Socialismo o Barbarie, periódico Nº 154, 03/07/09
 

 

 

 

 

 

El día después

Hacia duros choques de clase

Hasta el 28 hubo un acuerdo tácito entre la patronal y el gobierno de postergar despidos y aumentos. Además, el gobierno también vino postergando medidas de ajuste fiscal. Para colmo, el anunciado rebote de la economía mundial y acerca de que la crisis habría tocado ya su “piso” y comenzaría la recuperación, ha sido hecho más mirando a los inefables “mercados” que a los datos puros y duros que vienen de la economía real mundial.

Sin embargo, pasadas las elecciones, se vuelve al terreno real: aumentos de precios de productos de la canasta básica y del combustible; negociaciones paritarias retrasadas y muy duras con circunstancias de empresas como Techint que plantean una rebaja del 15% de los salarios de los trabajadores en sus empresas; un previsible redoblamiento de la oleada de despidos y cuestionamientos a la continuidad de la estatización parcial de la papelera Massuh (así como en encontrar una salida para Mahle en Rosario); la patronal agraria que previsiblemente volverá a la carga con la reducción de las retenciones justo en momentos en que los precios de las materias primas han tenido una cierta recuperación; necesidad de poner las “barbas en remojo” en materia fiscal en momentos en que cae la recaudación.

En fin, lisa y llanamente, las medidas de ajuste comenzarán a ser aplicadas por el mismísimo gobierno K. Pero no se trata sólo de esto: se trata que el programa de la oposición patronal está más a la derecha aún del ajuste K que se viene.

Es que a pesar del permanente rol de las burocracias de la CGT y la CTA en el sentido de administrar la crisis sin que exploten conflictos de magnitud, esta misma administración de la crisis está en riesgo dado que los actores exitosos de estas elecciones expresan otras recetas más duras para enfrentarla, menos “mediadoras” para hacerle pagar la misma a los trabajadores.

Pero es precisamente aquí donde se abre un tremendo interrogante: este sistema de partidos políticos patronales fragmentado, donde no está para nada garantizada la continuidad de Cristina K hasta el 2011 al tiempo que todavía no está madura del todo realmente ninguna opción patronal opositora y en las condiciones de que todo empuja para que desaten un brutal ajuste sobre los trabajadores, ¿cómo caerá entre la clase obrera?

Nuestro pronóstico es categórico: a pesar del voto conservador en estas elecciones, la eventualidad de un duro ajuste económico en un contexto de persistente división en las alturas, puede provocar un estallido de bronca popular y luchas obreras de enorme importancia.

Ni la situación mundial, ni la regional, siquiera el hecho de que la normalización del país si bien reabsorbió la rebelión popular en ningún momento significó derrotas de magnitud (mas bien se viene de triunfos como Massuh y Pilkington) preanuncia en el horizonte choques de clase y sociales de enorme magnitud.

En ese sentido, estas elecciones no han cerrado nada. Mas bien han abierto un proceso donde estará en juego un intento de normalización conservadora del país que habrá que ver si es exitoso o no. Proceso que a nuestro modo de ver no dejará de ser enormemente convulsivo y nos permitirnos incluso dudar que tenga éxito.

Más que nunca Frente de Izquierda

Junto a la nueva generación obrera, juvenil, estudiantil que emerge y toda la franja de la izquierda que apoyó al Frente de Izquierda (que hizo una muy buena elección en Provincia de Buenos Aires y Córdoba) y/o opciones de la izquierda independiente, debemos prepararnos para esta pelea que está por delante manteniendo la conquista que ha significado el mismo Frente de Izquierda reafirmando su continuidad y dando pasos hacia la construcción de un gran partido socialista revolucionario en nuestro país. Para estas tareas te llamamos a sumarte a nuestro partido: el nuevo MAS.