Socialismo o Barbarie, periódico Nº 179, 24/06/10
 

 

 

 

 

 

28 de junio: Día Internacional del Orgullo Lésbico, Gay, Bisexual, Transgénero,
Travesti, Transexual, Intersex, declaración de la Agrupación de mujeres Las Rojas
y de minorías sexuales Carne Clasista

Digamos SÍ a la lucha en las calles por
la equipar
ación de derechos para las personas
LGTTBI y el der
echo al matrimonio

Y digámosle NO a Cristina K que sostiene a la iglesia

Agrupación de mujeres Las Rojas y
Agrupación de minorías sexuales Carne Clasista

Hace 41 años en el marco de un importante ascenso de la lucha de clases mundial que tendría sus efectos como el Mayo francés, el “Cordobazo” argentino y las luchas por la liberación de los pueblos de la periferia capitalista, tuvo lugar la revuelta de Stonewall en un barrio gay de EEUU. Esta revuelta en el que por primera vez lesbianas, gays y trans se organizaron para resistir durante 3 días una de las habituales “razzias” policiales en un pub llamado Stonewall, sirvió como punto de inflexión para que miles de personas lgbti “salieran del clóset y tomaran las calles” por sus derechos. Fueron cientos de nuevos grupos los que surgieron en todas partes del mundo junto a la ola revolucionaria y los movimientos de mujeres, el movimiento negro y la liberación de los pueblos oprimidos. Desde entonces cada 28 de junio las minorías sexuales lo conmemoran con una jornada de lucha contra la sociedad patriarcal y capitalista. Ante una sociedad que degrada, estigmatiza, oprime y nos quiere hacer sentir indignos de ser, el orgullo de luchar en las calles fue la legítima respuesta.

Pero aunque mucho se ha avanzado desde entonces, la discriminación, la violencia hacia los gays, lesbianas, trans, bisexuales, continúan. Así también persiste el miedo a perder el trabajo si nos visibilizamos como lgbt y la criminalización por parte del Estado y sus leyes represivas como los Códigos Contravencionales. Aún hoy se nos sigue considerando “enfermos” y aunque parezca cosas del pasado, existen crímenes de odio por orientación sexual e identidad de género como el caso reciente de Natalia Gaitán, que fue asesinada por ser lesbiana.

Hoy día que la sociedad capitalista y patriarcal atraviesa una crisis histórica de un curso aún abierto, ante la división en las alturas en dos bloques burgueses diferenciados, comienzan a surgir por abajo los procesos de luchas de trabajadoras/es que enfrentan el ajuste y la ofensiva de las patronales y sus gobiernos que quieren hacerle pagar el costo de la crisis. En nuestro país, al amparo del bando burgués más de derecha y golpista que refleja por ejemplo el diario La Nación, se da una ofensiva de la Iglesia y los sectores más reaccionarios sobre los derechos de las personas lgbti y las mujeres. Como nunca antes la Iglesia que amparó el genocidio y el golpe de Estado, ha salido organizadamente a la ofensiva contra el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo y los derechos democráticos de las minorías sexuales como el matrimonio y la posibilidad de adopción de parejas del mismo sexo. Por su parte el gobierno K que representa el otro bando burgués “más moderado” con veleidades populistas junto a otros sectores que posan de “progresistas”, sostienen un doble discurso ante esta ofensiva, pero a la hora de los hechos es cuando “mueren las palabras”: el gobierno de Cristina K sostiene económicamente a la Iglesia de los curas abusadores y banca a sus escuelas confesionales con el presupuesto público al igual que Macri. Esta Iglesia que con el aval del gobierno interviene en los contenidos de la educación sexual, que frena los casos de abortos terapéuticos de niñas violadas amenazando a los médicos autorizados por ley a realizarlos, es la misma Iglesia que el gobierno dice “enfrentar”. Sin embargo, no ha dado un solo paso concreto para sacarle los subsidios y para separarla del Estado. Y esto porque simplemente son solidarios a la hora de reprimir al pueblo trabajador: el Estado patronal a los trabajadores, y la Iglesia al reprimir la sexualidad quebrando conciencias y cuerpos para que los patrones puedan explotar. Por otra parte, como bien lo ilustra el “modelo progre” del gobierno español de Zapatero, espejo en el cual gustan mirarse el gobierno K y su Federación LGBT, conviene “dar algo para no perderlo todo” o dar una concesión para posar de “progresista”, sobre todo cuando se prepara un feroz zarpazo sobre el pueblo trabajador. Así lo está haciendo el supuesto “socialista” defensor de las minorías Rodríguez Zapatero que se prepara a aplicar un ajuste brutal ordenado por el FMI, así lo piensa el gobierno K, cuando reprime a los trabajadores y no está dispuesto a ceder un solo derecho de las mujeres como se lo ordena la Iglesia, aunque coquetee con la idea del matrimonio gay.

¿Lobby parlamentario o lucha en las calles?

