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La Internacional de Chávez
Gato
por liebre
Por
Claudio Testa
Hay que reconocer que Chávez es un especialista en vaciar
de contenido o, directamente, invertir el significado de conceptos
fundamentales.
Así, proclamó la construcción del “Socialismo del
Siglo XXI” para, inmediatamente después, establecer que este peculiar
“socialismo” se va a construir con los empresarios. O sea, sin
expropiar a los capitalistas.
Luego, cuando la clase trabajadora comenzó a hacer
reclamos y a luchar por medio de sindicatos independientes del gobierno y
el estado, Chávez habló de formar “consejos obreros”. Claro que esos
peculiares “soviets” no iban a ser organismos democráticos de masas
(como los de la Revolución Rusa) sino organizaciones de chavistas para
terminar con los molestos sindicatos, especialmente en el sector público
o nacionalizado.
Posteriormente, el anuncio de constituir “milicias
populares” no tuvo nada que ver con organizar una Guardia Roja como en
1917, ni con las milicias de otras revoluciones, como las de España en
1936. Serían parte de las fuerzas armadas, para cuidar el orden.
Ahora, le tocó el turno a la Internacional.
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Del 19 al 21 de noviembre, se reunió en Caracas un “Encuentro
Internacional de Partidos de Izquierda”, donde
estuvieron presentes 55 organizaciones de unos 40 países.
Fue el prólogo del I Congreso Extraordinario del Partido
Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
En esas reuniones, Chávez lanzó “la propuesta de convocar a los partidos
políticos y corrientes socialistas a crear la V
Internacional Socialista como una nueva organización
que se adecúe al tiempo y a los desafíos que vivimos, y se
convierta en un instrumento de unificación y articulación
de la lucha de los pueblos para salvar a este planeta”.[1]
Posteriormente, se dio a conocer el “Compromiso de Caracas”, un
documento con las conclusiones y resoluciones del
Encuentro.[2] Este “Compromiso” finaliza diciendo
que “recibida la propuesta del Comandante Chávez de
convocar la V Internacional Socialista...
acuerda, a los efectos de concretarla en el corto
plazo, crear un Grupo de Trabajo conformado por
aquellos partidos y corrientes socialistas y movimientos
sociales que suscriben esta iniciativa, para preparar un
agenda... convocándose un primer evento constitutivo para
el mes de abril de 2010”.
Farsa
y tragedia en el “Encuentro” de Caracas
En este caso, es aplicable la tan citada frase con que Marx inició uno de
sus textos: “Hegel dice en alguna parte que todos los
grandes hechos y personajes de la historia universal
aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de
agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa.”[3]
En el caso particular de esta “V Internacional”, se da lo que dice Marx
pero en orden inverso. Aparecen primero los aspectos,
digamos, “surrealistas”... Luego su trasfondo más
serio.
Es que Chávez lanza la fundación de la V Internacional en un
“Encuentro” conformado por organizaciones tales como el PJ
(Partido Justicialista) de los Kirchner; el PT
(Partido de los Trabajadores) de Lula; el PRI
(Partido Revolucionario Institucional), responsable de
mil crímenes contra los trabajadores y el pueblo de México
y que hoy de hecho cogobierna con Calderón; Al Fatah,
la corrupta organización del “presidente” palestino Mahmoud
Abbas, a sueldo de EEUU e Israel; el PCCh (Partido
Comunista Chino), que restauró el capitalismo más
salvaje y que, bajo la consigna “hacerse rico es
maravilloso”, convirtió en millonarios a gran parte de
sus dirigentes, etc., etc.
No hay necesidad de seguir con la lista, para darse cuenta de que es más
propio de Groucho Marx que de Carlos Marx proponer a
semejantes partidos la fundación de una “V
Internacional” para instrumentar “una estrategia común
en la lucha contra el imperialismo y la superación del
capitalismo por el socialismo” y consumar así la tarea
que las cuatro anteriores Internacionales no pudieron
cumplir, porque “se quedaron en el camino por distintas
razones”.[4]
Pero esto tiene también su costado serio e incluso trágico. Es que el
nacionalismo burgués de Chávez enfrenta dificultades
crecientes, tanto al interior del país como a nivel
internacional. Si no se desarrolla a tiempo una alternativa
obrera y popular a su izquierda, la resultante puede ser
el triunfo de fuerzas a su derecha.
Una
situación difícil para Chávez
Se está cumpliendo un proceso típico, que vimos en el siglo XX con regímenes
similares en América Latina, Asia y África. Muchos de
ellos también se proclamaron “socialistas”, aunque
igual que Chávez jamás traspasaron los límites del
capitalismo. Hoy se presenta el mismo mecanismo: el régimen
enfrenta crecientes presiones a su derecha y a su izquierda.
Es decir, desde el imperialismo y los sectores burgueses
locales, por un lado, y desde la clase trabajadora y las
masas populares, por el otro.
Su papel de “árbitro” capaz de satisfacer y/o mediar entre unos y
otros, se le va haciendo cada vez más difícil. Hoy un
motivo principal de esas dificultades es la crisis económica
mundial, que golpea a una Venezuela que, con el
“Socialismo del Siglo XXI”, no ha cambiado ni su
estructura productiva ni sus relaciones con el mercado
mundial. ¡Sigue siendo esencialmente la misma “Venezuela
saudita”, que vive pendiente de la oscilante “renta
petrolera”... y de la disputa feroz por su reparto entre
las distintas clases y sectores sociales, incluyendo la
burocracia estatal!
