La
crisis mundial es un evento histórico. Pero por esto mismo
no es pasible de análisis vulgares y mecánicos que pierdan
de vista toda la riqueza y especificidad de sus desarrollos.
En este sentido publicamos a continuación una respuesta a
una reciente crítica de Eduardo Sartelli a nuestro análisis
acerca de la misma.
Como
corolario de su participación en la presentación de la
revista Socialismo o Barbarie N 23/24 junto a Claudio Katz,
E. Sartelli ha publicado recientemente en la revista El
Aromo N 55 Julio-Agosto 2010 sus
conclusiones .
Allí
establece que el Nuevo Mas practicaría un “irracionalismo
políticamente correcto”, producto de un marxismo “académico,
ecléctico, componedor, surgido en los 90 ante la avanzada
posmoderna que no hace afirmaciones tajantes, que colabora
con reformistas y keynesianos, un pastiche”...
Con
el agravante que el Nuevo Mas seria un “recién
llegado”, detectado en “la falta de personalidad de los
textos de SoB”, “soberbio con los que juzga no
respetables, y servil con los que dominan el campo”.
Luego
de despachar en dos renglones un articulo en la misma SoB de
Jorge Terracota
sobre el arte, por “saber poco de arte y marxismo”, con
el simple expediente de ubicarse él mismo en la categoría
de sabio, la emprende con el articulo de J. L. Rojo
sobre la crisis mundial.
Sartelli
cree que la economía puede predecir mecánicamente las
tendencias del futuro y como prueba de ello expone un artículo
suyo que en 1996 ya señalaba “la naturaleza
de la crisis y su desarrollo futuro”… Quien no crea en
abstractos pronósticos “decenales”… la transforma en
“seudo ciencia inútil”.
Con
su postura, Sartelli se ubica en la vertiente de lo que podríamos
llamar el marxismo profético. Cual moderna Casandra,
armado de “la ciencia” pronostica que nos vamos a
ofender por su nota y nos recuerda sus anteriores
previsiones, sobre el efecto “tango” y “rock&roll”
y que al haberse preguntado en los 90 porque el mundo
capitalista estaba en crisis, entonces “acertó” en su
desarrollo…
A
pesar de reconocer -como producto de los 90- la tendencia a
defenestrar a los partidos políticos y sus pullas contra
“la academia”, la insistencia sobre “la soberbia
servil de un recién llegado” y que “a esta gente no le
interesa la ciencia y no la practica” pretende monopolizar
el campo del saber: el sí que practica la ciencia, desde
hace mucho, y es capaz de hacerse las preguntas
pertinentes… Ustedes, que no van mas allá de Aristóteles,
dedíquense a hacer marchas y repartir volantes es el
mensaje subyacente: un ejemplo de charca de la peor especie.
Evidentemente
a Sartelli le disgusta que una corriente política se
plantee desafíos teóricos, que elabore respuestas y saque
conclusiones sobre los eventos más importantes del siglo XX para el relanzamiento del
socialismo. Ese seria un plano “reservado para
expertos”, titulo que se otorga en su “Centro de
Estudios”…
Con
evidente mala fe, le atribuye a Rojo haberse enterado de la
crisis después del 2008,
que la crisis puede evitarse a través de los rescates, que
la crisis no es del capital sino de una modalidad de la
acumulación que depende de encontrar consumidores, que el
problema es el neoliberalismo, y un largo rosario de
tergiversaciones. Además, Rojo no respondería a lo
fundamental: ¿porque el capitalismo está en crisis? Porque
no leyó a Sartelli, es la obvia conclusión, que en los 90
no solo se lo planteó, sino también, “genialmente”, lo
anticipó: “la crisis tiene una causa, la tendencia
decreciente de la tasa de ganancia” (¡chocolate por la
noticia podríamos decir!).
Anota
Rojo en el criticado artículo: “Marx señalaba que las
crisis capitalista, al tiempo que exponen los límites de la
acumulación, también accionan mecanismos contra-restantes
que permiten recuperar las ganancias empresarias: caída de
los salarios, ejercito industrial de reserva, comercio
internacional, y uno de importancia central, la destrucción
de capitales sobrantes; es decir, la eliminación de los
sectores capitalistas más débiles para que quienes salgan
triunfantes de la lucha por la supervivencia, puedan ampliar
sus ganancias una vez pasada la crisis”. Y agrega:
“Demasiada poca destrucción de capitales sobrantes hace
que para el conjunto de los capitalistas, la ganancia no se
recupere....y es otro factor estructural que empuja hacia la
recaída”. Y más todavía: “Las empresas quebradas
mantenidas artificialmente con vida a fuerza de dineros públicos
como G. Motors, Chrysler, Saab, Opel, Iberia, Alitalia,
verdaderos zombis.......”.
Es
en ese contexto –pero sólo en ese- que Rojo aborda también
los problemas de realización del plusvalor en el ámbito
mundial: la puesta en circulación del euro, el ingreso de
China a la OMC y su transformación en el primer exportador
mundial, sus crecientes contradicciones con EEUU, que sea su
principal acreedor, serían detalles menores que no cambian
la profecía de Sartelli.
Que
dice al respecto J. L. Rojo: “la crisis ha hecho estallar
por los aires una configuración de la economía mundial en
la que EEUU operaba como comprador de última instancia y
China como vendedor. EEUU debe encaminarse a un enorme
ajuste económico....más que importar necesita exportar.
Ahora bien ¿quién será el nuevo destinatario de las
exportaciones chinas? ¿Qué harán otras economías
exportadoras como Alemania y Japón?”.
