EL
PTS en un giro oportunista
De
las "coordinadoras" al encuadramiento en la CTA
Por
José Luis Rojo
La
ubicación del PTS frente al paro de la CTA tiene que ver
con un problema más de fondo: la caracterización que de alguna manera, en el interior de la CTA, se
estaría canalizando el proceso de recomposición de la
vanguardia de los trabajadores. Acá hay como una parábola
característica: estamos ante una corriente que se la pasó
agitando –como una suerte de “mantra” para toda
circunstancia de tiempo y lugar– la necesidad de la
“coordinación” solo
para terminar ahora de hecho llamando a todo el mundo a
cerrar filas con la CTA!
De la CGT a la CTA
No
es casual entonces que en las páginas de su última edición
estén anunciando –por boca del compañero Alejandro López
y sin ningún tipo de alerta al respecto– el debate que se
estaría abriendo paso entre los trabajadores de Zanón: sumarse a la CTA.
En la misma edición se informa cómo recibió el secretario
adjunto de la CTA Neuquén, Edgardo Cherbavaz, la noticia:
“positiva,
muy positiva, y nos llena de satisfacción”…
Acá
hay varios aspectos delicados a delimitar. Por un lado,
existen efectivamente situaciones de hecho: la salida del
Cuerpo de Delegados del Subte de la UTA (y, de hecho, de la
CGT) dejó colocado
el problema de su ubicación ulterior. Aquí el problema
es el del reconocimiento de la personería del nuevo
sindicato que han decidido formar (y del cómo poder
negociar “legalmente” con la empresa tanto el día a día
como los salarios, convenios, etc.). Esta cuestión es la
que está metiendo “presión” en el sentido de que todo
un sector de la dirección del Cuerpo de Delegados estaría
planteando el ingreso liso y llano en la CTA como forma de
resolver este problema.
Más
allá que de esta manera se resolviera o no la cuestión, y
también del hecho que cómo mínimo habría que alertarle
a toda la base del subte acerca del carácter burocrático
de la dirección de la CTA, ahora la novedad es que
también Zanón ingresaría a la CTA como forma de resolver
su aislamiento…
Desde
ya que desde el nuevo MAS respetaremos
la decisión que en definitiva tomen los compañeros del
Subte o Zanón. Pero esto de ninguna manera quiere decir que
la compartamos o que dejemos de marcar las tremendas
contradicciones que pasos como estos pueden implicar.
No parece que el PTS esté haciendo lo propio…
La CTA es enemiga de las
experiencias independientes
El
curso que en definitiva tomen los compañeros del subte y
Zanón será decisión soberana de ellos. Sin embargo, no
puede de ninguna manera hacer perder de vista una cuestión
central: la dirección de la CTA se parece como
dos gotas de agua a la de la CGT en un punto
absolutamente central: están
jugados a destruir toda experiencia que emerja de
recomposición independiente de los trabajadores y que
cuestione su monopolio en la representación de los
trabajadores. Es decir: ante
todo son burócratas. Esta es su definición social más
allá de su prédica “progre” o reaccionaria. Este debe
ser un
alerta también
para los propios compañeros del Subte y Zanón.
Es
el caso evidente de los SUTEBAs combativos frente a los
cuales Baradel está preparando –en tiempo real– un
escandaloso fraude. Es el caso del Neumático: el año
pasado a Pedro Wasiejko no le tembló el pulso para reventar
un histórico conflicto –se perdió la asamblea general
por sólo 42 votos– aun a costa de debilitarse frente a la
patronal con tal de
tratar de liquidar la experiencia de la Marrón (que en
el futuro puede disputarle el gremio).
Además,
no hay como desconocer que entre las bases con tradición de
lucha de la misma central el odio a la dirección burocrática
es enorme y tiene años.
Es que la propia CTA surgió de la imposición de enormes
derrotas a comienzos de los años 90 como el “Maestrazo”
y no como la expresión burocrática pero de un justo
proceso de lucha y reorganización como fue el caso de la
CUT en el Brasil a comienzos de la década de los 80.
