –aunque a los tumbos
y “en fetas”– se van poco a poco imponiendo.
La
clave de esta contradicción es la de :
los trabajadores y los estudiantes franceses pelean con una
mano atada a la espalda. Y la principal cadena que los ata,
se llama “burocracia sindical”... que a su vez
está conectada con los “opositores de izquierda” del
actual gobierno “de derecha” (PS, PCF, etc.).
Francia
es un país donde la “educación pública” ocupa uno de
los puestos más elevados en el santoral popular. Así, los
liceístas –profesores, alumnos y también padres–
volvieron loco durante más de dos meses a Sarko, con amplio
apoyo de la gente. Es que el gobierno de derecha –en el
plan de degradar, mercantilizar y privatizar la educación y
demás “servicios sociales” y ahorrar gastos al
Estado– ha dispuesto que por cada dos empleados o docentes
que se jubilen, tomará uno solo. Esto ya ha puesto en
crisis total a la escuela pública y otros servicios...
Las
movilizaciones en los liceos contra este desastre fueron
cada vez mayores y con inmensa simpatía popular... hasta
que en vísperas de una gran movilización el 15 de mayo,
los dirigentes de uno de los sindicatos de liceístas
aparecieron de la mano del ministro de Educación, Xavier
Darcos, a anunciar... el fin del movimiento. El
“acuerdo” firmado por los burócratas es una basura: ínfimos
aumentos de salarios, cuando el problema es la eliminación
masiva de puestos de trabajo...
El
impresionante calendario de movilizaciones del mes de mayo
que antes citamos, tiene también su reverso: la
perfidia de los burócratas sindicales reparte a lo largo
del mes las medidas de lucha y las movilizaciones. Las
separa cuidadosamente unas de otras. Un día salen los
retirados (jubilados); otro, los de la salud; otro día los
educadores, etc., etc. Los sindicatos aprovechan para
desgastar el movimiento con enormes marchas pero sin
unificar las luchas.
Como
relatamos en artículos anteriores, la consigna más gritada
en las manifestaciones francesas suele ser “Tous
ensamble!” (“¡Todos juntos!”). Pero en verdad
sucede lo contrario: la realidad es “¡todos
separados!”... para que Sarko, aunque debilitado,
puede derrotarlos uno a uno.
Es
que el “Tous ensamble!”, tomado en serio, se
llama huelga general. Y a eso los burócratas de
todos los colores le tienen miedo pánico.
Por
supuesto, muchos activistas se dan cuenta de esto, y durante
este primer año de Sarkozy, en varias ocasiones, como en
las huelgas del transporte, desbordaron a las podridas
direcciones de la CGT, CFDT y FO.
Sin
embargo, estos sanos impulsos en la vanguardia no tienen un
correlato político de las mismas dimensiones. Los dos
principales partidos de “extrema izquierda” –la LCR y
FO– siguen más que nunca su línea tradicional de no
denunciar ni combatir a los burócratas sindicales, sino
darles consejos, y hacerles ruegos y plegarias
para que “se unan” y “luchen”.
Así,
Rouge (periódico de la LCR ) del 15/05/08, constata
consternado que los burócratas liceístas entregaron el
movimiento. Pero la conclusión, para seguir adelante, no es
llamar al activismo a combatir a muerte, y a desbordar a
esos canallas y demás traidores. ¡Nada de eso! Veamos lo
que proponen:
“En
el 2008, luchas ejemplares están estallando o van a
estallar... Pero es necesario un relevo unitario en el
sindicalismo, para darle una armadura reivindicativa a la
resistencia. Son necesarios frentes comunes entre los
equipos nacionales de la CGT, de la FSU, de FO...”
(subrayado nuestro) [1]
La
LCR no llama a la unidad de los activistas independientes y
antiburocráticos, sean del sindicato que sean, para
impulsar organismos de lucha comunes, como los que
impusieron –contra las burocracias– las huelgas
de 1995 o los paros ferroviarios de octubre y noviembre
pasados. ¡Nada de eso! La gran preocupación de los
dirigentes de la LCR es cómo los burócratas forman un
“frente común” entre sus respectivos “equipos
nacionales”.[2] ¡Burócratas de Francia, uníos!
Notas:
1.- “Dans la foulée du 15 mai”, Rouge,
15/05/08.
2.-
Los más escandaloso de este llamado de Rouge, es que
esos “frentes comunes” entre los “equipos
nacionales” de los aparatos burocráticos ya funcionan...
pero para acordar con Sarko.
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