Mayo Francés
Una cronología
Por Alejando Kursh y Manuel Rodríguez
Viernes 22/3: Las agrupaciones
revolucionarias ocupan el edificio administrativo de la
Universidad de Nanterre protestando por la detención de
militantes antiimperialistas. Unas semanas más tarde esas
agrupaciones (anarquistas, trotskistas, maoístas y de otras
tendencias) formarían el Movimiento 22 de marzo. Rechazan a
la guerra de Vietnam y el imperialismo en general, sostienen
la defensa de una reforma universitaria y la reivindicación
de la democracia directa.
Viernes 3/5: Manifestación
estudiantil en la plaza de la universidad parisina La
Sorbona por la reapertura de Nanterre (cerrada el día
anterior a raíz de una jornada antiimperialista) y contra
la amenaza de expulsión de los dirigentes del Movimiento 22
de marzo. La policía encierra a los manifestantes tras una
escaramuza con un grupo fascista, y se lleva 200 detenidos.
Las autoridades de La Sorbona la cierran por primera vez
desde el fin de la ocupación nazi en París. L’Humanité,
el diario del PCF, denuncia a los “pequeños grupúsculos
izquierdistas”. Propone combatirlos y aislarlos. Miles de
estudiantes del Barrio Latino (que circunda a La Sorbona)
arremeten contra la policía en el primer gran combate. Son
500 detenidos más. Los sindicatos docentes y estudiantiles
lanzan una huelga por su liberación y la reapertura de la
Universidad. En los días siguientes la huelga se extiende a
los liceos [colegios secundarios].
Lunes 6/5: Una manifestación
de 30 mil estudiantes en el Barrio Latino es reprimida por
la policía, dando lugar a un prolongado combate. Por
primera vez, se levantan barricadas y se llama a la
solidaridad obrera. Se suman a la batalla jóvenes
desempleados de los suburbios, jóvenes obreros y
estudiantes secundarios. Hay más de 700 heridos. Los
enfrentamientos ocupan la primera plana de la prensa y las
clases medias se horrorizan de la brutalidad policial.
Martes 7/5: 50 mil estudiantes
y docentes marchan al Arco del Triunfo cantando la
Internacional y desplegando banderas rojas y negras. Se
empieza a generalizar la realización de graffitis. El PCF,
que hasta el momento había denunciado a los jóvenes
revolucionarios como “pequeño burgueses aventureros
financiados por el poder”, cambia su política para poder
hacerse con el control de un movimiento que amenazaba con
desbordarlo.
Viernes 10/5: Una manifestación
de más de 20 mil personas permanece en el Barrio Latino
esperando que se reabra La Sorbona. A la noche se comienzan
a levantar más de 60 barricadas, quedando unas 2 mil
personas en el interior de su perímetro. Son estudiantes
universitarios, estudiantes secundarios, jóvenes de los
suburbios y algunas centenas de obreros. Comienzan combates
durísimos en la calle Gay-Lussac, que se prolongan toda la
noche. Los vecinos se solidarizan y ayudan a los
manifestantes. En los días siguientes las centrales
sindicales (incluida la CGT, dirigida por el PCF) convocan a
una jornada de huelga general para el lunes 13, para empezar
a canalizar los desbordes por parte de los obreros que
empezaban a sentirse identificados con los combatientes de
las barricadas y ya planteaban sus propias demandas.
Lunes 13/5: Ante la
convocatoria de la huelga general, el gobierno anuncia que
va a liberar a todos los detenidos y retira a los cordones
policiales que sitiaban La Sorbona y el barrio estudiantil.
La huelga general es seguida por 10 millones de personas, un
tercio de la fuerza de trabajo. El PC llama a “mantener la
calma” y a “tener cuidado con los provocadores”,
haciendo clara alusión a los jóvenes estudiantes y
obreros. Se realiza una manifestación de casi un millón de
personas, de la cual se desprenden miles para ir a ocupar La
Sorbona, en demanda de una reforma universitaria, en rechazo
al imperialismo y por la unidad obrero-estudiantil. La
universidad ocupada es abierta a los trabajadores y se
convierte en un foro de debate permanente, al que empieza a
acudir la vanguardia obrera y popular.
