El pasado
martes 8 se realizó en la Facultad de Ciencias Sociales de
la UBA la charla de presentación de los artículos de Las
Rojas en la revista de la corriente internacional Socialismo
o Barbarie N° 23/24, que reflejan la elaboración colectiva
y sintetizan teóricamente la experiencia que hemos venido
haciendo en la construcción de nuestra agrupación.
El panel estuvo
formado por Inés Zadu de la agrupación de mujeres Las
Rojas y César Rojas de la agrupación de minorías sexuales
Carne Clasista. Alrededor de 50 compañeras y compañeros
asistieron a la charla en la que se debatió sobre las
posiciones de distintas corrientes del feminismo ante los
desafíos del movimiento de mujeres.
El debate
central giró en torno a la crítica a la teoría queer por
reforzar la situación de opresión de las mujeres al
desconocer en los hechos el fundamento material de la
problemática del patriarcado como relación social que
garantiza la opresión de las mujeres. Uno de los ángulos
que se tomó fue el contexto en que esta teoría surge
(finales de los 80), con la caída del Muro de Berlín, la
instauración del neoliberalismo y la crisis de perspectiva
socialista que lleva a nefastas posiciones sobre “la
muerte de la clase obrera” y el fin de los sujetos
“universales”. Es así como estas teorías, epistemológicamente,
parten de “particularismos” y la sumatoria de éstos,
negando las posibilidades de una totalidad.
A partir
de esto, la teoría queer evalúa reductivamente al
patriarcado como la imposición de la heteronormatividad (o
sea, la sexualidad reducida a la relación hombre-mujer),
cuya superación vendría de la mano únicamente de la
llamada “disidencia sexual”. Desde Las Rojas se criticó
esto porque entendemos que el patriarcado tiene
bases materiales: el trabajo doméstico. Y a quien se
oprime para garantizarlo es a las mujeres. Es al servicio de
ello que la familia patriarcal capitalista y heteronormativa
necesita reprimir también la sexualidad. Pero el hecho es
que el patriarcado no se puede reducir a un mero problema de
sexualidad: para destruirlo hay que acabar con la forma
burguesa de la familia.
Sobre
este punto, se debatió también con aquellas posturas
marxistas que por no ver la profunda relación del
patriarcado con la sociedad de clases, niegan la
especificidad de la lucha de las mujeres y su potencial
revolucionario.
Por esto,
desde una perspectiva feminista y socialista, Las Rojas
sostenemos: “que las mujeres tenemos que ser sujeto de
nuestra propia pelea, organizadas para esto, porque no hay
automatismo que garantice que se termine el patriarcado en
un proceso revolucionario. Por eso peleamos por conquistas
hoy, como el derecho al aborto, y por la conciencia desde
ahora, y para que sea parte del programa socialista la
emancipación de las mujeres y las personas no
heterosexuales”.
Por último
hay que señalar que estos debates son fundamentales en este
contexto de crisis internacional. Y, en particular, en
nuestro país, con la ofensiva clerical que hace que sea
necesario tomar posiciones. Principalmente sobre los métodos
de lucha. Desde Las Rojas vemos la necesidad de luchar en
las calles ante aquéllos que proponen la vía
parlamentaria. También sobre las alianzas privilegiadas
entre el movimiento de mujeres y el de minorías sexuales
con los trabajadores y trabajadoras, y los enemigos de
nuestros derechos: las patronales, sean del gobierno K o de
la oposición, históricamente aliadas con la Iglesia
reaccionaria. En ese sentido, es fundamental profundizar
debates y prepararse para intervenir en el próximo
Encuentro Nacional de Mujeres en Paraná.