Brasil: despidos masivos en
Embraer
Organicemos
la lucha por la base
Por Márcio Barbio
En Socialismo
o Barbarie
Nº 145 (19/02/09) publicamos artículos de los compañeros
de Praxis
de Brasil. En ellos se alerta sobre la catastrófica política
sindical del PSTU-LIT. Ahora, el PSTU-LIT ha respondido por
intermedio de sus voceros en Argentina, el grupo FOS.
Sostienen que es un disparate afirmar que “Conlutas [corriente sindical dirigida por el PSTU] es «incapaz
de organizar las luchas... en los «gremios que dirige», ya
que tiene una política «superestrutural», «corporativa»
y sólo de «exigencia» al gobierno Lula...” Los compañeros
de Praxis responden al PSTU-LIT, aportando más datos sobre
su política ante los despidos en Embraer, una de las fábricas
más importantes de Brasil y América Latina. (SoB)
Al principio de la crisis, el
fenómeno del desempleo parecía aquí pequeño. Esto cambió
radicalmente en el último trimestre del 2008. Los índices
de desempleo se fueron a las nubes. Es en este marco de
ataque brutal que se inscribe la lucha de Embraer, empresa
con el mayor número de despidos de Brasil: 4.270.
Embraer es la tercera fábrica
de aviones del mundo. Tiene 22.000 trabajadores, el 80% de
ellos en São José dos Campos (Estado de San
Pablo). Los compañeros del PSTU, desde hace casi dos décadas,
dirigen el Sindicato de los Metalúrgicos de São José dos
Campos. O sea, representan sindicalmente a los obreros de
Embraer.
La crisis no sólo es un
tsunami para los empleos. También es un test de las
políticas y las prácticas que las corrientes aplicaron en
el período anterior y en la actualidad. En relación al
PSTU, la crisis pone en carne viva problemas de largos años.
¿Cómo organizar la lucha contra el
desempleo y los ataques en Embraer?
Ante los más de 4.200
despidos en Embraer, lamentablemente la dirección del
sindicato en manos del PSTU ha privilegiado casi
exclusivamente las acciones judiciales y las apelaciones
a Lula. Cuando este artículo sea leído, la querella
iniciada por el Sindicato en los Tribunales del Trabajo
pidiendo la reversión de los despidos, estará siendo
juzgada. Por supuesto, no sostenemos el infantilismo de no
apelar a la justicia burguesa para defender un derecho. El
gran problema es si casi todas las fichas son apostadas a
la “justicia” y a las “exigencias” al gobierno.
En todos estos años, el PSTU
se ha adaptado brutalmente a la lógica sindicalista y también
al atraso de la conciencia de gran parte de los trabajadores
brasileños. Así, no ha tenido una práctica sindical muy
distinta de las demás fuerzas políticas. Es decir, una práctica
totalmente superestructural, en la estratosfera de
los aparatos de los sindicatos, que en estos largos años de
estabilidad se han ocupado de gestionar por arriba las
actividades sindicales sin que las bases tuvieran arte
ni parte.
Pero ahora la situación es
otra. La crisis exige de las corrientes socialistas
revolucionarias una acción más política y de hacer
comprender a los trabajadores que sin luchas no habrá
victorias. Ambos supuestos han estado ausentes en la
pelea contra los despidos de Embraer. Si la dirección no
cambia sus tácticas, llevará a una derrota, un hecho que
tendría una inmensa y negativa repercusión en todo Brasil.
La política del PSTU al frente del
sindicato
Veamos, por ejemplo, lo que
dice al respecto, José Maria
de Almeida (Zé María), principal dirigente del PSTU en
Conlutas, en el sitio web del Sindicato de Metalúrgicos de
São José dos Campos:
“En esta audiencia
[judicial] al constatarse la continuidad del impasse entra
la empresa (que insiste en mantener los despidos pagando
apenas un abono a los despedidos) y los sindicatos que
mantienen la exigencia de reintegrar a todos, el presidente
del Tribunal hizo una propuesta. Se trata de una
propuesta ruin en sí misma. Es una combinación de
suspensión temporaria del contrato de trabajo (los
trabajadores continuarían recibiendo parte de su salario
por un año) combinada con una indemnización... y otros
beneficios para los trabajadores. Sin embargo, esta
propuesta significaría una gran derrota para la empresa,
que sería obligada a volver atrás...” (Sitio web del
Sindicato, www.sindmetalsjc.org.br, 15/03/09, subrayados
nuestros)
¡Esto es el despido en “cámara
lenta”. ¡O sea, ya está preparada (y “justificada”)
la derrota... pero de los trabajadores!
Frente a esto, hay que
responder algunas preguntas: ¿Por qué, pasado casi un
mes de los despidos, el Sindicato no organizó
ninguna medida de fuerza? ¿Por qué, en cambio, hasta
ahora, ha privilegiado “acciones” como el acuerdo con
las centrales burocráticas y las “exigencias” a Lula?
¿Por qué no convoca un Encuentro de bases en
solidaridad con los trabajadores de Embraer, que
lance una verdadera campaña contra los despidos y por la
reestatización de la empresa sin indemnización y bajo
control de los trabajadores?
Un “punto frágil”: los obreros no se
movilizan
Pero Zé Maria dice más
cosas: “No podemos saber si el proceso va a ir en ese
sentido o no. Tenemos un enorme punto frágil en todo
eso, que es el hecho de que los trabajadores afectados no
están movilizados, en huelga. Por el contrario, están
muy paralizados [acuados] hasta el momento.”
(Sitio web, idem..)
