Socialismo o Barbarie, periódico Nº 183, 20/08/10
 

 

 

 

 

 

Respuesta a Eduardo Sartelli

Las profecías de un charquero[1] o el hombre
adelantado a su tiempo

Por Marcelo Buitrago

La crisis mundial es un evento histórico. Pero por esto mismo no es pasible de análisis vulgares y mecánicos que pierdan de vista toda la riqueza y especificidad de sus desarrollos. En este sentido publicamos a continuación una respuesta a una reciente crítica de Eduardo Sartelli a nuestro análisis acerca de la misma.  

Como corolario de su participación en la presentación de la revista Socialismo o Barbarie N 23/24 junto a Claudio Katz, E. Sartelli ha publicado recientemente en la revista El Aromo N 55 Julio-Agosto 2010 sus conclusiones [2].

Allí establece que el Nuevo Mas practicaría un “irracionalismo políticamente correcto”, producto de un marxismo “académico, ecléctico, componedor, surgido en los 90 ante la avanzada posmoderna que no hace afirmaciones tajantes, que colabora con reformistas y keynesianos, un pastiche”...

Con el agravante que el Nuevo Mas seria un “recién llegado”, detectado en “la falta de personalidad de los textos de SoB”, “soberbio con los que juzga no respetables, y servil con los que dominan el campo”.

Luego de despachar en dos renglones un articulo en la misma SoB de Jorge Terracota[3] sobre el arte, por “saber poco de arte y marxismo”, con el simple expediente de ubicarse él mismo en la categoría de sabio, la emprende con el articulo de J. L. Rojo[4] sobre la crisis mundial.

Sartelli cree que la economía puede predecir mecánicamente las tendencias del futuro y como prueba de ello expone un artículo suyo que en 1996 ya señalaba “la naturaleza de la crisis y su desarrollo futuro”… Quien no crea en abstractos pronósticos “decenales”… la transforma en “seudo ciencia inútil”.

Con su postura, Sartelli se ubica en la vertiente de lo que podríamos llamar el marxismo profético. Cual moderna Casandra[5], armado de “la ciencia” pronostica que nos vamos a ofender por su nota y nos recuerda sus anteriores previsiones, sobre el efecto “tango” y “rock&roll” y que al haberse preguntado en los 90 porque el mundo capitalista estaba en crisis, entonces “acertó” en su desarrollo…

A pesar de reconocer -como producto de los 90- la tendencia a defenestrar a los partidos políticos y sus pullas contra “la academia”, la insistencia sobre “la soberbia servil de un recién llegado” y que “a esta gente no le interesa la ciencia y no la practica” pretende monopolizar el campo del saber: el sí que practica la ciencia, desde hace mucho, y es capaz de hacerse las preguntas pertinentes… Ustedes, que no van mas allá de Aristóteles, dedíquense a hacer marchas y repartir volantes es el mensaje subyacente: un ejemplo de charca de la peor especie.

Evidentemente a Sartelli le disgusta que una corriente política se plantee desafíos teóricos, que elabore respuestas y saque conclusiones sobre los eventos más importantes del siglo XX[6] para el relanzamiento del socialismo. Ese seria un plano “reservado para expertos”, titulo que se otorga en su “Centro de Estudios”…

Con evidente mala fe, le atribuye a Rojo haberse enterado de la crisis después del 2008[7], que la crisis puede evitarse a través de los rescates, que la crisis no es del capital sino de una modalidad de la acumulación que depende de encontrar consumidores, que el problema es el neoliberalismo, y un largo rosario de tergiversaciones. Además, Rojo no respondería a lo fundamental: ¿porque el capitalismo está en crisis? Porque no leyó a Sartelli, es la obvia conclusión, que en los 90 no solo se lo planteó, sino también, “genialmente”, lo anticipó: “la crisis tiene una causa, la tendencia decreciente de la tasa de ganancia” (¡chocolate por la noticia podríamos decir!).

Anota Rojo en el criticado artículo: “Marx señalaba que las crisis capitalista, al tiempo que exponen los límites de la acumulación, también accionan mecanismos contra-restantes que permiten recuperar las ganancias empresarias: caída de los salarios, ejercito industrial de reserva, comercio internacional, y uno de importancia central, la destrucción de capitales sobrantes; es decir, la eliminación de los sectores capitalistas más débiles para que quienes salgan triunfantes de la lucha por la supervivencia, puedan ampliar sus ganancias una vez pasada la crisis”. Y agrega: “Demasiada poca destrucción de capitales sobrantes hace que para el conjunto de los capitalistas, la ganancia no se recupere....y es otro factor estructural que empuja hacia la recaída”. Y más todavía: “Las empresas quebradas mantenidas artificialmente con vida a fuerza de dineros públicos como G. Motors, Chrysler, Saab, Opel, Iberia, Alitalia, verdaderos zombis.......”[8].

Es en ese contexto –pero sólo en ese- que Rojo aborda también los problemas de realización del plusvalor en el ámbito mundial: la puesta en circulación del euro, el ingreso de China a la OMC y su transformación en el primer exportador mundial, sus crecientes contradicciones con EEUU, que sea su principal acreedor, serían detalles menores que no cambian la profecía de Sartelli.

Que dice al respecto J. L. Rojo: “la crisis ha hecho estallar por los aires una configuración de la economía mundial en la que EEUU operaba como comprador de última instancia y China como vendedor. EEUU debe encaminarse a un enorme ajuste económico....más que importar necesita exportar. Ahora bien ¿quién será el nuevo destinatario de las exportaciones chinas? ¿Qué harán otras economías exportadoras como Alemania y Japón?”[9].