Llevar la pelea a todos los
gremios
Entre
la vanguardia de los trabajadores del país existe un
extendido pero todavía fragmentario proceso de experiencias de recomposición: el SUTNA San
Fernando, el Cuerpo de Delegados del Subte, los SUTEBAs
combativos, Zanón, etc. Efectivamente, no se trata todavía
de un proceso generalizado. Su punto de apoyo más objetivo
es la nueva generación que entró a trabajar en los últimos
años. Este proceso se expresa, básicamente,
donde se desatan luchas y no remite a ninguna central en
particular. Una muestra de ello son las luchas recientes
en Massuh y Pilkintong formalmente encuadradas en la
corriente “barrionuevista” de la CGT.
Pretender
entonces –como parece ser ahora el
PTS– circunscribir el proceso mismo de la recomposición a los gremios
agrupados en la CTA a lo más que se parece es a un desastre político que dejaría por fuera todo lo demás.
También
lo sería el pretender que sólo “por adentro” de esa
central se podría dar expresión a este proceso. Claro que
hay que militar donde están los trabajadores: esta es una irrenunciable
obligación frente a la cual no se pueden contraponer
sindicatos u experiencias “rojas”: eso sería un
infantil
ultraizquierdismo.
Pero
esto sólo puede querer decir –hoy por hoy– que hay que
militar indistintamente
en la CGT, la CTA y los gremios que agrupan. Que en todos
los casos, para los pasos a dar, se
impone el análisis concreto de la circunstancia concreta.
Que lo que sí es obligatorio en todos ellos es impulsar
el desborde a la burocracia y sus “cuerpos orgánicos”.
Que en todos los casos hay que recuperar
las instancias de organización de los mismos (comisiones
internas, cuerpos de delegados y los mismos sindicatos
enteros) en una perspectiva independiente.
Construir una corriente
clasista
En
el marco anterior, no se nos escapa la existencia de una
serie de instancias “en las alturas” que podrían
liberar fuerzas: los fallos de la Corte respecto de la
cuestión de libertad sindical; la pelea de la CTA por su
reconocimiento que podría romper el monopolio de la CGT y
abrir también grietas hacia abajo; el hecho de que en
varios lugares se está planteando la formación de nuevos
sindicatos que a la vez podrían decidir eventualmente su
ingreso a la CTA que de alguna manera es vista como “menos
mala”, etc.
En
todo caso, si estas tendencias cristalizan y por las razones
que sean terminan canalizándose vía la CTA, habrá
que darse una orientación política específica. Pero
esto es, hoy por hoy, música del futuro. De lo que se trata
hoy es de dar la batalla por un proceso de reagrupamiento
clasista que exprese estas tendencias hacia la recomposición
de la vanguardia de los trabajadores
por
encima de las fronteras de una u otra central, no sólo al
interior de la CTA.
Esto
es lo que está planteado hoy: disputar las comisiones
internas, disputar las seccionales y disputar los mismos
sindicatos como es el caso del SUTNA, al tiempo que se va poniendo en pié una corriente clasista que
atraviese –a lo largo y lo ancho– lo mejor de estas
experiencias en la perspectiva de un nuevo movimiento obrero
clasista y revolucionario.
[1]
A nuestro modo de ver, está claro que circunstancias
distintas no pueden dejar de implicar cursos de acción
diversos. Sin embargo, no deja de sorprender cómo
el PTS da volteretas en el aire sin detenerse un segundo
a dar cuenta de las mismas. En esta corriente se ha
hecho habitual la práctica instrumentalista de
“haz
lo que yo digo pero no lo que yo hago”…
[2]
“Queremos anunciar que desde la Comisión Directiva del Sindicato
Ceramista tomamos la propuesta que nos han hecho los
compañeros y compañeras de la CTA hace una semanas en
este mismo lugar: que nos abrieron las puertas de la CTA
para que nuestro sindicato pueda ingresar”.
Alejandro López, Secretario General Ceramistas de Neuquén,
La Verdad Obrera, n°327.
[3]
La Verdad Obrera, ídem.
[4]
Sin entrar en cuestiones acerca de la orientación que
deben adoptar los compañeros del subte, aquí cabe una
delimitación elemental: una cosa es verse forzado a ingresar a una determinada central sindical porque las
circunstancias así lo imponen. Otra muy
distinta es hacerlo dándole
apoyo político a su dirección burocrática, como
lamentablemente parece ser la posición entre algunos de
los dirigentes del cuerpo de delegados del subte. Si este no fuera el caso, no
se explica porque en una reciente reunión realizada por
el Cuerpo de Delegados del subte
participó, gratuitamente, ni más ni menos que Pedro
Wasiejko…
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