A
33 años del golpe militar
Del Cordobazo al Gran Acuerdo Nacional
Por
Oscar Alba
El
próximo 24 de marzo se cumplirán treinta y tres años del
golpe militar que derrocó al gobierno de Isabel Perón y
terminó con el proceso de ascenso obrero y popular que se
había iniciado en el ‘69 con la irrupción del Cordobazo.
Los desafíos y problemas políticos que enfrentan hoy las
nuevas generaciones de trabajadores y estudiantes
producto de la crisis mundial y la política
antiobrera de los Kirchner hacen necesario recrear y conocer
las experiencias de lucha de aquel entonces, a pesar del
tiempo transcurrido y el intento de convertir esta fecha en
pura “efemérides”, las lecciones fundamentales de
aquella época tienen plena actualidad. Con este fin vamos a
presentar en tres notas el desarrollo de ese proceso de la
lucha de clases en nuestro país.
En
junio de 1966 las Fuerzas Armadas derrocaban al gobierno
radical del doctor Humberto H. Illia e imponían en la
Presidencia de la Nación al general Juan Carlos Onganía.
El nuevo gobierno llevó adelante una política de mayor
explotación de los trabajadores y un régimen autoritario.
Entre otras medidas, Onganía paralizó la Comisión del
Salario Mínimo Vital y Móvil. Levantó una legislación
represora de los conflictos sindicales, intervino sindicatos
y suspendió personerías gremiales. La gestión de Krieger
Vassena al frente del Ministerio de Economía comprimió
salarios y facilitó el paso de los monopolios
internacionales. Onganía cerró el Parlamento, sancionó la
Ley de represión al comunismo y persiguió y encarceló a
los militantes populares. Intervino las universidades a las
que consideró “centros de subversión y comunismo”, lo
cual ubicó a las capas medias de la sociedad en la oposición
a su política. Por su parte Perón, líder indiscutido del
movimiento obrero y los sectores populares que se
encontraba lejos de su país, estaba aun más lejos de
enfrentar a Onganía: llamó desde su exilio en Madrid a
“desensillar hasta
que aclare”. Esto provocó en la dirección sindical
una división en la CGT. Por un lado se alinearon los
“participacionistas” en la CGT oficial y los
“combativos”, gremios menores, en la CGT
de los Argentinos.
El surgimiento del clasismo
A
mediados del ‘67 y durante el año 1968 se producen en el
ámbito mundial una serie de convulsiones sociales,
movilizaciones y surgimiento de una vanguardia que
cuestionaba en las calles las bases de dominación
capitalista. El Mayo francés, la Primavera de Praga , el
ascenso del movimiento negro en EEUU y la guerra de Vietnam,
entre otros grandes hechos, conmocionaron a las nuevas
generaciones de obreros y estudiantes.
Este
fenómeno político, en nuestro país, va a estallar en mayo
de 1969 en Córdoba. El Cordobazo significó una movilización
insurreccional que se fue gestando en una serie de
estallidos locales en distintos puntos del país como Tucumán,
Rosario y el Chocón y abrió una nueva etapa política
asentada en el ascenso obrero, la radicalización de la
clase media con los estudiantes a la vanguardia y la
influencia en América Latina, de la Revolución Cubana. En
el movimiento obrero se va a ir consolidando una camada de
luchadores antiburocráticos y antipatronales que se
extenderá a la mayor parte de los gremios. Surgirán
dirigentes de la talla de Agustín Tosco, Gregorio Flores,
José F. Páez y René Salamanca, entre otros. Estos
dirigentes, desde sindicatos, comisiones internas y cuerpos
de delegados arrebatados a la burocracia sindical peronista,
serán la punta de lanza de una corriente clasista que tuvo
expresiones en la mayor parte del movimiento obrero.
