Remedios adulterados en la OSBA
Control de la OSBA por los
trabajadores bancarios y
de la Obra Social!
Castigo a los responsables!
Cuando en los medios de comunicación ya se eliminó
a la pandemia de la gripe A, el dengue es un peligro del
verano al que hay que combatir tirando el agua de los
recipientes, aparece la noticia de que la Obra Social
Bancaria Argentina entrega a sus afiliados remedios truchos.
Pero no sólo la Bancaria, también hay otras obras
sociales... y no faltan tampoco las denuncias en
establecimientos públicos.
Además de los virus que nos azotan y el sistema de
salud colapsado, lo que nos dan para que nos curemos, es
agua inservible.
El kiosquito de
Zanola
Durante los últimos años hubo un vaciamiento de la Obra
Social que se traslució en la privatización de algunos servicios,
el hundimiento de otros y el empeoramiento absoluto de la
prestación de la atención médica y de las condiciones de
trabajo para sus empleados.
Todo esto propiciado por la dirección
de la Obra Social, ya que ni los mismos bancarios “nuevos” se
afilian a la misma, ya que por el mismo descuento, cuentan
con otras obras sociales, como Jerárquicos Salud u OSDE.
En los negocios de Zanola
la Obra Social pasó a ser, no el único, pero tal vez uno
de los más redituables. Allí puso al frente a su señora,
Paula Aballay y su amigo Néstor Lorenzo, de la droguería
San Javier, proveía los medicamentos, que la mayoría de
las veces faltaban para las necesidades más extremas. Y no
sólo faltaban. Desde hace años empezaron a llegar
denuncias de que no eran medicamentos. Todas murieron en algún
cajón.
Hasta que llegó la presentación a la Justicia de la mano
de los opositores a Zanola en la Bancaria. El juez Oyarbide,
a cargo de la investigación, acumuló media tonelada de
medicamentos para analizar en dos allanamientos. Digamos que
media tonelada no se guarda en una heladera ni en un
container. Media tonelada de material sospechado es sinónimo
de legalidad total para acumularlo y entregarlo con total
impunidad. Así funcionaba el kiosquito del Sr. Zanola en el
Policlínico Bancario. A plena luz y sin ningún control.
Si para Zanola era un kiosquito no significa que no le
diera sus buenos réditos. Tanto o más como a los
laboratorios y los intermediarios que le hacían llegar los
fármacos hasta la distribución a los afiliados. La ruta
criminal de la adulteración no tiene límites y da miedo
tomar una aspirina.
APE y otras yerbas
Según explicó Carlos Leiva, secretario del Juzgado a
cargo de la investigación, la falsificación puede provenir
del contenido del medicamento o de la adulteración del
envase, introduciendo en el circuito de comercialización
medicamentos que tienen etiqueta de gratuitos.
La APE (organismo encargado de asistir a las obras sociales
para el caso de tratamiento especiales como cáncer o SIDA),
provee de estos medicamentos a las obras sociales. Su
presupuesto para el año es de $ 938 millones. Por el
control de esta caja es que “los gordos” amenazaron irse
de la CGT de Moyano hace algunos meses.
El mecanismo es que se les adelanta un subsidio, que la
obra social debe devolver en caso de no ser utilizado o
acompañar la documentación correspondiente a través de la
droguería. En este caso, el Sr. Lorenzo tenía un
fideicomiso de 6 millones de pesos para remedios y de 7
millones para atención médica con la Bancaria.
Leiva explicó un mecanismo utilizado: “...Lo
que hacen estos empresarios es comprar droguerías a punto
de quebrar, de modo que la APE no tiene a quién reclamarle
la devolución del dinero que adelantó. Estamos
investigando esto en unas cuantas droguerías”. (Crítica digital del 5/9)
Si los remedios además estaban adulterados, ¡pura
ganancia!!
¿Qué se dirime a
costa de la salud?
La señora Ocaña, renunciante ministra de Salud,
enfrentada a Moyano y los K y el Sr. Hugo Dessal, un buitre
salido de las entrañas zanolistas, son los promotores
visibles de las denuncias.
