A
la izquierda clasista y a los luchadores independientes
Apoyar
las luchas y formar un bloque de clase
Es
un hecho no secundario que –a priori– las elecciones no
se presentan favorables para la izquierda, para
corrimientos hacia la izquierda o hacia la independencia de
clase de los trabajadores. En este sentido, el péndulo político
está en el otro extremo a lo ocurrido en el 2001 cuando la
importante elección de la misma (prácticamente 1.2
millones de votos) fue un reflejo del estado de ánimo de
amplios sectores. Reflejo que anticipó la explosión
popular de diciembre del 2001. En ese sentido, en todos
estos años, han funcionado las tendencias
“normalizadoras” cuyo subproducto es el hecho que se esté
lejos del famoso “Que se vayan todos”.
Pero
atención: el país camina a convertirse en un barquito en
la tormenta mundial del capitalismo. Tarde o temprano las
tendencias políticas y sociales podrían darse vuelta. Además,
incluso en el terreno electoral, el hecho es la inmensa
fragmentación que se va a expresar en las urnas, lo que
podría dar lugar a alguna brecha inesperada.
Un
signo de alerta es la situación en la fábrica Ford: la
patronal pretende despedir 330 compañeros contratados por
la empresa. El sindicato dice “rechazar esta
medida”… Independientemente de cómo termine esto, el
hecho es que ya no se trata de empresas menores o en el
interior del país: crece
la eventualidad de despidos masivos ahora en el cordón
industrial principal del país.
Además,
parece estar comenzándose a esbozar una tendencia a mayores
luchas. El mejor ejemplo de esto hoy es la
rebelión que se está viviendo en el gremio de la Carne.
Se trata de un gremio históricamente debilitado y
fragmentado que hace años no vive un verdadero proceso de
lucha con irrupción de la base. De ahí la importancia que
tuvo la marcha de la semana pasada al Ministerio de Trabajo
y donde participaron 2.000 obreros reales de “carne” y
hueso (hace dos décadas que no se ve una movilización así
en el gremio): la marcha de trabajadores de la industria más
importante desde la del SMATA de noviembre pasado. A esto se
le debe agregar la reciente lucha en la autopartista de zona
Norte Pilkingdom, Massuh en la zona Sur, IVECO en Córdoba,
etc., luchas que deben tener una tribuna jerarquizada en el 1º de Mayo que se
viene.
Esto
sirve a modo de ilustración del principal interrogante para
la izquierda revolucionaria hoy: hasta cuándo estarán
mediatizadas las luchas obreras y populares en el país.
Vienen estándolo desde hace un par de años. El 2008 estuvo
dominado por la lucha del “campo”. Pero esto no puede
seguir eternamente. La crisis mundial puede terminar imprimiéndole un giro de 180 grados a
las tendencias políticas en el país.
Para
esto hay que prepararse: para
ser parte íntima de la escalada de las luchas que se pueden
venir; para impulsar el desborde a las burocracias de la CGT
y la CTA que han venido trabajando para “adormecer” la
respuesta obrera ante la crisis; para que se produzca un
salto en calidad en el proceso de recomposición de la
vanguardia obrera que sigue teniendo como uno de sus
principales mojones experiencias como la del SUTNA San
Fernando, el Cuerpo de Delegados del Subte, las opositoras
del SUTEBA, etc.
Al
servicio de esto mismo debe estar la campaña electoral de
la izquierda independiente. Impulsar con todo las luchas en
curso, denunciar el ajuste que se viene de la mano de todas
las fracciones políticas patronales, colocar el planteo de
que frente a la crisis fenomenal del capitalismo la salida sólo
puede venir de la mano de la clase obrera y el socialismo. Todo
esto por la vía de un bloque de clase que todavía hay
tiempo para poner en pie entre los compañeros del PO, el
PTS y nuestro partido, el Nuevo MAS.
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