Martes 14/5: Se forma el Comité
de Ocupación de La Sorbona, compuesto por quince miembros
elegidos y revocables cada día por la asamblea general,
responsables ante ella. Comienza en París la ocupación de
las facultades y escuelas de enseñanza superior. Los
obreros de la fábrica Sud-Aviation de Nantes (algunos de
los cuales habían participado en movilizaciones y
barricadas) deciden continuar la huelga, ocupan la planta y,
mientras cantan la Internacional, encierran a los patrones
en sus oficinas soldando las puertas. Organizan un comité
de acción con el objetivo de extender la huelga a otros
lugares de trabajo.
Jueves 16/5: El ejemplo se
contagia masivamente en otras fábricas y edificios de todo
el país. El 15 se ocupa la Renault en Cleon y el 16 la
Renault en Billancourt (la mayor automotriz de Europa), con
35 mil obreros. 4 mil ocupantes de La Sorbona marchan hasta
esa fábrica pero no ingresan porque el sindicato, dirigido
por el PCF, se los impide. Flamea en muchas plantas
industriales la bandera roja. Se constituyen Comités de
Acción en los 122 establecimientos ocupados, coordinados
entre sí pero no centralizados.
Viernes 24/5: De Gaulle
reaparece públicamente en aquellos medios de comunicación
que no estaban en huelga y aceptaban transmitirlo,
anunciando el llamado a un referéndum para recuperar la
autoridad política. Su discurso reaccionario sólo consigue
irritar a todo el espectro político y caldear más los ánimos.
Movilizaciones y combates en toda Francia. En París una
nueva manifestación obrero-estudiantil de 30 mil personas
termina en combates y barricadas. La Bolsa de Comercio es
atacada e incendiada por manifestantes, al igual que dos
comisarías. La ciudad de Nantes comienza a ser controlada
por los comités de huelga. Es la jornada más violenta de
todas, con 800 detenidos, mil quinientos heridos y dos
muertos.
Lunes 27/5: Por el fracaso
total del referéndum, el gobierno y la CGT firman los
acuerdos de Grenelle, que garantizan un incremento del 35%
en el salario mínimo industrial y del 12% de media para
todos los trabajadores. Del 27 al 29, los dirigentes de la
CGT recorren las principales fábricas y concentraciones
obreras anunciando estos acuerdos. En todos lados son
recibidos con el más absoluto rechazo, decidiendo por lo
tanto continuar la huelga, aún sin un programa claro.
Frente a esta presión, el 29 por la tarde la CGT concentra
a 600 mil personas exigiendo la renuncia de De Gaulle y la
formación de un “gobierno popular”.
Jueves 30/5: De Gaulle anuncia
la convocatoria a elecciones parlamentarias para el 23 de
junio y la disposición del ejército para intervenir en
caso de ser necesario para mantener el “orden”. Convoca
a la población a apoyar su gobierno contra el “caos” y
la “amenaza comunista”. Medio millón de personas
responden al llamado del presidente acudiendo desde todos
los rincones de Francia. El ejército es traído a las
cercanías del centro de París. El PC aprueba felizmente el
llamado a elecciones y se vuelca de inmediato a una campaña
electoral totalmente vaciada de contenido revolucionario.
Abandona la consigna de “gobierno popular” y busca
competir con De Gaulle en su mismo terreno: la
“democracia”, la “modernización” y el “orden”.
Junio: En la primera semana
todavía restaban más de 5 millones de huelguistas, y los
enfrentamientos se mantienen, aunque la política
boicoteadora y electoralista del PCF y la falta de una
alternativa unificada de peso por parte de los estudiantes y
obreros movilizados comienza a desgastar al activismo y
empieza la desmoralización. El 11 de junio las fuerzas
represivas disparan por primera vez con armas de fuego sobre
los manifestantes, matando a dos. Esto provoca una ola de
indignación, que desemboca en violentos combates: se
levantan por lo menos 72 barricadas y se atacan 5 comisarías,
con un resultado de 1.500 detenidos. Al día siguiente el
gobierno decreta la disolución del "22 de marzo"
y de las organizaciones trotskistas y maoístas. Durante la
segunda y tercera semana del mes, De Gaulle ordena a la
policía retomar los edificios ocupados, entre ellos La
Sorbona, mientras la CGT logra ir desactivando la huelga fábrica
por fábrica, engañando a los obreros con que “la huelga
ya se estaba levantando en todos lados”. El 23 se lleva a
cabo la primera ronda de las elecciones parlamentarias:
triunfa la derecha gaullista, retrocede la SFIO [socialdemócratas]
y el PCF. Todavía restan un millón de huelguistas. Las últimas
huelgas acaban recién en julio.
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