10
de agosto: referéndum presidencial en Bolivia
¿Revocatorio
o confirmatorio?
Por Martín Camacho
Desde La Paz, 21/05/08
Por una razón
o por la otra, el gobierno de Evo Morales ha dejado hacer a
la oligarquía del Oriente lo que quiera con una parte del
país. No tuvo una sola medida firme para enfrentar al referéndum
que dio aprobación a los estatutos autonómicos ilegales en
Santa Cruz. Si en un primer momento, el gobierno parecía
tener la postura del “boicot” convocando a cocaleros del
Chapare o a movilizar los enclaves que tiene el MAS en el
departamento de Santa Cruz, como las localidades de San Julián,
Yapacani, San Ramón o los pobladores del plan 3000, estos
amagues de movilizar fueron rápidamente dejados de lado por
uno y otro motivo.
Sin embargo,
a pesar de esto, ya se ha informando en la edición
anterior, que al Comité Cívico cruceño el referéndum no
salió cómo quería. Logró un triunfo político, pero los
resultados no fueron tan categóricos. Esto se debió
enteramente a la iniciativa de aquellos sectores
populares que, de manera más o menos espontánea e
independiente, votaron No, no fueron a votar o se
movilizaron de manera multitudinaria en su rechazo en
las ciudades del occidente como Cochabamba y La Paz.
¿Se
queda o se va Morales?
Pero
enseguida, por las “vueltas mortales” que tiene la política
en esta convulsionada Bolivia, el bloque parlamentario de
Podemos cometió el error de servirle en bandeja al
gobierno del MAS una carta que no estaba en sus cálculos:
un referéndum “revocatorio” que se realizará el próximo
10 de agosto. Pero si la jugada inicialmente había sido
pensada por el gobierno para lograr una relegitimación
electoral y luego la oposición pensó que podría usar el
instrumento para destituir al gobierno del MAS, en estos
momentos parecería que la jugada le saldría mejor a
Morales y Linera. Es que estos marchan en las encuestas con
grandes posibilidades de resolverlo a su favor. Por si esto
fuera poco, incluso prefectos opositores como
“Pepelucho” Paredes en La Paz y Manfred Reyes Villa en
Cochabamba podrían perderlo, con lo que el MAS podría
recuperar –electoralmente hablando– regiones que estaban
atisbando subirse a la reaccionaria marea “autonomista”.
En todo caso, todavía queda mucho tiempo hasta agosto razón
por la cual, por ahora, sería apresurado dar una posición
táctica taxativa desde la izquierda sobre qué hacer el
10/08.
En
definitiva, lo que podría haber sido pensado desde la
oposición como un referéndum reaccionario para destituir
al gobierno, podría terminar siendo una ratificación
que de alguna manera le termine dando un aire al gobierno
del que hoy carece.
Santa
Cruz, la nueva CPE y el problema de la tierra
Pero lo
anterior no puede hacer perder de vista cuanto ha avanzado
la oposición política burguesa y la oligarquía: prácticamente,
lo que ha terminado ocurriendo es que se les ha prácticamente
“regalado” el oriente del país, región donde están
radicadas las principales fuentes de los hidrocarburos.
Esto tiene
una “historia”. Desde el comienzo mismo de su mandato,
Morales y Linera han estado a la búsqueda de una “salida
pactada” a la crisis del país. Esto se expresó en la
Constituyente con los mecanismos de “cláusula cerrojo”
y otras garantías suplementarias para una oposición
burguesa oligárquica y racista que ni aún así aceptó
pacto alguno y se dedicó día y noche a socavar la posible
adopción de un nuevo texto constitucional (CPE).
La fantasía
de Morales y Linera –fantasía que a pesar de todos los
pesares sigue en la cabeza del gobierno– era él lograr así
un “gran acuerdo nacional” como para reglamentar un
susodicho “capitalismo andino-amazónico” sin salirse de
los parámetros establecidos por la nefasta ley 21060 pero
adelantando algunos tibios elementos de capitalismo de
Estado por la vía de la seudo-nacionalización del gas,
entre otras medidas.
También,
ha intentado poner algunos límites en lo que hace a la
tenencia de las tierras, aunque sin afectar en nada esencial
lo que hace a la estructura ultra-concentrada de la
propiedad de la tierra, sobre todo en el oriente. A esto le
ha llamado rimbombantemente “revolución agraria”, una
“revolución” de la que, hasta ahora, no se ha visto
nada de nada. Porque además, los más que tímidos pasos
que pretendió dar Morales en este terreno, se han visto
completamente contrapuestos con el apoyo total de los
terratenientes a los estatutos autonómicos que los
favorecen en todas sus medidas. Así, como dice muy
claramente el presidente de la Cámara Agropecuaria del
oriente (CAO) Mauricio Roca, “la tierra y el desarrollo
agropecuario son competencias exclusivas del departamento y
del futuro gobierno departamental”. Como si fuera poco, la
perpetuación del latifundio es también apoyada por la cúspide
la iglesia católica como declaró contra toda evidencia el
Cardenal Terrazas, que dijo que “en estas grandes
extensiones de tierra no se encuentran originarios Guaraníes
en estado de semi esclavitud”... Como muchas veces lo
hemos visto la iglesia defiende los intereses de los más
ricos. Ni hablar ya del vergonzoso episodio en el cual las
autoridades gubernamentales, fueron corridas a tiros por
latifundistas en Camiri. Y para colmo, el referéndum
dirimitorio para establecer si se puede considerar
latifundio a partir de 5000 o 10000 hectáreas, está
postergado sine die.
