Entre
el PO, el PTS y el Nuevo mas
Hace
falta un frente de la izquierda clasista
Por
José Luis Rojo
En
las últimas semanas se han realizado un conjunto de
reuniones entre el PO, el PTS y el Nuevo MAS (IS también
participó, cuestión que veremos más abajo) con la
eventualidad de poner en pie un frente electoral. En las
mismas no están incluidos, por razones obvias, la CCC y el
MST. El primero, luego de tanto verso antielectoral
votoblanquista… parece haber colocado a Alderete en las
listas de la Carrió. El segundo, después de coquetear
interminablemente con la centroizquierda y sin lograr que ésta
“le tire un hueso” (ni tampoco integrar en sus filas algún
candidato campestre) habla ahora de “anticapitalismo”
después de haber capitulado –con armas y bagajes– a la
patronal agraria que encarna la variante más ortodoxa de
ajuste de la economía nacional…
Retomando,
básicamente dos fueron las reuniones realizadas
“oficialmente” más allá de una serie de citas,
llamados telefónicos, etc. que todavía continúan.
Fraternalmente, queremos dar cuenta entonces de estas
discusiones en curso.
Los problemas políticos
Desde
el punto de vista político, en la primera reunión no
parecieron expresarse mayores problemas (salvo el caso específico
de IS que tratamos más abajo). Es verdad que en ella
expresamos nuestro interrogante acerca del planteo
“anticapitalista” general de los compañeros del PO. Es decir, se trata de un
planteo que puede decir mucho o… no decir nada. El hecho
es que si estuviéramos en Europa, donde está pegando de
lleno la crisis, seguramente este planteo tendría elementos
de delimitación de clase e independientes que eventualmente
no habría que colocar de manera específica.
Sin
embargo, esta discusión la estamos procesando entre
corrientes revolucionarias en Argentina donde hay grupos
como el MST que también llaman a una campaña electoral
“anticapitalista”… y sin embargo vienen apoyando sin
ningún problema a la patronal agraria. En este sentido,
desde el Nuevo MAS, no nos oponemos de ninguna manera a que
un eventual frente de la izquierda clasista tenga entre sus
perfiles el anticapitalismo. Más aún, en las condiciones
de la crisis capitalista histórica que se está viviendo,
esto sería ridículo (si mal no recordamos era al PO, al que
no le gustaba hacer planteos “ideológicos”…).
Sin
embargo, creemos que el elemento central
de delimitación debe ordenarse alrededor de un
planteo de independencia de clase frente a todos los bandos
capitalistas. Es decir, transformar en un claro programa
la ubicación de izquierda “Ni, Ni” que tuvimos (en términos
generales) tanto el PO (en puridad, de manera más
centrista), como el Nuevo MAS (levantando la Carpa Roja) y
el PTS durante la crisis del campo. Esto, al tiempo que se
levanta un claro programa con consignas obreras para que la
crisis la paguen los capitalistas.
Subordinado
a lo anterior, hay otro problema político. También IS ha
venido participando de estas reuniones. La contradicción es
que como todos saben, esta corriente fue “campestre” en oportunidad del conflicto agrario. ¿Qué
hacer entonces? No es verdad como dicen los compañeros
–en una carta que recientemente hicieron pública– que
desde el Nuevo MAS estemos “vetando la candidatura de
Olivero en Córdoba”. En todo caso, es un problema real
que la misma Olivero fuera vocera de posiciones de apoyo a
los campestres en su provincia con una amplitud mucho mayor
que la propia IS porque es diputada provincial. Esto no
quiere decir que “vetemos” la participación de IS en un
eventual frente. Pero creemos que sólo se podrá avanzar en
el caso que asuman un claro programa que tenga como elemento
categórico y central una delimitación de clase de ambos
bandos patronales: tanto respecto del gobierno K como de la
Mesa de Enlace (y también se debería incluir a los
“pequeños” productores capitalistas de la FAA...).
¿Un
frente PO-PO?