¿Qué propone el dirigente
del PSTU y Conlutas para salir de esta parálisis?: “En el
caso que se confirme esta hipótesis, este proceso va a
subir al TST [Tribunal Superior del Trabajo] y tendrá
nuevamente una fuerte visibilidad... En este cuadro, gana
importancia buscar acordar lo más pronto posible
audiencias públicas en el Senado y la Cámara [de
Diputados]... También precisamos otras iniciativas
dirigidas al presidente de la República, tal vez a
partir de esas audiencias públicas... [hacerles] exigencias
fuertes para que sean tomadas medidas concretas...”
(Sitio web, idem..)
Las palabras de José María
dejan claro que, a pesar de identificar un “punto frágil”
–la no movilización, la pasividad de
los trabajadores–, toda su preocupación y las medidas que
propone se limitan a cómo apelar en la justicia, y llevar
sus pedidos –o “exigencias”– al parlamento y a Lula.
Un botón de muestra
Veamos un último y definitivo
testimonio: la crónica del acto por el reintegro de
los despedidos y la reestatización de Embraer:
“Cerca de 200 personas
–informa el mencionado sitio web– llenaron hoy el
auditorio Mario Covas, en la Cámara Municipal de São José
dos Campos, donde se realizó el acto por la readmisión de
los 4.270 despedidos de Embraer. El evento marcó también
el lanzamiento de una campaña por la reestatización... Al
final del encuentro, quedó decidido realizar una reunión
para la formación de un comité que iniciará nacionalmente
la campaña. Organizado por Sindicato Metalúrgico de São
José dos Campos y por Conlutas, el acto contó con la
participación de trabajadores de Embraer y reunió a
decenas de entidades del movimiento sindical, la Pastoral
Obrera de San Pablo, centrales sindicales (Conlutas,
Intersindical, CTB y CGTB) y partidos políticos (PSTU y
PSOL).” (Sitio web, idem..)
Hagamos cuentas: El 80% de los 22.000
obreros de Embraer trabajan en São José dos Campos. De ellos, más de 4.200 fueron despedidos.
Pero el acto que se hace por su reintegro sólo reúne
“cerca de 200 personas”. En este acto, además
participaban “decenas de entidades del movimiento
sindical, la Pastoral Obrera... centrales sindicales...
partidos políticos”... Evidentemente, los únicos
que no estuvieron, fueron los interesados... la masa
de obreros de Embraer...
El “punto frágil”
de Zé María –la no movilización de los trabajadores–
es entonces mucho más que un “punto”: es el problema
clave, en relación al cual el PSTU no tiene política
para revertirlo. Y si los metalúrgicos de São José dos Campos no se movilizan
masivamente, será imposible la victoria.
No estamos en contra, como táctica,
que se hagan “exigencias” a Lula y demás gobiernos
burgueses. Pero esto no puede convertirse en estrategia,
como hace el PSTU. La exigencia siempre debe tener un claro
objetivo: ayudar a desenmascarar ante los trabajadores a
dirigentes o gobiernos en los que confían. La medida de
esto es si ayuda a la clase a movilizarse.
El problema es que las práctica
del PSTU transforma la exigencia en una estrategia, cuya
consecuencia es que los trabajadores continúen pasivos,
a la espera de que Lula o las cámaras o el TST reviertan el
ataque.
¡Cambiemos de rumbo ya!
Desde hace más de un año,
hemos discutido con los compañeros del PSTU la necesidad de
un verdadero Encuentro de Bases para que podamos, todos
juntos, revertir la ofensiva de las patronales apoyada cínicamente
por Lula y los burócratas sindicales. Lamentablemente,
Conlutas ha preferido hacer acuerdos por arriba con las
centrales burocráticas.
Por eso, en un acto realizado
ante Embraer, se pudo ver, en el carro de sonido, una escena
hasta hace poco inconcebible: con Zé María estaban
Paulinho de Força Sindical (presidente de la central
más de derecha y neoliberal de Brasil, diputado del partido
burgués PDT y conocido ladrón de dineros públicos) y
Jurana (también de la corrupta Força Sindical). Junto a
ellos estaban los dirigentes de la CGTB y UGT, otras dos
centrales ultraburocráticas que junto a Força Sindical
tienen una larga historia de traiciones a los trabajadores. ¡Estaban
todos en ese acto! ¡Todos... menos los trabajadores de
Embraer!
Frente a esto, hacemos una vez más un llamado al PSTU y al conjunto de la
dirección de Conlutas, al mismo tiempo que nos colocamos a
entera disposición para comenzar a resolver la falta de
movilización de los trabajadores.
Reiteramos que, a nuestro modo
de ver, esa campaña debe comenzar inmediatamente con
panfletos, afiches, agitación en fábricas y barrios
obreros de cada punto del país y, en especial, de São José dos Campos.
Por último, diferimos de lo
que afirma Mancha –principal dirigente del sindicato y
militante del PSTU– en el citado sitio web: que la huelga
estaría al orden del día si del proceso judicial no
resultase nada.
Por el contrario, afirmamos
que es ahora que la huelga y la acción directa están
al orden del día. Esperar en la pasividad el fallo de la
“justicia” es sellar por anticipado la derrota. Será un
mazazo si se descarga sobre la cabeza de los obreros cuando
están desmovilizados. ¡Por el contrario, ya deberían
haber estado movilizados antes de los despidos! Es
responsabilidad del sindicato preparar a los trabajadores
para los enfrentamientos. ¡Eso no se hizo antes y no se está
haciendo ahora!
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