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Encuentro
de Mujeres Lesbianas y Bisexuales de Rosario
¡Salir
del closet, tomar las calles!
Las
Rojas (lasrojas@gmail.com)
Carne Clasista (carneclasista@yahoo.com.ar)
El 3 y 4 de
mayo pasado se realizó en Rosario el Primer Encuentro
Nacional de Mujeres Lesbianas y Bisexuales. Organizado por
EspArtiLes (Espacio de Articulación Lésbica), compuesto
por chicas independientes y Las Fulanas, una de las
agrupaciones que integra la Federación LGBT y cuyas
militantes (María Rachid y Claudia Castro) hace trabajo político
para el INADI kirchnerista, propulsor de una "política
de identidad" lésbica.
Dada esta
situación, no fuimos con demasiadas expectativas hacia las
actividades preestablecidas del Encuentro. Pero sabíamos
que muchas de las compañeras independientes estaban
pensando en participar.
Fueron más
de 300 compañeras, en su mayoría muy jóvenes y de
reciente incorporación al movimiento, vinieron de distintos
puntos del país y Sudamérica. Se hicieron presentes la
mayor parte de las organizaciones de lesbianas del país: La
Casa del Encuentro, Las Fugitivas, Baruyeras, Las Diversas
y, Malas como las Arañas. Con quienes los y las compañeras
de Carne Clasista y Las Rojas compartimos la calle (porque
la mayoría decidimos no entrar a la feria del Encuentro),
materiales y discusiones esos dos días. Creemos que este
contacto fue muy bueno para conocernos y empezar a pensar
nuevas instancias de coordinación.
Lamentablemente
para el resto de la izquierda partidaria, ésta sigue siendo
una problemática que queda lejos y sólo desde el nuevo MAS
nos dimos un trabajo y una elaboración específica para
este momento: un boletín del que se vendieron 120
ejemplares.
Que
lo vivencial no niegue la política
Como suponíamos,
dentro de los talleres de debate organizados las discusiones
se plantearon con un corte básicamente
"vivencial". Es decir, cada compañera da su
testimonio personal de la opresión que sufre como lesbiana,
bisexual o trans y comparte sus experiencias. Entendemos que
si bien esto puede resultar útil y necesario sobretodo para
aquellas compañeras que comienzan a reconocerse públicamente,
a "salir del closet", es vital para el activismo y
para el movimiento en su conjunto ir construyendo espacios
de discusión política propios que superen la instancia
testimonial, y comenzar a tener una visión global del lugar
en que como mujeres y como minorías sexuales nos quiere
poner el capitalismo patriarcal y heterosexista, que nos
explota, nos oprime y normativiza duramente nuestra
sexualidad e identidad de género.
En el
avance en la comprensión política de la opresión que
vivimos y del conjunto de relaciones sociales donde esta
opresión específica se da, podemos entender la necesidad
de organizarnos y constituir nuestro movimiento como uno de
lucha y transformación.
Este paso
de "lo personal a lo político" es cualitativo.
Pero no en el sentido en que habitual y abusivamente se cita
el slogan feminista de los '70 "lo personal es político",
equiparando lo personal y lo político, que están íntimamente
relacionados pero no son lo mismo. "Salir del
closet", "hacerse visible" es un hecho
personal que como tal tiene una dimensión política pero no
es ya "política en sí". Asumirse lesbiana, gay,
bisexual o trans, más allá de su valoración humana que en
muchos casos significa perder el trabajo, afectos,
enfrentarse a prejuicios y en algunos países (aún hoy) a
la cárcel o la pena de muerte, en sí mismo y de forma
aislada no cuestiona el patriarcado, ni alcanza para
cuestionar o transformar esta sociedad basada en la
heteronormatividad compulsiva y la imposición de la familia
patriarcal burguesa, la misma que nos invisibiliza.
Tomar este
acto personal e individual por "política" o un
"hecho político", es una sobrevaloración, o en
algunos casos, una "mistificación intencionada",
ya que pretende hacer pasar como "problema" o,
mucho peor, como "obstáculo personal" una cuestión
social y política como es la opresión sexual. Se pretende
hacer política, que "con decirlo alcanza",
"con mostrarlo basta" para "subvertir",
"revolucionar", o exageraciones por el estilo que
desarman a las compañeras y compañeras que se enfrentan a
situaciones de riesgo al no ubicar en su justa dimensión el
carácter social y no individual de la opresión sexual.
Pero nosotras sólo ligándose a experiencias históricas y
tradiciones de lucha y de resistencia como el feminismo
revolucionario y las minorías se-xuales combativas, sólo
encontrando su dimensión colectiva es que nuestras
experiencias personales comunes pueden acceder al plano político
para transformar la realidad y que esto debe plasmarse en
algo muy concreto: la organización.
Al igual
que sucede en los Encuentros Nacionales de Mujeres, debemos
sacar la conclusión de que con el testimonio vivencial no
alcanza, y que generalmente se crean los espacios
vivenciales y terminan siendo, en vez de un espacio de
contención y apoyo personal, una táctica burocrática para
nada inocente de quienes los organizan para que no se decida
ni resuelva nada, para desmovilizar e impedir la organización
independiente. En este caso fue la kirchnerista Federación
LGBT y el INADI.
Desde Las
Rojas y Carne Clasista, nuestra apuesta está orientada a ir
generando instancias para empezar a problematizar esta
situación de opresión como un todo, no en momentos
separados, planteándonos que la pelea para la liberación
plena de nuestra sexualidad sea parte de una lucha
revolucionaria por cambiar la sociedad en su conjunto, en
necesaria alianza con otros sectores explotados y oprimidos:
el conjunto de la comunidad lgtbi, el movimiento de mujeres,
las y los trabajadores, etc. Entendemos que desde esta
perspectiva, avanzando en la lucha por el todo, es como
mejor vamos a arrancarle al actual gobierno conquistas como
la igualdad de derechos en materia de matrimonio,
maternidad, adopción, derogación de códigos represivos,
leyes contra la discriminación, inclusión en el sistema de
salud, etc.
