El
fracaso del “diálogo” en Honduras
Crónica
de una muerte anunciada
Por
José Luis Rojo
Finalmente,
el martes pasado terminó de confirmarse lo que a todas
luces era una evidencia: el
camino del “diálogo” con los golpistas impulsado desde
el gobierno de Obama, la OEA, el presidente de Costa Rica
Oscar Arias, pasando por Lula y Cristina K hasta Chávez y
Morales ha terminado en un rotundo fracaso.
Sencillamente, Micheleti y los demás poderes del Estado
hondureño (FFAA, Corte Suprema, Congreso) luego de darle
–maniobreramente– largas y más largas al asunto han
rechazado de plano la reinstalación –aún
condicionada–
de Mel Zelaya en el gobierno.
Este
fracaso deja toda una serie de enseñanzas que a la vez
confirma la justeza de los planteos de las corrientes que
dijimos –desde el principio y en el terreno mismo de la
resistencia hondureña como es el caso de nuestros compañeros
del PSTH integrantes de la corriente SoB Internacional– que el susodicho “diálogo” era una trampa que sólo estaba
legitimando a los golpistas y dándoles tiempo precioso para
que se consolidaran en el poder.
La
maniobra ha sido evidente: el “condenar” a los golpistas
y exigir la “restitución” de Zelaya sin
que lo propio sea seguido por ninguna medida y consecuencia
práctica está claro que de ninguna manera podría
obligar a los gorilas a salir del poder.
Cómo
hemos escrito en estas páginas este es el típico e histórico
límite de las “condenas” e invocaciones “democráticas”
de las democracias burguesas frente a los golpes o el
fascismo: la condena
en las palabras sin ser seguidas por ningún paso práctico
no podría servir ni para hacer retroceder a los golpistas
ni, por caso, para que ahora Uribe en Colombia gire sobre
sus pasos respecto de las siete bases yanquis.
Está
claro que al dramatismo de esta situación impacta de lleno
sobre la vergonzosa “estrategia” que ha seguido al
respecto el chavismo y todo el reformismo continental (melismo
incluido): apostando todo a la negociación, no
han movido un dedo ni convocado a una sola movilización
seria ni en sus países, ni menos que menos a escala
continental contra los golpistas. Esto es una vergüenza,
mas aún cuando la tradición antigolpista está tan
presente entre los explotados y oprimidos de Latinoamérica.
Al
mismo tiempo, este fracaso no puede dejar de tener
consecuencias en la misma Honduras. Coincide con un cierto
“desgaste” de la resistencia que luego de prácticamente
dos meses de estar en las calles está viviendo como unos días
de “reflexión” acerca de cual debe ser la estrategia más
correcta para tirar abajo a los golpistas.
Aclaremos
inmediatamente que esto para nada significa que el clima político
general de repudio a los gorilas haya retrocedido un centímetro
ni que día tras día se siga manifestando la resistencia
popular como acaba de ocurrir, por ejemplo, con la ocupación de la Universidad Pedagógica Nacional de Tegucigalpa
donde nuestros jóvenes compañeros de la Juventud
Socialista del PSTH (recientemente conformada) están
cumpliendo un importantísimo papel.
En
definitiva, el mismo fracaso de las gestiones por arriba
plantean que hay que redoblar la exigencia acerca de la
convocatoria a una verdadera
jornada continental de lucha de masas, así como
redoblar la batalla política en la misma Honduras acerca de
que se trata de no abandonar, sino por el contrario
profundizar el
terreno de lucha de masas hacia la huelga general en el país.
Al servicio de estas mismas tareas es que se está colocando
la candidatura independiente de Carlos H. Reyes.
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