Mientras Sartelli reprocha que el análisis “no se sostiene en ninguna teoría de la crisis y en ningún análisis sistemático de los datos”, ignora olímpicamente –como buen charquero- los hechos analizados por Rojo: el rescate estatal y sus consecuencias no deseadas, la pelea de matices de la clase dominante, la insuficiente destrucción de capitales sobrantes, la necesidad de rebalancear la economía mundial, los límites de la intervención estatal, la gestión de la fuerza de trabajo, el posible surgimiento de un nuevo movimiento obrero.

Como Sartelli ya elaboro su profecía hace década y media, los hechos posteriores –los testarudos hechos, la mecánica concreta misma de la crisis- son simplemente dejados de lado. Total, como “la crisis es un proceso....que empezó en los 70” todo lo demás son “tonterías”: Sartelli solo habla de generalidades: no tiene ningún análisis concreto de la crisis, ni de sus alcances y límites, ni verdaderamente del carácter histórico de la misma. Total, para qué: el capitalismo siempre está en crisis…

No podemos dejar de mencionar este ¿postulado filosófico? típico de la vulgata catastrofista presentada como “marxismo”: la “crisis permanente”. Quien se atreva a señalar que no hubo 40 años de crisis continuada, que el capitalismo se dio una orientación para contrarrestar la de los años 70 en las décadas de los 80 y 90 que se llamó “capitalismo neoliberal” es un “atomístico”…

Culmina Sartelli señalando que “la parte más interesante del artículo de Rojo parece un simple plagio de mí articulo señero de 1996”: qué payasada: Sartelli no tiene la menor envergadura teórica como para basarse en sus artículos.

Contra el catastrofismo vulgar que deja de lado la lucha de clases[10], Rojo concluye citando a Trotsky: “En los debates con el economista Kondratiev, en los 20, Trotsky buscaba dilucidar la mecánica de la evolución más de conjunto del sistema. En esta categoría incluía no solo los factores económicos del ciclo capitalista, sino lo que llamaba las condiciones más generales de la acumulación: los factores no estrictamente económicos, desde el descubrimiento de nuevos mercados hasta la lucha de clases”.

Por esto mismo, “la curva del desarrollo capitalista solo se puede trazar con posterioridad al desarrollo de los acontecimientos, en la medida que su evolución depende también de estas condiciones generales de la acumulación extrínsecas al mecanismo económico propiamente dicho”. Así, “por lo que se refiere a las fases largas de la tendencia de la evolución capitalista, debemos destacar que el carácter y duración están determinados no por la dinámica interna de la economía capitalista, sino por las condiciones externas que constituyen la estructura de la evolución capitalista. La adquisición de nuevos países y continentes, el descubrimiento de nuevos recursos naturales y hechos mayores de orden superestructural tales como las guerras y las revoluciones determinan el carácter y el reemplazo de las épocas ascendentes, estancadas o declinantes del desarrollo capitalista[11]”.

En síntesis: la curva general del desarrollo de la actual crisis depende en gran medida de la lucha de clases: en qué medida se generalizarán o no las expresiones de resistencia y lucha de los trabajadores contra el ajuste capitalista como ya se comienzan a dar en Grecia, en España o mismo China.

A pesar de acusar al Nuevo Mas de “irracional” desde su “gabinete científico”, Sartelli nos recuerda al chacarero que imbuido de espíritu avanzado, había comprado una heladera, siendo el primero del lugar en tenerla. El problema es que como no había electricidad, la tenía que usar de.....armario. Cuando la electricidad finalmente llegó, la heladera no servia más. En los pueblos chicos, donde el apodo es algo natural, lo llamaban “el hombre adelantado a su tiempo”…


[1] En la jerga de la izquierda revolucionaria se les dice CHARQUEROS a aquellos que hacen análisis en el aire y no tienen ni una práctica militante concreta sistemática de cara a la lucha de clases… ni seriedad y rigor de cara a la investigación teórica.

[2] Una cuestión de método. A propósito de la crisis mundial, el Nuevo Mas y el irracionalismo políticamente correcto. El Aromo N 55.

[3] El tortuoso idilio entre arte y revolución. SoB 23/24.

[4] El estado de la crisis económica mundial. Cuando se prepara una recaída. SoB 23/24 José Luis Rojo.

[5] En la mitología griega el dios Apolo le concedió a Casandra el don de ver el futuro a cambio de un encuentro carnal. Cuando lo obtuvo rechazo el amor del dios y entonces este la maldijo: seguiría teniendo su don, pero nadie le creería…

[6] Notas sobre la Teoría de la Revolución Permanente. Critica a la concepción de las  revoluciones socialistas objetivas SoB 17/18.

[7] Ver al respecto “La caída del muro de Berlín del Capitalismo”; “Declaración de la Corriente internacional Socialismo o Barbarie” en SoB 22 y “Causas y consecuencias del tembladeral financiero”, SoB 21. Estos artículos Sartelli siquiera se tomo la molestia de leerlos, porque desmentirían su acusación liviana de que nuestra corriente solo ha escrito sobre la crisis en ciernes una vez que la misma se desencadenó abiertamente.

[8] J.L. Rojo,“Cuando se prepara una recaída”, revista SOB n°23/4

[9] J.L.Rojo, ídem.

[10] En esto Sartelli no deja de seguir un método que ha hecho “escuela” en el PO, aunque su “nivel” teórico sea sensiblemente inferior al de estos...

[11] Roberto Sáenz, comentando en la revista SOB n°22, los análisis de Trosky de su artículo de los años ‘20 “La curva del desarrollo capitalista”.