Muchas organizaciones del movimiento LGBTTTI (algunas claramente alineadas con el gobierno en los hechos aunque de palabra lo nieguen) vienen impulsando una política de “lobby” parlamentario por el derecho democrático al matrimonio de las personas no heterosexuales. Desde Las Rojas y Carne Clasista hemos señalado en otras oportunidades las limitaciones de esta política, siempre fraternalmente pero sin ninguna concesión demagógica. Claramente no son los representantes de los partidos patronales nuestros aliados, ni el bando liderado por el gobierno K ni el de la patronal sojera, por más “progres” que intenten posar. Al mismo tiempo estas organizaciones se han negado sistemáticamente a movilizar y nunca hubo un llamado real a la comunidad lgbt, con lo cual en caso de una situación reaccionaria no habrá en quién apoyarse, más allá de uno que otro figurón parlamentario de los partidos patronales. Al mismo tiempo, estas organizaciones siguiendo el “sentido común” progresista, sostienen que “la sociedad se cambia desde las leyes” desde arriba ya que, piensan: “si el Estado no discrimina, la sociedad dejará de hacerlo”. Pero para nosotros la sociedad no se cambia desde el Parlamento, sino con la lucha en las calles, con el debate y la movilización desde abajo. Esto no quiere decir que neguemos la importancia de los derechos civiles, ni la necesidad de contar con ellos, ni que haya que esperar a la revolución para pelear por los derechos de la diversidad sexual y las mujeres, sino que para nosotros estas opresiones tienen raíces estructurales en esta sociedad. Esas raíces tienen que ver con el sostenimiento de la familia patriarcal monogámica y heteronormativa, imprescindible para el funcionamiento de la sociedad de clases. Por esto, todo lo que no toque las raíces materiales de esta opresión estará siempre amenazado, y es en el camino por cambiar la sociedad desde la raíz que podemos pelear e ir consiguiendo esos derechos que hacen a la igualdad y a las reivindicaciones históricas como sectores oprimidos. Es en este proceso de lucha donde necesitamos construir alianzas en primer lugar con el movimiento de mujeres y la clase trabajadora.

Es por estas mismas razones que la conformación de familias no está dentro de nuestro programa político, por la persistencia de la unidad precapitalista familiar que condena a la mujer al trabajo doméstico y a las tareas de reproducción. Por eso vemos problemático la asimilación a este modelo de familia, aunque por supuesto defendemos el derecho democrático al matrimonio para quien quiera casarse, accediendo a muchas posibilidades que esta sociedad les niega. Pero nunca haremos esta defensa democrática de forma acrítica o demagógica, máxime cuando la descomposición y la barbarie capitalista ha tornado al hogar y la familia el lugar más peligroso a causa de la violencia doméstica sobre las mujeres y los lgbt. Por supuesto que estamos porque las personas se unan, tengan sus hijos y sus proyectos de vida libremente y por eso creemos que la familia tal cual se la conoce debe ser abolida (para heterosexuales o no heterosexuales), dando paso a formas más genuinas de relaciones sexo-afectivas, más libres y genuinas sin ningún tipo de compulsión económica. Es en el marco de estas batallas que para nosotros tanto la tradición de lucha del movimiento lgbti, el feminismo y el socialismo siguen siendo perspectivas válidas para transformar la sociedad.

Por una salida independiente de lucha en las calles

Por todo esto desde Las Rojas y Carne Clasista sostenemos que para enfrentar la ofensiva reaccionaria y clerical y conquistar nuestras reivindicaciones debemos hacerlo sin depositar ninguna confianza en el gobierno ni en otro sector patronal. Este gobierno es responsable por las 800 muertes por abortos clandestinos, es el gobierno que mantiene presa a Romina Tejerina, son las fuerzas represivas al mando de este gobierno las que reprimen a las travestis y mujeres en situación de prostitución y a los trabajadores que se organizan para luchar. Es este mismo gobierno el que sostiene a la Iglesia. Por eso no debemos caer en el error de entregar la lucha en las calles por una ley. Para conseguir nuestras libertades democráticas, la equiparación de derechos, terminar con la homo/lesbo/transfobia, conseguir el derecho al aborto, una educación sexual laica, científica y feminista, debemos hacer como en Stonewall, salir del clóset y tomar las calles construyendo alianzas con movimientos de mujeres en lucha y otros explotados y oprimidos.

• Separación de la Iglesia y el Estado. Ninguna confianza en Cristina K que sostiene a la Iglesia

• Por una educación sexual laica, científica y feminista

• Derecho al aborto, libre, legal, seguro y gratuito. Libertad a Romina Tejerina

• Basta de homo/lesbo/transfobia. Justicia para Natalia Gaitán

• Por la equiparación de derechos para las personas lgbti y el derecho al matrimonio

• Por las alianzas estratégicas del movimiento de mujeres y las minorías sexuales para luchar
    contra el patriarcado capitalista

• Por un movimiento de lucha en las calles por todos nuestros derechos