Manejos
burocráticos u organización independiente
Las
discusiones más ricas del Encuentro estuvieron en los
pasillos y la vereda, donde confluía el activismo y las
compañeras independientes. El Taller de
"Feminismos" (que era autoorganizado) también
anduvo por este camino. Dentro de los talleres
preestablecidos, como el de "Organizaciones Lésbicas-Bisexuales",
o el de "Arti-culación con otros movimientos
sociales", que más concentraron al activismo, fueron
dirigidos por María Rachid, presidenta de la Federación
LGBT y de Las Fulanas, quien se ocupó de neutralizar en las
discusiones cualquier posicionamiento crítico hacia la
gestión kirchnerista y a sus portavoces dentro del
movimiento, la Federación que ella dirige. Esta movida
resintió a muchas compañeras y la bronca terminó
cristalizando en el plenario de cierre del Encuentro. Allí,
pautada la lectura de las conclusiones de cada taller, nos
encontramos con que la organización del Encuentro tenía el
monopolio de la palabra, algo muy alejado de la idea de
plenario.
Pero la
discusión abierta por diversas activistas abrió el camino
para que se escucharan grandes críticas al manejo burocrático
que se hizo durante las jornadas por parte de la organización
y sus intentos de apropiarse de encuentros como éste, que
forman parte del movimiento en su conjunto y que no son
propiedad de ninguna organización específica. Se discutió
fuertemente sobre el carácter del próximo Encuentro, y quiénes
iban a ser las encargadas de organizarlo, ante el
acaparamiento de la actividad que estaba haciendo
EspArtiLes. Finalmente se logró que sea un ámbito de
coordinación nacional, con compañeras que están por fuera
de este espacio hegemonizado por Rachid y que son
representativas de otras agrupaciones independientes de todo
el país.
Desde
nuestro punto de vista, detrás de estos manejos burocráticos
hay posiciones políticas claras que están dificultando la
organización independiente de un movimiento que luche
calles para luchar contra la opresión sexual y comience a
cuestionar y exigir al gobierno K por sus demandas. Ya estas
maniobras burocráticas se expresaron fuertemente en la
pasada Marcha del Orgullo de Bs. As., cuando la Federación
LGBT impidió avanzar mediante una patota al camión de
sonido de nuestro espacio de la llamada
"Contra-Marcha", bloque de la Marcha donde
participamos los independientes y la izquierda. Como ante
nuestro enojo y resistencia en aquella Marcha, Rachid
respondió de la misma manera frente a los cuestionamientos
en el Encuentro: "Hay un orden y hay que respetarlo, si
no les gusta hagan otra Marcha/otro Encuentro", ergo
"la Marcha/el Encuentro son míos y sólo míos porque
yo represento al movimiento". Para nosotras no es un
problema de una persona, una cuestión "personal",
sino un problema profundamente político y que tiene que ver
con la defensa de la política para las minorías sexuales
del gobierno K en el marco de su política cosmética de
Derechos Humanos que llevan adelante el INADI y la propia
Federación LGTB.
Pero si
bien la dirección de la Federación LGBT de la mano del
INADI es la encargada de bajar la política K hacia el
activismo lgtb, aún no consigue ser una "burocracia
orgánica", llamémosle así con las dimensiones del
caso: no tiene una base militante propia. Creemos que el
objetivo político último del Encuentro de Rosario era ese:
que decenas de compañeras independientes y nuevas
activistas "entraran" a EspArtiLes, (propuesta
explícita de Rachid) para militar la política del Gobierno
y aceptando su incuestionable dirección. No contaban con
que la bronca antiburocrática que se viene acumulando hace
tiempo y los cuestionamientos por las arbitrariedades
organizativas del Encuentro prendieran la mecha de la
discusión y las compañeras le arrebataran a un
"plenario arreglado" una instancia de debate
genuina acerca de cómo y para qué organizarse y de quiénes
nos representan. Consideramos esta pelea como un paso
adelante por la posibilidad que abre hacia el movimiento en
su conjunto. Por supuesto, que esta instancia es sólo un
paso adelante en el camino abierto por cual que hay que
construir y donde "la burocracia" no entregará así
como así el terreno ganado.
Poner
en pie y coordinar políticamente al activismo
Por eso, y
retomando lo dicho con anterioridad, nos parece primordial
empezar a construir ámbitos políticos de coordinación y
discusión política del activismo, tanto como para poner en
pie al movimiento como para darle un horizonte político
claro. Desde Las Rojas y Carne Clasista, seguimos impulsando
en todos los espacios la necesidad de poner en pie más que
nunca un movimiento feminista unitario que tome todas las
reivindicaciones que tenemos el conjunto de las minorías
sexuales y las haga parte de su lucha. Como primer paso hay
que jugarse a coordinar con todas y todos los activistas que
podamos una primera acción concreta para este 28 de junio
en conmemoración de la revuelta de Stonewall, retomando el
Orgullo como tradición de la lucha, y llevando al próximo
Encuentro Nacional de Mujeres esta discusión, para que
seamos miles quienes salgamos por un movimiento feminista
unitario de lucha en las calles.
Por el
derecho al aborto y la libertad para Romina Tejerina
Basta de
opresión y discriminación. Como en Stonewall: ¡Salir del
closet, tomar las calles!
Luchemos
todas y todos contra el capitalismo patriarcal
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