“Pierdes el tiempo
y a veces te deprimes escuchando las protestas, acusaciones,
ofensas, humillaciones; en vez de ver informativos en los
medios de comunicación de Bolivia, prefiero ver fútbol, béisbol,
algunos deportes, para no estar ahí deprimiéndonos”.
(Evo Morales a la prensa venezolana a propósito de su
disgusto por las luchas obreras en su país)
La Paz.- En las últimas semanas se vivieron
movilizaciones que no estábamos acostumbrados a ver en
Bolivia estos últimos años. Se trata de la primera huelga
general que tienen que sufrir Morales y Linera. En cinco años,
es la primera vez que
se da una oleada de luchas obreras que desborda al gobierno
masista.
Esta lucha por el salario (el gobierno ofertó un aumento
de un magro 5% en todo el año) y contra la reforma laboral
antiobrera, tuvo elementos no sólo de lucha económica: se
tocaron varias aristas de una lucha política.
Por supuesto: es
una prueba de fuego para la clase obrera que empieza a
levantarse. El descontento reflejado después de las
elecciones del 4 de abril (en las que el gobierno del MAS no
salió tan bien parado como esperaba) pareciera que abre las
brechas para exigir un cambio más sustancial en la vida de
las personas encarándose, por primera vez, repetimos, reclamos
al gobierno masista desde los sectores de trabajadores.
Al parecer, el tiempo de promesas ha terminado. Y la gente
empieza a perder la paciencia a un gobierno que habla de
“socialismo”… pero
que en los hechos sigue con la dinámica de los gobiernos
burgueses más o menos clásicos.
El 1° de Mayo fue clave para tener un panorama de cómo
estaba la situación del país. Primero y principal el
Presidente no estuvo en la ciudad de La Paz. Y, el segundo
punto, es que la dirección de la Central Obrera Boliviana (COB)
tampoco estuvo presente en las calles…
¿Qué reflejo esto? Que en las marchas de días
anteriores se veía un descontento
tanto en los ministros del gobierno como en la dirección de
la COB, Pedro Montes. La ministra de Trabajo Carmen Trujillo
era repudiada por
la formulación del proyecto de nueva Ley del Trabajo. Y en
esto la COB también era cómplice.
Aunque había planteado un proyecto “distinto” jugaba
con el gobierno para “viabilizar” algunos de los dos
proyectos realizados de espaldas a los trabajadores.
Un
gobierno “popular” jugando al neoliberalismo
Cuando se conoce la resolución oficial de que el gobierno
sólo incrementaría el 5 % del salario, los fabriles a la
cabeza de esta reivindicación por un mayor aumento, se
ponen a la lucha. Recordemos que este sector ya estaba
movilizado en contra del proyecto del Código laboral. Esto
le da el contenido de lucha que tuvo el 1° de Mayo y el
paro general de 24 horas tres días después.
Ante la negativa del gobierno, las presiones se hacen
sentir más fuertes. El 12 % de aumento propuesto por los
fabriles será rechazado por el gobierno por dos motivos.
Primero, el gobierno dice que tiene que “invertir en el
aparato productivo del país” que “la plata no alcanza
para tan gran aumento”… Se trata de la típica excusa de
cualquier gobierno burgués: no molesten porque plata “no
hay” y si hay “es para otra cosa”. Por supuesto que la
compra del avión presidencial de 40 millones de dólares le
restaría a ese dinero que no alcanza nunca…
Otra de las respuestas que salió a dar era que “hay que
conservar la estabilidad económica del país y evitar un
proceso inflacionario”. Esto se escuchó siempre en los
gobiernos neoliberales. Pero hoy lo repite a través del
ministro de Economía Arce Catacora.
¡Es totalmente
falso que los aumentos salariales sean la causa de la
inflación: fundamentalmente, lo son las super ganancias
empresarias! Pero
el gobierno del MAS utiliza oportunistamente la referencia
al gobierno de la UDP en la década de los 80 (un gobierno
burgués “progresista” que por no tomar medidas contra
los capitalistas cayó en hiperinflación) para atemorizar a
la población en general para después enfrentarla con la
clase obrera. Este es el juego del gobierno: dividir para
seguir mintiendo un rato más.
El 5 % no le alcanza a nadie
Más allá de las “explicaciones” los números no
mienten: el 5% de
aumento sólo representa 32 bolivianos. O sea que
representa –en la canasta familiar– solamente un kilo de
carne... Por supuesto que el gobierno salió diciendo lo más
bajo y denigrante: que si se aumenta el salario a los
trabajadores… “se peligra pagar los bonos Dignidad,
Juancito Pinto o Juana Azurduy”. Se trata de subsidios a
los jubilados y estudiantes utilizados en este caso para
dividir a los trabajadores de la clase pasiva o los
campesinos. Aclaremos que jugar a esta división tiene
tradición en Bolivia y, además, hace al carácter
realmente antiobrero del gobierno de Morales. Para que no
queden dudas de qué es lo que representa el gobierno dicen
esto: “si no les
alcanza la plata que coman pan con café”, dijo el
viceministro Gustavo Torrico.
¿Acaso este personaje con un salario de más de 14 mil
bolivianos mensuales se imagina qué es lo que puede sentir
un trabajador cuando no hay comida para darle a sus hijos?
Formalmente, lo que propuso el gobierno a los trabajadores
es que el 5% “es de piso”. Después los mismos
trabajadores tendrían que salir a pelear a los empresarios
por mayor aumento… La cuestión es desvincularse
totalmente. Que el Ministerio de Trabajo no interfiera en lo
más mínimo sobre el tema luego de dictaminar el mísero
aumento… Una
maniobra evidente que parece fijar un techo a todos los
aumentos.
