El
Liyannaj Kont Pwofitasyon (LKP)
Una
coalición encabezada por el movimiento obrero
Por Claudio Testa
La huelga general de Guadalupe ha
hecho famoso internacionalmente al LKP (Liyannaj
Kont Pwofitasyon: en créole antillano, Juntos
Contra la Explotación)
y a su líder indiscutido, Elie Domota. Es una
coalición encabezada por el movimiento obrero,
aunque con una dirección reformista.
Efectivamente, la columna vertebral de la coalición LKP es el movimiento
obrero de Guadalupe, que tiene una larga tradición
de combatividad. Aunque existe en la isla una filial de
la CGT metropolitana, la mayoría de los trabajadores se
encuadra en la UGTP (Union Générale des Travailleurs de
Guadeloupe). La UGTP, en las últimas elecciones de delegados de
empresa, ha ganado la mayoría absoluta.
Como decíamos, la UGTP constituye
la columna vertebral de la LKP, a la que se han unido otras
formaciones sindicales y numeros grupos alternativos,
culturales, partidos políticos (con exclusion de la derecha
y el PS), etc. “Es un total de 49 estructuras y
organizaciones diferentes, que representan a la mayoría
aplastante de la población de Guadalupe.” (Yves
Cornu, “Antilles: la vérité sur le LKP”, Le Point,
19/02/09)
Elie Domota, de 41 años, que ha aparecido como
el líder carismático de este movimiento del LKP, es el secretario
general de la UGTP.
La UGTP tiene un rasgo que la
diferencia netamente de las formaciones sindicales de la
metrópoli, como la CGT, FO, CFDT y Cía.: reivindica la independencia
de la isla. Aunque esta reivindicación no fue puesta
sobre el tapete durante la presente huelga general, es un
punto que traza una raya entre la UGTP y los sindicatos
provenientes de la metrópoli, cuyas burocracias son parte
del establishment del imperialismo francés.
La UGTP fue fundada en 1973 por obreros industriales y agrícolas del sector
más brutalmente explotado de la isla: los trabajadores de
la industria del azúcar y del cultivo de caña en los
latifundios de Guadalupe. En las últimas elecciones de
delegados de empresa en toda la isla, en noviembre de 2008,
los candidatos de la UGTP lograron el 52% de los votos,
seguidos por los de la CGT (20%).
La huelga general: una lección para el movimiento obrero de todos los países
La huelga general se inició con un programa modesto, cuyo punto principal
es un aumento de salarios de 200 euros. Pero la
inflexibilidad patronal y también, inicialmente del
gobierno de Sarkozy, fueron endureciendo cada vez más el
enfrentamiento.
La dureza de Sarko y la patronal se explican quizás no tanto por la
magnitud de las concesiones en sí mismas, sino por el temor
de que desataran una avalancha de reclamos de la clase
trabajadora francesa.
Pero a este endurecimiento, el movimiento fue respondiendo cada vez con
mayor fuerza. Logró paralizar totalmente la vida económica
de la isla y, además, responder con movilizaciones
inmensas a la represión cada vez más dura del gobierno
francés. En algunas de estas movilizaciones, el LKP puso en
las calles de 70.000 a 80.000 manifestantes, sobre una
población total de unos 250.000 habitantes.
Lo que hicieron el LKP y la UGTP fue lo contrario de las centrales
burocráticas francesas (y de casi todos los países del
mundo), que de vez en cuando hacen un día de paro y unas
marchas para desmovilizar de inmediato, sin jamás
obtener nada del gobierno y la patronal.
El LKP y la UGTP organizaron una vasta red permanente de miles de
activistas y piquetes de huelga que fueron cubriendo
toda la isla y garantizaron el paro en todas las
empresas y comercios, por tiempo indefinido. ¡Una
huelga general en serio! ¡No un simulacro de 24 horas,
para fingir ante las bases que sus dirigentes están
“luchando”!
Por supuesto, el movimiento ha tenido serias limitaciones. Aunque la UGTP
propone la independencia del imperialismo francés y
la red de piquetes y activistas durante la huelga apuntó
a ser, de hecho, un poder paralelo, la LKP
no planteó en ese sentido ninguna demanda política,
ni menos de poder. Las negociaciones fueron exclusivamente
económicas.
Sin embargo, esto no afecta lo grandioso de lo sucedido en estas pequeñas
islas. ¡Una verdadera lección, una experiencia que hay
que hacer conocer al movimiento obrero de todo el mundo!
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