La reunión del 31 de julio en Pacheco
Un des-encuentro que no
pasara a la historia
El pasado sábado 31 de julio se realizó en un club de
Pacheco (zona norte del gran Buenos Aires) un
“encuentro” que, a priori, había sido convocado por la
interna de Kraft y la ejecutiva de Fate. Supuestamente se
trataba de una convocatoria de frente único de
experiencias obreras. La asistencia alcanzó unos 550
compañeros dentro de los cuales, desde el nuevo MAS,
aportamos una delegación de 100 con más de 30 delegados de
diversos sectores.
El “encuentro”, que podría haber sido un pequeño
paso adelante, fue un bochorno incalificable. Siempre
igual a si mismo, el PTS intento monopolizar el micrófono
rompiendo con todo criterio de frente único en el
desarrollo del mismo.
Más allá de una estéril autoproclamación y un
ultimatismo que ridículamente cree que desde su pequeño
grupo se podrán resolver los inmensos problemas que plantea
la recomposición obrera en nuestro país
el objetivo concreto en este caso –rompiendo cualquier
criterio de frente único– fue lisa y llanamente esconder
cobardemente su escandalosa y oportunista política de
presentar una lista en la CTA contra la que está
encabezando el SUTNA San Fernando.
Es por esta sencilla razón que no quería que se
discutiera nada. Que maniobraron todo el tiempo respecto de
la preparación de la reunión. Y que convocaron bien tarde
(cuatro de la tarde en invierno) no vaya a ser que a los
asistentes se les vaya a ocurrir discutir algo...
En estas condiciones, los compañeros de la ejecutiva de
FATE se terminaron hartando, retirándose de la reunión.
Detrás de ellos salió la delegación del nuevo MAS y la
mayoría de los asistentes que no eran militantes del PTS.
En síntesis: se trató de un des-encuentro que no pasará
a la historia donde ni se discutió de
política, ni tampoco se podía votar medidas reales de
lucha dado lo limitado de los asistentes.
En todo caso, fue una demostración más –por si hacía
falta– de que lo único que trata de hacer el PTS es
construir una pequeña colateral sindicalista que no sirve
ni como referente de lucha (no le da la envergadura) ni
mucho menos como referente político de independencia de
clase: ¡su principio más profundo es un cretinismo
sindicalista a toda prueba!
[1]
Parte de esta ubicación es una sobre-valoración
de la experiencia de Kraft. Se trata de una de
importancia, pero que no superó realmente la norma de
los conflictos obreros dirigidos por la izquierda en
estos últimos años como el caso de las luchas de FATE
y el neumático o el Casino por nombrar las más emblemáticas.
Además, el PTS, que se caracteriza por tirar “rayos y
centellas” contra todo el mundo y pretender dar
lecciones de “política revolucionaria”, se negó
redondamente a impulsar la ocupación de la fábrica
cuando había condiciones para ello.
[2]
Ahora resulta ser que la justificación para esto es el
hecho de que a la lista encabezada por FATE se le haya
sumado IS... un argumento ad-hoc que no resiste el menor
análisis.
[3]
Sin temor al ridículo, el PTS definió esa reunión
como un “encuentro histórico como hace décadas no se
veía en el país”...
[4]
La larga lista de resoluciones votadas salieron de la
“galera” porque nadie las discutió.
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