Sin
embargo, en la segunda reunión toda la negociación se
“trabó”. El hecho cierto es que el PO planteó
encabezar todas las
candidaturas de importancia. Es decir, las demás
corrientes deberíamos hacer campaña no por un verdadero
frente sino por Pitrola, Altamira y Ramal…
En
un reciente artículo Altamira ha intentado justificar esta
posición. No lo vamos a seguir por todos sus meandros. Sólo
colocar un problema de fondo: los frentes únicos (en
cualquier terreno que ellos sean) se
hacen para sumar fuerzas. Es decir, se llevan adelante
porque las solas fuerzas no alcanzan para enfrentar al
enemigo de clase. Son una necesidad: si así no fuera siquiera
se plantearía el problema…
El
problema está planteado –entre otras razones– porque es
un hecho objetivo que ninguna corriente de la izquierda
puede aducir –sobre bases ciertas– ser “hegemónica”
prácticamente en ninguno de los terrenos en los que se
desarrolla la lucha de clases y política
nacional. Esto no quiere decir que no haya –efectivamente
los hay– tamaños diferentes de corriente a corriente que
haya que tener en cuenta. En ese sentido, no tenemos ninguna
necesidad de desconocer que el PO es la corriente más
grande de las cuatros que estuvimos sentadas en la mesa.
Pero
esta falta de hegemonía, o la incapacidad de resolver una
sola corriente por sí misma los problemas, se expresa más
“dramáticamente” si se quiere en el terreno electoral
donde a diferencia de las luchas, mas bien todas las
corrientes somos lamentablemente más o menos marginales.
Las diferencias en votos son de 0 coma…
El
PO tiene una contradicción: postula un frente consigo
mismo… sólo para dejar irresuelta la tarea siquiera de desplazar a Vilma Ripoll del lugar
que tiene de principal figura de la “izquierda”… Esto
por no hablar de la ristra de mediaciones electorales de la
centroizquierda tipo Solanas o una suerte de variante
“autonomista” como Zamora.
En
estas condiciones, desde el Nuevo MAS lo que planteamos es
que las principales candidaturas del frente –Capital y
Provincia de Buenos Aires– debían estar repartidas entre
las principales fuerzas del frente. A nuestro modo de ver el
PO (por ser la corriente más grande) debía elegir primero,
luego el PTS
y luego el Nuevo MAS. También debía respetarse una
proporcionalidad en el intercalado de candidatos debiendo
tener el PO más candidatos.
Hasta el 28 hay tiempo…
En
definitiva, no nos parece correcto como método el mirar el
propio ombligo (esto vale no sólo para el PO) desconociendo
los parámetros que coloca la realidad. Tampoco nos parece
útil el estilo de andar corriendo hasta el último segundo
el día 28 (fecha de cierre de las alianzas) cuando las
cosas se pueden y se deben hacer con cierta antelación. Sin
embargo, nos atenemos a las condiciones de la realidad: estamos
abiertos a continuar las discusiones sobre un frente de la
izquierda clasista hasta el último minuto. Eso sí:
sobre bases políticas y metodológicas coherentes.
El PTS también hizo lo propio.
El Nuevo Partido Anticapitalista en Francia busca
recoger este perfil, aunque haciéndolo de una manera
reformista y en gran medida con
cero delimitación de clase indicando que incluso en
Europa se deben combinar ambas coordenadas.
Un ejemplo histórico –y extremo- de este tipo
necesidad fue el planteo de frente único de los
bolcheviques a la socialdemocracia que tenía -ni más
ni menos- que las manos manchadas de sangre por el
asesinato de Rosa Luxemburgo…
En la experiencia de las últimas décadas sólo el
viejo MAS llegó a tener esa ubicación dentro de la
izquierda habiendo llegado a sumar prácticamente 10.000
militantes… sólo para desbarrancarse inmediatamente
después. Ni por las tapas alguna corriente de la
izquierda en el país llega
a arañar hoy siquiera la décima parte de esta cantidad
de militantes políticos.
Digamos que en la citada reunión el PTS no hizo un
planteo de conjunto al respecto…
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