Mientras
Sartelli reprocha que el análisis “no se sostiene en
ninguna teoría de la crisis y en ningún análisis sistemático
de los datos”, ignora olímpicamente –como buen
charquero- los hechos analizados por Rojo: el rescate estatal y sus consecuencias no deseadas, la pelea de matices
de la clase dominante, la insuficiente destrucción de
capitales sobrantes, la necesidad de rebalancear la economía
mundial, los límites de la intervención estatal, la gestión
de la fuerza de trabajo, el posible surgimiento de un nuevo
movimiento obrero.
Como
Sartelli ya elaboro su profecía hace década y media, los
hechos posteriores –los testarudos hechos, la mecánica
concreta misma de la crisis- son simplemente dejados de
lado. Total, como “la crisis es un proceso....que empezó
en los 70” todo lo demás son “tonterías”: Sartelli
solo habla de generalidades: no tiene ningún análisis
concreto de la crisis, ni de sus alcances y límites, ni
verdaderamente del carácter histórico de la misma.
Total, para qué: el capitalismo siempre está en crisis…
No
podemos dejar de mencionar este ¿postulado filosófico? típico
de la vulgata catastrofista presentada como “marxismo”:
la “crisis permanente”. Quien se atreva a señalar que
no hubo 40 años de crisis continuada, que el capitalismo se
dio una orientación para contrarrestar la de los años 70
en las décadas de los 80 y 90 que se llamó “capitalismo
neoliberal” es un “atomístico”…
Culmina
Sartelli señalando que “la parte más interesante del artículo
de Rojo parece un simple plagio de mí articulo señero
de 1996”: qué payasada: Sartelli no tiene la
menor envergadura teórica como para basarse en sus artículos.
Contra
el catastrofismo vulgar que deja de lado la lucha de
clases,
Rojo concluye citando a Trotsky: “En los debates con el
economista Kondratiev, en los 20, Trotsky buscaba dilucidar
la mecánica de la evolución más de conjunto del sistema.
En esta categoría incluía no solo los factores económicos
del ciclo capitalista, sino lo que llamaba las condiciones más
generales de la acumulación: los
factores no estrictamente económicos, desde el
descubrimiento de nuevos mercados hasta la lucha de
clases”.
Por
esto mismo, “la curva del desarrollo capitalista solo se
puede trazar con posterioridad al desarrollo de los
acontecimientos, en la medida que su evolución depende
también de estas condiciones generales de la acumulación extrínsecas
al mecanismo económico propiamente dicho”.
Así, “por lo que se refiere a las fases largas de la
tendencia de la evolución capitalista, debemos destacar que
el carácter y duración están determinados no por la dinámica
interna de la economía capitalista, sino por las
condiciones externas que constituyen la estructura de la
evolución capitalista. La adquisición de nuevos países y
continentes, el descubrimiento de nuevos recursos naturales
y hechos mayores de orden superestructural tales como las
guerras y las revoluciones determinan el carácter y el
reemplazo de las épocas ascendentes, estancadas o
declinantes del desarrollo capitalista”.
En
síntesis: la curva general del desarrollo de la actual
crisis depende en gran medida de la lucha de clases: en qué
medida se generalizarán o no las expresiones de resistencia
y lucha de los trabajadores contra el ajuste capitalista
como ya se comienzan a dar en Grecia, en España o mismo
China.
A
pesar de acusar al Nuevo Mas de “irracional” desde su
“gabinete científico”, Sartelli
nos recuerda al chacarero que imbuido de espíritu avanzado,
había comprado una heladera, siendo el primero del lugar en
tenerla. El problema es que como no había electricidad, la
tenía que usar de.....armario. Cuando la electricidad
finalmente llegó, la heladera no servia más. En los
pueblos chicos, donde el apodo es algo natural, lo llamaban
“el hombre adelantado a su tiempo”…
[1]
En
la jerga de la izquierda revolucionaria se les dice
CHARQUEROS a aquellos que hacen análisis en el aire y
no tienen ni una práctica militante concreta sistemática
de cara a la lucha de clases… ni seriedad y rigor de
cara a la investigación teórica.
[2]
Una cuestión de método. A propósito de la crisis
mundial, el Nuevo Mas y el irracionalismo políticamente
correcto. El Aromo N 55.
[3]
El tortuoso idilio entre arte y revolución. SoB 23/24.
[4]
El estado de la crisis económica mundial. Cuando se
prepara una recaída. SoB 23/24 José Luis Rojo.
[5]
En la mitología griega el dios Apolo le concedió a
Casandra el don de ver el futuro a cambio de un
encuentro carnal. Cuando lo obtuvo rechazo el amor del
dios y entonces este la maldijo: seguiría teniendo su
don, pero nadie le creería…
[6]
Notas sobre la Teoría de la Revolución Permanente.
Critica a la concepción de las revoluciones socialistas objetivas SoB 17/18.
[7]
Ver al respecto “La caída del muro de Berlín del
Capitalismo”; “Declaración de la Corriente
internacional Socialismo o Barbarie” en SoB 22 y
“Causas y consecuencias del tembladeral financiero”,
SoB 21. Estos artículos Sartelli siquiera se tomo la
molestia de leerlos, porque desmentirían su acusación
liviana de que nuestra corriente solo ha escrito sobre
la crisis en ciernes una vez que la misma se desencadenó
abiertamente.
[8]
J.L. Rojo,“Cuando se prepara una recaída”, revista
SOB n°23/4
[10]
En esto Sartelli no deja de seguir un método que ha
hecho “escuela” en el PO, aunque su “nivel”
teórico sea sensiblemente inferior al de estos...
[11]
Roberto Sáenz, comentando en la revista SOB n°22, los
análisis de Trosky de su artículo de los años ‘20
“La curva del desarrollo capitalista”.