El señor Dessal, gremialista del Banco Nación promueve la
lista 9 Azul y Blanca, que lleva como candidato a secretario
general a Fontana, también de ese banco, para las
suspendidas elecciones del gremio que debían realizarse
este 23 de septiembre. Tuvo el cargo de secretario de
administración de la Asociación Bancaria hasta que en el
2007 rompió lanzas con Zanola.
Rompieron lanzas tirándolas contra los trabajadores del
Banco Nación. En ese momento éstos estaban en lucha por
aumento. Y como las bases empujaban y amenazaban desbordar,
Zanola impulsó el paro. No así Dessal, que estaba por
negociar con otro sector de la patronal que llamaba a un
compás de espera. Los dos se disputaban la negociación con
los empresarios y a los dos los unía el principio burocrático
de querer reventar el conflicto. Y lo lograron. Fueron
despedidos 6 integrantes del personal jerárquico, entre
ellos 5 gerentes, que no paraban desde el año 1958.
Los unió y los une la entrega de las luchas y las
conquistas de los bancarios. También la entrega de la
salud, ya que hasta ahora la “combativa” oposición al
actual secretario general no abrió la boca sobre las
condiciones de deterioro calamitoso de la Obra Social
Bancaria y se ocupa del negocio de la salud de los bancarios
con Jerárquicos Salud, de quien es uno de sus referentes.
Mientras tanto, trabajadores bancarios y de la Obra Social,
médicos, enfermeros y pacientes son víctimas de este
entramado infernal de negociados y corrupción contra su
vida y sus condiciones de trabajo.
¿Qué hacen los K y
la oposición?
Presionados por la escandalosa situación, desde el
gobierno han intervenido la obra. Su amigo Zanola está
moviendo todos los hilos para no caer preso. Tal vez continúe
libre y al frente del sindicato.
Pero lo que queda claro es que con Zanola, los empresarios
de las droguerías y laboratorios y el respaldo K se ha
consumado uno de los peores atropellos a la salud de los
trabajadores. Atropellos que se han hecho de manos de toda
la burocracia sindical ejecutora o cómplice de tamaños
negociados.
Ellos son los principales responsables de la muerte y la
desatención de miles de trabajadores y sus familias. De la
estafa a través de la contribución de una parte del
salario de todo trabajador.
Los controles de la SSS (Superintendencia de Servicios de
Salud), los de la SIGEN sobre ésta, las supervisaciones
parciales que puede realizar el ANMAT y las 400 denuncias
que llegaron allí, no sirvieron más que para acumular
papeles. Sólo crean mecanismos burocráticos que den la
imagen de control y transparencia. Control y transparencia
que son una fachada trágica del descomunal negocio de la
salud.
A raíz de este escándalo, desde la UCR piden una comisión
bicameral para investigar los hechos. Otros reclaman que se
apruebe la Ley de medicamentos, aprobada en Diputados y hace
un año que descansa en el Senado. De acuerdo esta Ley tiene
que haber un aval del ANMAT, el control de un director técnico
farmacéutico para la comercialización de las medicinas.
Todas estas opciones y otras más que surgirán de la boca
de políticos patronales y funcionarios, son taparrabos para
que todo quede igual cuando pase el alboroto.
Así lo expresa la Comisión Gremial Interna de la
Seccional Buenos Aires del Banco Provincia, cuando exige una
“Comisión integrada y elegida por los trabajadores de la
OSBA y de los distintos bancos para llevar adelante la
investigación y para poner en salvaguarda la salud de
todos, tomando la conducción de la misma. No se puede
depositar confianza en la Justicia y el gobierno”.
(Circular Nº 141)
Sólo la lucha y movilización de los trabajadores y su
control efectivo sobre las obras sociales, la expropiación
con control obrero de los pulpos de los laboratorios, puede
permitir empezar a recorrer el camino de poner la atención
de la salud como una necesidad para vivir y no como un lucro
para que burocracia, empresarios y funcionarios vivan mejor.
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