Lo que el
gobierno “popular” fue capaz hasta el momento es hacer
recular las luchas sociales que venían en ascenso entre los
años 2003 y 2005, dejándolas en un claro segundo plano y
utilizando la movilización de los sectores más afines,
solamente en casos especiales, bien controlados desde
arriba, por el miedo al desborde por izquierda que en algún
momento diera el aviso que las jornadas de octubre no se han
perdido en la conciencia de la gente. Con esto, la oligarquía
no sólo fue levantando la cabeza y los brazos, sino que
terminó imponiendo en gran medida la agenda al gobierno,
mientras la nueva CPE que al gobierno le llevo más de año
y medio hacerla votar en la Constituyente sigue aplazada
hasta nuevo aviso, como el ya señalado artículo sobre
latifundio Esto es sólo producto de las una y mil veces que
el gobierno le ha concedido a la oligarquía mucho más que
posibilidades de hablar: la posibilidad también de decidir
el futuro del país.
Los referéndums autonómicos que se vienen
Sin embargo y como venimos desarrollando, con la convocatoria al referéndum
de agosto el gobierno ha
recuperado cierta iniciativa. Pero de aquí no se sigue que
la política general del gobierno haya cambiado. Porque los
referéndum autonómicos de Tarija, Beni y Pando siguen en
pié.
Uno de los
diputados más importantes del MAS, Gustavo Torrico, aclara
esto cuando afirma respecto de los Comités Cívicos: “Vamos
a ver hasta donde llegan y a partir de allí vamos a iniciar
todos las acciones que debemos iniciar (...) Queremos ver
que es lo que van a hacer”. ¿Qué
pasa? ¿Acaso no se sabe qué es lo que van a hacer?
¿Acaso se puede perder de vista que en los estatutos
recientemente aprobados tienen la potestad de crear
parlamento propio, policía propia, control de la tierra, de
los impuestos y recursos naturales? ¿Qué se puede pensar
que hagan si el gobierno hoy día no tiene pisada en muchos
lugares del departamento de Santa Cruz como por ejemplo lo
sucedido en la provincia Cordillera en la región del Alto
Parapetí donde una comisión del INRA, queriendo sanear
tierras, fue vergonzosamente rechazada por latifundistas a
piedras y balas amparados por el prefecto del departamento
Rubén Costas?
Y no se
trata solo del terreno de las autonomías: es desastrosa la
capitulación del gobierno en el terreno económico a una
oligarquía que hoy día impone los precios a través de la
especulación con los alimentos como el aceite, carne,
harina o arroz. Y si se implementan las determinaciones de
los estatutos autonómicos, estos precios se multiplicarían
porque, como se sabe, muchos de los alimentos son producidos
en el departamento de Santa Cruz.
Hace falta poner en pie una Asamblea Nacional,
Obrera, Originaria, Campesina y Popular
A pesar del
apoyo mayoritario que sigue teniendo en las grandes ciudades
de occidente y en el campo, el descontento de la clase media
por la suba de los precios, sumado a los míseros aumentos
de salario a la clase trabajadora, pueden estar abriendo
elementos de una experiencia por la izquierda con el
gobierno del Frente Popular. Esto sería decisivo en estos
momentos, porque ya han salido a hablar figuras del pasado
que hoy reviven por el descontento a la situación política,
como es el ex presidente Carlos Mesa, o el reciclado Filemon
Escobar hoy devenido en el mayor conciliador con la derecha.
Todo esto
implica solamente una salida y hoy más que nunca tiene que
ser una alternativa de la izquierda revolucionaria a través
de los sindicatos más combativos. Porque hay que preparar
las luchas que se vendrán sabiendo que el gobierno no está
dispuesto a hacer nada serio contra la oligarquía
separatista.
Hoy más que
nunca necesitamos los trabajadores y la clase explotada de
este país un Instrumento Político de las y los
Trabajadores y crear las condiciones para llamar a una
Asamblea Nacional Obrera, Originaria, Campesina y Popular
para levantar las reivindicaciones de la clase obrera y
enfrentar con la movilización de las masas a la oligarquía
divisionista de este país.
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