En estos días se ha vivido un verdadero
“festival” de convocatorias a plenarios sindicales de
parte de distintos sectores de la izquierda [2]. Están en
todo su derecho. Es decir, cada corriente de la izquierda
tiene derecho a armar su colateral sindical en el movimiento
obrero.
Sin embargo, a todas estas convocatorias es cómo
que les ha faltado algo: un planteo más de conjunto. Si de
verdad estamos a un paso de un giro histórico en la
organización de amplios sectores de la clase obrera, si,
además, en la actual coyuntura, de seguir profundizándose
el proceso de la lucha, podría pasarse a un plano más
“contraofensivo” en la pelea, entonces hace falta una
convocatoria de conjunto.
Y, en la actualidad, esto solamente podrían
hacerlo los compañeros del Cuerpo de Delegados del Subterráneo.
Está claro que en su interior conviven, a su vez, varias
tendencias. Existe un importante sector que,
lamentablemente, tiende de manera creciente a
“asimilarse” a una suerte de apoyo crítico a la CTA.
Esto podría ser una tragedia: entregarle a esta burocracia
“aggiornada” y de recambio (pero no por eso menos
burocracia) el proceso de recomposición para que lo
domestique sería un desastre.
Sin embargo, en el Cuerpo de Delegados del
Subte también hay otros sectores con posiciones más
independientes. Y, sobre todo, por la base, lo que existe,
es el justo reclamo de que se le reconozcan a los compañeros
su propio sindicato y no ninguna discusión de orden
“superestructural” alrededor de las bondades de pasar de
la CGT... a la CTA.
En estas condiciones, si de verdad incluso
todos los sectores del Cuerpo de Delegados sostienen que son
“independientes”, una convocatoria hecha hoy por ellos
sería un verdadero punto de referencia nacional que podría
poner en pie una referencia alternativa tanto a la CGT como
a la CTA. Porque ante un llamado del Subte seguramente miles
y miles de compañeros, delegados, internas e incluso
seccionales recuperadas acudirían a la cita que haría
“temblar” a propios y extraños. En un encuentro de este
tipo se podría discutir la estrategia para la recomposición
del movimiento obrero argentino, además de darle más
amplio alcance a la pelea por el reconocimiento del
sindicato de los compañeros del Subte, el impulso a luchas
estratégicas como la pelea de la Marrón en el SUTNA contra
la Violeta de Wasiejko, la extensión del trabajo en la
Alimentación a partir de Kraft, etc.
Es decir, no hay que dejar pasar un momento que
podría ser histórico en el quiebre del control de la
burocracia del movimiento obrero argentino y que si no tiene
una iniciativa de este tipo podría diluirse en intentos
solo fragmentarios.
1- Clarín, 12-11-09.
2 -Tanto el PO, como el PTS y el MST hicieron
sendas reuniones de sus corrientes sindicales...