En 1970
los trabajadores de FIAT en Córdoba, organizados en los
sindicatos de fábricas SITRAC-SITRAM, se encontraban
discutiendo el convenio laboral. El burócrata Lozano firma
un acuerdo con la patronal pero los obreros en
asamblea lo rechazan y nombran una Comisión Provisoria. La
patronal se niega a reconocerla y el 14 de mayo los
trabajadores de Concord ocupan la planta tomando como
rehenes a directivos de la empresa. Dos días después la
patronal reconoce a la nueva dirección obrera encabezada
por el “Gringo” Carlos Masera como secretario general y
dirigentes como Domingo Bizzi, Mortigliengo Clavero,
Gregorio Flores y José F. Páez entre otros. El SITRAC-SITRAM
levantará las banderas del clasismo y será uno de los
puntales de la resistencia a la dictadura militar, llamando
en agosto del ‘71 a un Plenario Clasista al que
concurrieron organizaciones obreras y estudiantiles
combativas. En marzo de 1971, un nuevo estallido en Córdoba
conmociona al régimen militar: el Viborazo. Nuevamente
obreros y estudiantes se enfrentan en la calle a las fuerzas
represivas. El general Onganía ya había sido reemplazado
el 8 de junio de 1970 en la Presidencia de la Nación por el
general Marcelo Levingston ante la creciente movilización
obrera y popular. Levingston también caerá ante este nuevo
“Cordobazo” y asumirá la presidencia el general
Alejandro A. Lanusse.
Una
válvula de escape al ascenso obrero
La
llegada de Lanusse al gobierno significa la puesta en marcha
de una nueva política de apertura política de la burguesía
y las fuerzas armadas que veían con preocupación cómo el
país ampliaba el mapa de conflictos, movilizaciones y
puebladas que eran la vanguardia en el cuestionamiento ya no
sólo a la dictadura militar sino a las bases de sustentación
y ganancias de los capitalistas en el país. Se instrumenta
entonces el llamado Gran Acuerdo Nacional (GAN). Este
acuerdo entre las principales fuerzas burguesas y los
militares con el beneplácito de la burocracia sindical,
planteó el llamado a elecciones a fin de establecer un régimen
“democrático”. Esta política, como dijimos, era una
válvula de escape a la presión del ascenso de las luchas.
Durante
la presidencia de Levingston se había organizado “La hora
del pueblo” donde convergieron peronistas, radicales, demócratas
progresistas, conservadores populares y otros partidos
burgueses, para reclamar que el gobierno permita la
actividad política y convoque a elecciones. Por su parte el
GAN va a ser implementado por el ministro del Interior
Arturo Mor Roig y Daniel Paladino, secretario personal de
Perón. Éste, que ante la llegada de Onganía había
abierto expectativas, olfatea que la situación política en
lugar de aquietarse sigue aumentando su ebullición. En
noviembre del ‘71 reemplaza a Paladino como secretario
personal y nombra a Héctor J. Cámpora y comienza a
discursear desde una postura de oposición. Así, ante la
creciente combatividad obrera y el desarrollo de las
organizaciones armadas, llega a decir que si él “tuviera
veinte años, también andaría poniendo bombas en la
Argentina”.
Por
su parte el gobierno de Lanusse, junto con la propuesta del
GAN, seguirá reprimiendo las luchas, interviniendo gremios
y encarcelando activistas políticos y sindicales. El 12 de
octubre de 1971 la Gendarmería y la Guardia de Infantería
ocuparan las plantas de Concord y Materfer encarcelando a
250 trabajadores terminando con la experiencia clasista del
SITRAC-SITRAM. “El propio Rucci (2) convalidó el plan
diseñado por el ministro San Sebastián y el presidente de
FIAT Oberdam Sallustro (3) para descabezar los gremios
SITRAC-SITRAM” (4). En abril de 1972 se va a conformar la
Lista Marrón en el SMATA-Córdoba, dirigida por René
Salamanca, de orientación clasista y el 22 de agosto de ese
mismo año son fusilados 16 guerrilleros en la base naval
Almirante Zar de Trelew, aumentando el odio de los sectores
obreros y populares hacia el gobierno.
En
el seno del activismo antipatronal y antiburocrático se
desarrollan corrientes y organizaciones políticas de
izquierda lo mismo que en el sector estudiantil. El
llamado a elecciones abrirá un duro debate sobre qué
posición asumir frente a la nueva propuesta política que
tendrá una gran incidencia sobre la situación política.
1- “La actualidad de una experiencia en nuestro país.”
SoB Nº 76 del 9/4/06. O. Alba
2- José Ignacio Rucci era secretario general de la
CGT
3- Oberdam Sallustro fue secuestrado el 21 de marzo
de 1972 por un comando del ERP y muere el 10 de abril de ese
año cuando la policía llega a la casa en que lo tenían
los guerrilleros y se produce un tiroteo.
4- Juan Iturburu. Revista “Los ´70”
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