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Debate
en Filosofía y Letras, la pelea por un nuevo movimiento
obrero:
habla
Jorge Ayala, delegado recientemente reelecto de FATE
“Terminar de abrir la grieta que rompa
el dique
de contención que es la burocracia sindical”
Escuché a los compañeros panelistas y nuestra visión es
que se está viviendo
un proceso de recomposición de los trabajadores. En los
últimos años han entrado a las fábricas miles de jóvenes
que no conocen mucho del peronismo, que son despolitizados,
pero que no están viciados, es una nueva generación de
trabajadores que han entrado a los lugares de trabajo. (…)
Nos tocó vivir toda la experiencia del menemismo, la
experiencia de la super desocupación y la super
flexibilización, la experiencia del yugo patronal y del
gobierno. De a poco, a partir del argentinazo, uno se fue
soltando, se fue cansando de toda esa situación, se fue
sacando todo los prejuicios de encima, y uno comienza a
buscar respuestas a todas esas cuestiones. Comienza entonces
a organizarse, y –por lo que decía Beto–, todos
empezamos de forma semejante: clandestinamente. (…)
El proceso de recomposición y del surgimiento de la nueva
vanguardia preocupa a
las patronales, al gobierno y a la burocracia sindical,
que como se puede ver salen a atacar a los sectores de izquierda.
Yo particularmente hablo desde la experiencia que tengo,
hablo desde el proceso que tuve como trabajador, como
militante, dentro de un partido en el cual soy nuevo.
Nuestra experiencia más visible es a partir del 2007 donde
echamos a la burocracia, la sacamos a “patadas”. Nuestro
secretario general Wasiejko nos quiso entregar en medio de
una asamblea.
Ese año conseguimos un 25% de aumento pero mucho más
importante que la plata es que logramos recuperar el cuerpo
de delegados y que ayer fue
ratificado en forma contundente por los compañeros de base
de la fábrica. (…)
Luego en el 2008 –todos se acordaran del conflicto del año
pasado– conseguimos un 28% de aumento pero para nosotros
fue una derrota porque nos despidieron a buena parte del
activismo. Para nosotros el balance que debe hacerse es político,
es decir, en relación a si avanzó la conciencia y la organización de los trabajadores en
forma concreta porque la plata, si bien es muy importante,
va y viene.
La derrota del año pasado se la debemos a nuestro
secretario general porque en una asamblea de todo el gremio,
siendo nosotros ya parte del cuerpo de delegados y miembros
de la seccional, perdimos por 42 votos. Esa asamblea implicó
dejar a 200 trabajadores en la calle de las tres fábricas y
aceptar la propuesta patronal, por eso cuando uno escucha
hablar en esta mesa de la burocracia, yo
digo que tanto la CGT como la CTA son dos gotas de agua.
Justamente la CTA se está preparando para ser el recambio
de la CGT, Wasiejko es tan burócrata como Moyano, a
nosotros nos mandó la patota cuando estábamos en plena
elección, uno empieza a comparar y no hay diferencia, quizá
son más dialoguistas, tienen
otro discurso más “progre”, pero
terminan siendo más pérfidos. Buscan legitimarse, con
plebiscitos donde votan todos los mulos de la empresa y
siempre te ganan… o como hicieron el año pasado que recién
convocaron la asamblea al final de la lucha, en una larga
lucha, los compañeros estaban recontra cansados, después
de haber trabajado por
las bases la posición patronal, llaman a una
asamblea donde tratan de legitimar su posición, o sea la
posición de la patronal, entonces con el cansancio de los
trabajadores, logran su objetivo, por muy poco margen y con
el fraude legal de afiliar y hacer votar a los gomeros.
Otro caso donde uno ve que son iguales es en la memoria y
balance del sindicato. El mes pasado, se da la misma situación,
hay asamblea general y nos vuelven a ganar, pero ahora sólo
por 6 votos, y hace
votar todo a libro cerrado, en parte se van acortando
los márgenes. Pero en no mostrar los números de la plata
de los trabajadores es igualito a Moyano (…)
Hay todo un proceso de recomposición, todo un cambio, hay
toda una avanzada de trabajadores que están buscando una
respuesta diferente a lo que existe, diferente a la CGT,
diferente a la CTA. En ese aspecto cuando hay un sector,
como el Subte, que tiene la posibilidad de plantar una
bandera diferente, donde masivamente votaron por tener un
gremio propio, donde masivamente pararon dos días en forma
contundente para tener su sindicato, su inscripción, cuando
todos estábamos pendientes de qué pasaba con la inscripción
y la inscripción no se dio, te da la sensación que falta
algo…
Nadie va a plantear que las reivindicaciones sindicales no
son excelentes para los compañeros del Subte, pero la reivindicación política que era la inscripción quedó en
cierta forma a mitad de
camino y era lo más importante.
