El
29 de enero la empresa editora del diario Crónica
despidió a más de 20 compañeros trabajadores de prensa,
persistiendo en su objetivo de alcanzar los 150 despidos.
Inmediatamente los trabajadores, en asamblea general de
prensa, decidieron parar por tiempo indeterminado para
frenar el atropello de la patronal, a la medida de fuerza
sumaron un campaña de denuncia con afiches que pegaron en
la vía publica y conferencia de prensa en medios masivos de
comunicación televisivos y radiales.
La patronal, el Grupo Olmos, ligado a la burocracia
sindical de UOM, pretendiendo “minimizar costos” y sólo
abonar el 50 por ciento de las indemnizaciones, vuelve a
aducir en los telegramas de despido el artículo 241 del
Proceso Preventivo de Crisis, que nunca fue homologado por
el Ministerio de Trabajo.
Los
trabajadores ratificaron lo votado en todas las asambleas
por unanimidad: ante cualquier despido la respuesta
inmediata será el paro.
El lunes
1º de febrero a las 11 hs. los trabajadores de prensa del
diario se concentraron en el Ministerio de Trabajo para
reclamar por los 20 despidos. Cuando los compañeros
llegaron no tenían audiencia, pero producto del corte de la
calle y la presión que metieron los trabajadores, la comisión
interna fue recibida. Pero en la reunión no hubo buenas
noticias, ya que los funcionarios del Ministerio de Trabajo
directamente fueron voceros de la patronal, manteniendo la línea
de que los compañeros tienen que aceptar los despidos y la
indemnización al 50%.
El gobierno de Cristina es cómplice de este grupo
empresarial, ya que le condonó 128 millones deuda a cambio de mantener la fuente de trabajo y ahora deja que
despida masivamente a trabajadores de prensa y gráficos.
Es evidente que la tan promocionada Ley de Medios que iba a
generar más puestos de trabajo, más libertad de expresión
y que iba a haber más espacio para los periodistas, no
sirve a los intereses de los trabajadores. Ya vemos los
efectos del debut de la Ley en el Diario Crónica: 130
despidos gráficos, 30 retiros voluntarios y 20 despedidos
en prensa. Todo esto condimentado con la presencia (al mejor
estilo de la patota sindical) de más de 20 patovicas dentro
de la redacción y en las puertas del edificio.
Este
conflicto es similar al del 2005, porque el objetivo final
no es solamente reestructurar a la empresa y eliminar
puestos de trabajo, sino además liquidar las condiciones de trabajo bajo convenio. En el 2005 lo único
que se cumplía del convenio colectivo eran las 6 horas de
trabajo, después del triunfo de aquel conflicto encabezado
por la combativa comisión interna, los trabajadores consiguieron
la reinstalación de todas las condiciones de trabajo del
convenio colectivo, la equiparación salarial, las categorías,
etc. En Crónica es en el único medio donde se aplica
el convenio como corresponde. En Clarín o La Nación por
ejemplo, los trabajadores están precarizados,
superexplotados, les pagan en negro o toman pasantes a los
que por supuesto les pagan muchísimo menos.
Por eso nuevamente el Grupo Olmos carga contra los
trabajadores, junto con la reestructuración quieren
liquidar el convenio colectivo, que se trabajen más horas,
que haya discrecionalidad en el pago de los sueldos, según
las preferencias de la patronal y no según las categorías
de los compañeros. Para lograr este objetivo que la
patronal persigue desde el 2005, necesita sí o sí
reestructurar el diario, porque sabe que estos trabajadores,
que la vienen enfrentando desde hace muchos años, van a dar
la pelea para que no les arrebaten las conquistas y por
mantener la fuente de trabajo.
Para enfrentar a
la patronal hoy más que nunca es necesario redoblar
los esfuerzos, mantener las medidas de fuerza e intensificar
la campaña de denuncia política marcando a fuego la
responsabilidad del gobierno de Cristina y exigir que el
Estado se haga cargo, es decir, dar la pelea por una salida
de fondo que permita mantener todos los puestos de trabajo:
La estatización del diario bajo control de los
trabajadores.
Esa fue
la propuesta del nuevo MAS en el Hospital Francés y donde
todos los trabajadores con su heroica lucha mantuvieron
todos las fuentes de trabajo.