Sin ir más lejos, lo que se está pidiendo más allá de
esa cifra tampoco es suficiente. Incluso el 12% de los
fabriles, o el 25% del magisterio, tampoco alcanzan a la
canasta familiar. La cuestión es que los salarios siempre
estuvieron mal: haya subido la inflación o no, siempre
estuvieron por debajo de lo mínimo para alimentarse. Por
eso los tantos casos de mal nutrición. Aunque digan y digan
la gente quiere vivir mejor y el gobierno no está dando
estas garantías. Ya han pasado 4 años con discursos de
“cambio” y se sigue diciendo lo mismo. Al respecto, el
vicepresidente García Linera
dice esto: "tienen
que entender, por favor, el gobierno no toma decisiones para
hacer daño a nadie. No es una decisión de mala fe, es para
garantizar el desarrollo equilibrado de nuestra economía".
Fue tan escuchado este discurso por tantos gobiernos
anteriores que nadie ya se lo cree.
El
juego de la COB para derrotar al movimiento que se empieza a
levantar
El juego de la COB –al verse acorralado por un gran
sector de trabajadores– fue
desvirtuar todo el movimiento. Desde los fabriles que
pedían la destitución del Ejecutivo, esto fue tomando
cuerpo: cada día había más descontento con la Central
Obrera. Dado este punto es que la COB tiene que llamar a
Ampliado nacional y dictaminar paro escalonado de 24, 48, 72
horas y luego huelga general. Hasta este momento había un
presunto distanciamiento de la COB con el gobierno que
después se evidenció que fue toda una maniobra para
reventar la movilización.
El pasado jueves 6 se realiza otro Ampliado para definir
qué hacer de ahí en más y evaluar el paro general del día
4 de mayo anterior. El paro había sido un éxito.
El gobierno puso toda su operativo policial para reprimir a
los trabajadores fabriles. Los discursos criminalizando la
lucha salieron rápidamente. Pero el descontento seguía
creciendo. Más y más voces se pronunciaban contra los
ministros de Economía, Trabajo y de Presidencia. El
Ampliado determina “suspender” el paro escalonado… y
pasar “directamente” a la huelga general
“indefinida” para el lunes 10 de mayo y con marcha desde
la ciudad de Caracollo. Una
verdadera acción de rompehuelgas porque todo el mundo sabía
que no se podía garantizar. Repetimos: la postura de la
huelga general “indefinida” es para terminar de derrotar
al movimiento sabiendo que no garantizarían ni la gente ni
llegar a la ciudad de La Paz.
A todo esto, el vicepresidente García
Linera, recientemente galardonado en la Argentina, señala
que: “no dudaría que detrás
de esto también pueden estar funcionarios de la Embajada
norteamericana para intentar, como no pudieron con golpe de
Estado contra el presidente Evo, no pudieron con el
revocatorio, con asesinato,
ahora desde adentro, intentan debilitar, utilizar una justa
demanda obrera para obtener un rédito político
contrarevolucionario y de derechas”…
Es decir, la clásica maniobra
de los gobiernos burgueses progresistas que cuando los
trabajadores salen a pelear por lo que les corresponde…
los colocan como “agentes de la derecha y el
golpismo”…
La COB vende la lucha a la primera propuesta del gobierno
En cuanto el gobierno le propuso una
“mejora” en la Ley de Pensiones, la COB realizó un
Ampliado y negoció levantar las medidas de protesta. La
propuesta es bajar en dos años la jubilación de los
trabajadores. Ahora seria a los 58 años de edad. Los
aportes serían de tres fuentes: el 0,5% del trabajador, el
3% del empresario y un aporte del gobierno. La diferencia
para dividir aún más a los trabajadores es que los mineros
podrán jubilarse, si es que trabajan 5 años en interior de
la mina, a los 51 años. Con esto el gobierno partió en dos
las posiciones.
Esto
fue aprobado en un Ampliado de emergencia en la localidad de
Pandero, lugar donde se había detenido la marcha. El
enfrentamiento se produjo entre el magisterio y fabriles por
un lado (que habían encerrado al ministro de
la Presidencia, Óscar Coca, y el viceministro de Coordinación
Gubernamental, Wilfredo Chávez) y los mineros que
rescataron a los dirigentes de la COB también encerrados…
junto con los funcionarios del gobierno.
El otro
punto que el gobierno planteó es que el aumento sea “no
proporcional”: para los que ganan más de 1.000 bolivianos
el aumento sea del 3% y los que ganan por debajo de ese
monto sea del 8%. Esto es, lisa y llanamente, el reparto de
la pobreza que la COB avala y deja aislados a los
trabajadores.
Tienen
que caer los ministros Arce, Trujillo y Llorenti
Por esto decimos que la lucha tiene
que continuar. Que los responsables tienen que caer junto
con los traidores de la COB. La lucha tiene que masificarse
junto con los fabriles que ya desconocieron a la dirección
de la COB por no apoyar las medidas de los trabajadores y sólo
escuchar al gobierno. El aumento salarial tiene que estar
acorde con la canasta familiar. La lucha tiene que pasar de
ser una lucha económica a una lucha política concreta,
contra este gobierno que sólo miente y miente en la
perspectiva de un verdadero gobierno obrero y popular.
Solamente así podremos conseguir mejores condiciones de
vida.