El compañero Pianelli dice que se les reconoce de hecho
por un año, está bien pero en un año puede pasar de todo.
Mi impresión como trabajador, como luchador, como
militante, es que me quedó una sensación, pucha, dije yo,
¿qué pasó?. Se
estaba en un buen momento, había simpatía de la sociedad,
había simpatía de los trabajadores, en la fábrica se
hablaba del tema del Subte, los mismos choferes de colectivo
decían que si el Subte conseguía su personería se
pasaban.
Nadie va a plantear que las reivindicaciones sindicales no
son importantes, pero pensar que vamos a llegar a través de
las reivindicaciones sindicales a terminar con la burocracia
sindical…
Nosotros veníamos planteando que el Subte debía llamar a
un plenario de delegados y comisiones internas
independientes de la burocracia, independientes de la
patronal, que sería un golpe de efecto importante, donde
seguramente la burocracia se iba a proteger más e iba a ser
un llamado de atención al gobierno, cosa que no se concretó,
pero no es que no se pueda concretar, me parece que los compañeros tienen la
posibilidad de hacer eso, de hacer un llamado a todos los
sectores, a todos los trabajadores que estamos dispuestos a
plantear algo diferente.
Para terminar, si hay sectores que piensan que la CTA es
la solución, yo les digo, sáquense eso de la cabeza,
porque la CTA es tan basura como la CGT, y lo que sí, todos
los trabajadores independientes tenemos que buscar, es una
alternativa donde estemos todos, y esa es la misión más
difícil que tenemos y donde tenemos que empezar a buscar
las respuestas: yo
dejo planteada la inquietud de que los compañeros del Subte
llamen a un encuentro por su inscripción (…)
Un poquito para polemizar con el compañero. No
de todas las derrotas vienen más derrotas. Si no, miren
mi caso, yo soy un claro ejemplo de eso. Nosotros el año
pasado tuvimos una derrota y en el SUTNA San Fernando los compañeros apostaron a los derrotados entre comillas y volvieron a
elegir a un cuerpo de delegados combativo. Se sale
derrotado si uno no deja nada plantado, si no queda nada en
pie. En ese sentido nosotros la política que tuvimos en el
SUTNA San Fernando, justamente para protegernos, y dejar
algo plantado fue apuntar a la construcción en el gremio, a
buscar el respaldo dentro del gremio. No de toda derrota,
vienen más derrotas, compañero Pianelli. (…)
Por otro lado, cuando se dice de aprovechar las grietas,
de entrar por las grietas, hay que ver por qué grietas se
va entrar. Si por las grandes grietas o por las pequeñas
grietas. Hay grietas entre los de arriba. Pero hay otra
grieta enorme. El gobierno y la burocracia tienen una crisis
terrible por lo que podría pasar en el Subte. Porque si
ustedes ganan por medio de la lucha se puede abrir
una grieta enorme al modelo sindical y al monopolio de la
burocracia, se podrían abrir las puertas a todos los
trabajadores, poder llegar a formar un sindicato o una
inscripción gremial donde pudiera independizarse, hay que
ver por qué grieta elegimos entrar.
Yo no hablé de la paz social, obviamente criticamos la
paz social porque son para enfriar las luchas, todos sabemos
lo que significa la paz social, significa
bajar los decibeles de los trabajadores cuando están en
busca de algo importante. La paz social es
la forma de bajar los decibeles a lo más importante que es
la inscripción, que es abrir la grieta hasta que se rompa
la burocracia. La crítica es esa a los compañeros: ustedes
podían dar un empujón enorme para ayudar a terminar de
abrir la grieta que rompa el dique de contención de las
luchas y de la independencia de los trabajadores que es la
burocracia sindical. (…)
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