Brutal
ataque contra la izquierda independiente
La
reforma política sancionada el 2 de diciembre por el Senado
Nacional entró en vigencia el lunes 14 de diciembre luego
de su publicación en el Boletín Oficial (ley 26.571). Ahí
nos enteramos que el gobierno vetó varias de las modificaciones, que hacían algo menos
restrictiva y proscriptiva la ley transitoriamente y
configuró una burda maniobra de los K.
Producto
de la denuncia pública y la presión política que
militantes y apoderados de partidos de Izquierda y
centroizquierda efectuamos en el Congreso de la Nación, se
“logró” que durante el tratamiento en comisiones se incluyeran más de 50 (cincuenta) modificaciones al proyecto
enviado por el Poder Ejecutivo.
Las
modificaciones conseguidas no cambiaban la
matriz restrictiva y antidemocrática de esta reforma política,
pero sí se “logaron” introducir dos artículos que
contenían lo que se puede denominar “Cláusulas
transitorias”, expresadas en los artículos 107 y 108.
De
acuerdo con el texto aprobado por ambas cámaras
legislativas, el artículo 107 suspendía hasta el 31 de
diciembre de 2011 las acciones de caducidad contra los
partidos políticos, sean los mismos partidos de distritos o
de orden nacional. Mientras que el artículo 108 de la ley
establecía que recién en el 2012 los partidos políticos
no podrían presentar candidaturas a cargos electivos –ni
en elecciones primarias ni en elecciones nacionales–
durante la vigencia del reconocimiento provisorio.
Luego
de la asunción de los diputados electos el 28/6 el gobierno
avisó que recurriría a vetos y debutó a través del decreto
2004/09, donde el Poder Ejecutivo Nacional (Kristina
en persona) "observó" dos cláusulas transitorias
de la ley de reforma política, las comprendidas en los arts.
107 y 108. Este veto presidencial implica
lisa y llanamente la caducidad de las legalidades políticas
y proscripción de todos los partidos minoritarios y de la
izquierda roja en particular.
El veto de Cristina
El veto del gobierno K es un ataque brutal contra los partidos de
izquierda y significará también la desaparición de
decenas de partidos que ocupan todo el espectro ideológico.
Esto demuestra las escandalosas mentiras de los
legisladores y funcionarios oficialistas que fundamentaban
que la reforma traería “más transparencia y participación”.
El objetivo de la reforma es barrer literalmente a los partidos chicos
de la escena, promoviendo un bipartidismo de hecho,
teniendo en cuenta que son los partidos “clientelares” y
“de estado” los únicos que lograrían cumplir con los
requisitos impuestos por la misma.
La
reforma es un ataque a las libertades democráticas, en
primer lugar por la aprobación de la ley y en segundo
lugar, por el veto a dos artículos, todo esto desnuda la
hipocresía de este gobierno, que utiliza demagógicamente
el tema de los derechos humanos por un lado y por el otro
quiere regimentar la vida de los partidos políticos
aprobando una ley que por donde se la mire es peor que la
Ley de Partidos impuesta en la época de la dictadura
militar bajo el mandato del general Bignone.
Desde el Nuevo MAS llamamos a todas las fuerzas que se reclaman democráticas
y en primer lugar a todas las fuerzas afectadas, a Pino
Solanas, a Martín Sabatella, a la CTA y a todas las fuerzas
de izquierda, a realizar una fuerte campaña que termine en
una gran movilización a la Plaza de Mayo contra la ley y el
decreto, es decir contra el intento reaccionario de
proscribir e invisibilizar a la izquierda en general y a la
izquierda roja en particular.