Pese a los aires “socialistas” del régimen, en esta disputa agudizada
por la crisis, vienen perdiendo la clase obrera y las masas
populares. Como lo demuestran las mismas estadísticas
oficiales, “quien más ha aprovechado el crecimiento, ha
sido la casta rentística y especuladora de la burguesía
criolla... La plutarquía ha podido hacer pingües negocios
y ha sabido filtrar la renta, exprimiendo más al
trabajador... A medida que creció la renta nacional, la
burguesía se ha apropiado más y más del producto”.[5]
En ese contexto, el chavismo añade también los otros problemas que
contribuyeron a la crisis de las anteriores experiencias
nacionalistas burguesas, como la fenomenal ineficiencia y
corrupción de los administradores “socialistas” del
estado, de las empresas nacionalizadas y de los programas de
asistencia social. La ausencia de democracia obrera y
socialista impide cualquier control y gestión eficaz.
Las consecuencias son que los sectores sociales sobre los que se apoyó
inicialmente Chávez, están girando a la desilusión y el
descontento. Así, corre el peligro de quedar cada vez más
“en el aire”.
Esto es visible, en primer lugar, en sectores de la vanguardia obrera, que
vienen chocando crecientemente con el gobierno. Pero también,
sin que haya todavía un proceso de radicalización a nivel
de masas, crece una decepción generalizada. Así, José
Vicente Rangel, una la figuras históricas del
“chavismo”, ha dado la voz de alarma sobre los problemas
“que deprimen a los venezolanos y contribuyen a agravar el
pesimismo que peligrosamente se abre paso...”[6]
Otro
gran organizador de derrotas
Pero es en el plano internacional donde la propuesta de Chávez tiene sus
principales motivaciones. Estas no son, por supuesto, las
ilusiones de hacer una “Internacional Socialista” con
Lula, los Kirchner, Hu Jintao y Mahmoud
Abbas. Si algo concreto sale de la reunión fundacional de
abril próximo, será un instrumento para cerrar filas
con corrientes afines de América Latina. Y, sobre todo,
para tratar de apoyarse, encauzar y represar a
sectores de la vanguardia, especialmente latinoamericana.
Esto es necesario después del vergonzoso desastre
que fue la política de Chávez y del chavismo continental
frente al golpe de Honduras, algo que lo ha debilitado políticamente.
Por supuesto, el “Encuentro” de Caracas no podía hacer ningún balance
serio de esto, más allá de constatar que EEUU ha instalado
siete bases militares en Colombia (que amenazan en primer
lugar a Venezuela) y que Obama terminó auspiciando las
“elecciones” en Honduras para legitimar el golpe.
Nadie recordó que Chávez, desde el primer momento, jugó todas las fichas
a la carta de las negociaciones diplomáticas en la OEA, que
teniendo fuerzas para convocar a una movilización
continental de masas se limitó a la diplomacia y a la
“lucha” por televisión, que en plena crisis de Honduras
fue a la ONU a decir que con Obama “ya no huele a azufre,
sino a esperanza”[7], que auspició el apoyo incondicional
a la política de Zelaya (quien comenzó entregando la
Constituyente y después su propia cabeza) y, finalmente,
que calificó al infame “Acuerdo Tegucigalpa-San José”
del 30 de octubre como “una victoria moral” y
sentenció que gracias a él “nunca más los
‘gorilettis’ podrán mandar en América Latina”.[8] ¡Y
que, después de avalar esa escandalosa capitulación, Chávez
y el PSUV siguen sosteniendo políticamente a Zelaya, como
si no hubiese pasado nada!
Al igual que los líderes nacionalistas burgueses del siglo XX, desde Perón
a Nasser, Chávez es un “organizador de derrotas” de
primera magnitud. Allí está la tragedia. Eso no se
debe a cuestiones personales, sino a profundos motivos de
clase. Al frente de una “Internacional” que podría
reunir a una parte importante de la vanguardia continental,
sería otro desastre, como acaba de demostrar en el caso
Honduras.
Nuestra crítica a ese proyecto no se debe, entonces, a “doctrinarismo”
alguno. Es cada vez más necesaria una organización
internacional obrera, socialista y revolucionaria, que
agrupe a la creciente vanguardia de luchadores. Muchos de
ellos ya se dan cuenta que las cosas no se van a resolver a
escala local. Que la llamemos IV Internacional reconstruida
o nueva Internacional Socialista no es el problema
principal. Lo fundamental es el punto de partida: es
necesaria su absoluta independencia en relación
a cualquier estado y/o partido burgués (por más
“socialista” y “antiimperialista” que se
autoproclame).
Notas:
1.- “Chávez propone lanzamiento de la V
Internacional Socialista”, Venezolana de TV-Aporrea,
21/11/09.
2.- Versión en .pdf:
www.psuv.org.ve/files/tcdocumentos/compromiso.caracas.acuerdos.pdf
3.- “El XVIII Brumario de Luis Bonaparte”, Capítulo
1, Marxist Internet Archive.
4.- “Chávez propone...”, cit.
5.- Manuel Sutherland, “¿Para quién son los
beneficios en la transición al socialismo bolivariano?”, www.socialismo-o-barbarie.org,
edición del 30/09/07.
6.- José Vicente Rangel, “Algo está pasando”, Últimas
Noticias, 16/11/09.
7.- Discurso en la ONU, Agencia EFE,
25/09/09.
8.- “Chávez: Con lo ocurrido en Honduras los
‘gorilettis’ no podrán mandar más en América
Latina”, Venezolana de TV- Aporrea, 31/10/09.