Han pasado casi cuatro años del gobierno del MAS. Esta
vez se llama a votar a la población para “empezar todo de
nuevo” tras haberse aprobado la constitución política
del estado.
Tras tres años de crisis y de idas y vueltas, el
gobierno pudo reencaminar a una situación más estable.
Todo se refiere al pacto al que finalmente fue forzada la
oligarquía del Oriente que determina que haya más
“tranquilidad”. A esto se suma que casi toda la
independencia que tenían las organizaciones de la clase
obrera hoy día terminó en que se pasaron en masa al
bando gobierno (como ocurre con las direcciones de la
COB y la FSTMB).
¿Qué se hizo en estos cuatro años?
Una y otra vez el gobierno “le dio de comer” a las
empresas trasnacionales. Cómo haberle regalado el Mutun a
la Jindal, y seguir manteniendo la minería privada donde se
llevan el mineral sin ningún procesamiento (como es San
Cristóbal). Y todas estas concesiones (o las que vendrán,
como el litio de Uyuni, que hoy es la esperanza de Bolivia, se
darán bajo el código minero aprobado en la época del
neoliberalismo.
Tampoco se ha expropiado ninguna de las tierras de los
terratenientes que las tienen sin producir. Por no hablar de
que la empresa Petrobrás se sigue llevando grandes
ganancias del gas y el petróleo, y que la remodelación de
los contratos les dio ventajas y seguridad a estas empresas.
Todo esto lo realizó el gobierno con el decreto 21060 a
espaldas de la agenda de octubre y de la gente que luchó
por echar a los presidentes del neoliberalismo.
La clase obrera no debe apoyar a este gobierno de conciliación de clases
El gobierno puso como estrategia repartir bonos por acá y
por allá, dejando de lado lo que es esencial para los
trabajadores: tener trabajo. La tasa de desempleo
sigue siendo muy alta y no hay plan para contrarrestar esto.
A esto se suma que en la mayoría de los trabajadores
“sobran” los sueldos de hambre, que llegan solamente a
un poco más que el sueldo mínimo y en muchos casos por
debajo de él. El gobierno se planteó ocultar los
rasgos más fuertes de la crisis económica para ir a estas
elecciones sin protestas.
La
Apuesta a futuro es construir una alternativa de izquierda
clasista
La propuesta de construir un instrumento político de los
trabajadores tuvo solamente intentos que no llegaron a
concretarse. Si bien estaba planteado en el último
congreso de la COB, nadie se puso la tarea de desarrollar la
alternativa. Las direcciones burocráticas miraron para otro
lado y terminaron apoyando a un gobierno que no es de los
trabajadores. Por esto es sumamente importante empezar a
construir una alternativa que sirva de herramienta política
para la clase obrera y que no traicione las reivindicaciones
de los trabajadores.
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Ninguna confianza en el gobierno
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Vote nulo el 6 de diciembre
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Por un instrumento político de los trabajadores