La
situación en Grecia podría percibirse como en un momento
de impasse en la lucha de clases, aunque en un horizonte no
tan lejano ya se avecina otra tanda de ataques por parte del
gobierno, la UE y el FMI, abriendo posibilidades para nuevos
choques de clases. Las primeros medidas de ajuste anunciadas
el 6 de mayo, a pesar de la resistencia y las
movilizaciones, han logrado ser aplicadas. Para la segunda
parte, están preparando una ofensiva privatizadora de toda
una serie de empresas del estado que amenaza con dejar un
gran número de trabajadores en la calle, al tiempo que
buscan liquidar la educación y la salud públicas. Como
parte del viaje de nuestra corriente al evento organizado
por el grupo OKDE de dicho país hace unas semanas, este artículo
busca dar cuenta de la actual situación y de los
acontecimientos que se avecinan en Grecia.
Desde estas páginas venimos señalando como la crisis del
capitalismo mundial golpeó a Europa, y recayó sobre una
serie de países encabezados por Grecia y España el empezar
a pagar los platos rotos de los desastres de la Unión
Europea.
Desde iniciada la crisis en 2008 los estudiantes y
trabajadores griegos dieron importantes batallas. En
especial, es necesario recordar la verdadera rebelión
juvenil desatada en diciembre de ese año, contra el
asesinato a mansalva por parte de la policía de un joven en
el barrio de Exarjeia, que provocó la salida a las calles
de amplios sectores —tanto juveniles como de
trabajadores— en repudio, generando una serie de
enfrentamientos contra la policía y el gobierno. El ascenso
juvenil logró ocupar el centro de Atenas por varios días,
empalmando con una huelga general (que la burocracia había
llamado de antemano, y después no lograba contener al
movimiento) generando una masiva movilización. Los
estudiantes y la juventud griega históricamente fueron unos
de los factores más dinámicos, y hoy pueden ser la chispa
que encienda la pradera.
Aproximadamente un año más tarde el gobierno comenzó
con los brutales planes de ajuste, y frente a esto las
primeras acciones de resistencia por parte de los
trabajadores. A continuación veremos más de cerca de qué
se trató esta primera tanda de medidas y un primer balance
para enfrentar la nueva ofensiva.
Las primeras medidas de Papandreu y las huelgas generales
Cuando la bancarrota de la deuda estatal griega fue
declarada y temblaron las bolsas de todo el mundo —en
especial Europa— desde
el FMI y el Banco Europeo resolvieron que los trabajadores
griegos fueran los primeros en empezar a pagar los platos
rotos de la crisis. Pero una cosa era hundir a uno de los países
más pobres del bloque, y otra que se vaya al demonio por
efecto dominó toda la Unión Europea. Entonces para
combinar reventar Grecia y salvar el proyecto burgués
europeo, el 2 de mayo discutieron un plan de “salvataje”,
un préstamo de 110 billones de euros, a cambio de una serie
de medidas antiobreras que el gobierno del PASOK se
comprometió a llevar adelante. Éstas se basaban en
aumentar la edad jubilatoria de 63 a 67 años; eliminar los
aguinaldos y congelar los salarios por tres años en los
trabajadores del Estado y el sector público; aumentar el
IVA del 21 al 23%; limitar o abolir la jubilación temprana
y 10% de aumento en los impuestos a los cigarrillos, el
alcohol y las naftas.
Frente a semejante avanzada se generó un malestar
generalizado y la burocracia sindical, que pertenece al
PASOK, se vio obligada a convocar a una serie de huelgas
generales. La del 5 de mayo fue la más masiva del año, con
más de 200.000 personas en las calles. Luego vino otra
también muy dura, y pese a que no llegó a la misma
convocatoria que la anterior, Atenas se volvió a paralizar.
A su vez cuentan compañeros griegos que aparecieron en las
movilizaciones nuevos sectores de trabajadores organizados:
pequeños nuevos sindicatos, con muchos trabajadores jóvenes.
Aunque por otro lado, si bien muchos estudiantes
participaron como jóvenes trabajadores en las
movilizaciones, no se hizo presente con fuerza el movimiento
estudiantil como tal.
Lo importante aquí es balancear estas primeras
experiencias, sus puntos fuertes y débiles, y lo primero
que hay que marcar es la gran predisposición a la lucha por
parte de la clase obrera griega: dejó en claro que no va a
dejar que así nomás los capitalistas le arrebaten todo.
Pero esta gran fuerza para derrotar los planes de ajuste,
todavía debe sacarse de encima a la burocracia sindical y
los partidos que sostienen el régimen de la podrida
democracia burguesa. Es necesario profundizar las luchas
contra las medidas, haciendo de todas las peleas una batalla
por tirar abajo, junto al ajuste, al gobierno del PASOK y
los capitalistas.
Varios analistas hablan que Europa se está “latinoamericanizando”,
en el sentido que están aplicando en el viejo continente
las mismas recetas neoliberales “de los 90”, y podrían
ir a desastres sociales con elementos de similitud. Si bien
este proceso recién está comenzando y todavía no hemos
visto rebeliones populares con la profundidad de las
acontecidas en América Latina (que con sus distintos
matices y en su momento, de conjunto sí le han puesto de
manera efectiva un freno a las medidas más puramente
neoliberales), la profundización de la crisis económica
hace que los efectos sociales de estas medidas sean muy
duros en Grecia y ya se empiecen a sentir en amplios
sectores obreros y populares.
Un desempleo que no cesa de crecer, salarios de miseria y futuro negro
para la juventud
Mantenerse dentro de la Unión Europea, para los
trabajadores griegos se está haciendo cada vez más
insoportable, en especial para la juventud, ya que la
desocupación y los salarios de miseria empiezan a ser
problemas agobiantes. Si cualquiera analiza los datos
oficiales, el índice publicado en abril decía que la
desocupación había alcanzado el “pico histórico del
11,7%”: pero esto suena más a una mentira del “INDEC
griego” truchando números (cosa que ya hicieron para
poder entrar a la UE), que a la realidad que se ve en las
calles. Algunos estudios dicen que 120.000 jóvenes están
desempleados y 440.000 no consiguieron trabajo estable el último
año (Afroditi
Lakkiotis, greece.greekreporter.com). La juventud, ahora
llamada “generación de los 600 euros” —en clara alusión
a los raquíticos salarios— vive en pésimas condiciones y
con perspectivas de futuro más que negras: “Con 600 euros
no se puede formar una familia o permitirse una
vivienda”.[1] Otro dato que parece “más real” es el
que maneja, por ejemplo, la burocracia sindical de GSEE
(Confederación General de Trabajadores de Grecia): estiman
que para el próximo invierno (diciembre-enero) el índice
de desocupación superará el 20%.
A la situación preocupante del desempleo, se suma un
nuevo grave problema, ya que en un país donde el turismo es
una parte importante del ingreso de divisas, este año el número
de visitantes ha sido muy bajo: el aumento en los productos
y los precios en euros, hizo de Grecia un país más caro
que por ejemplo Turquía, con el cual comparte ciertas
características, como el mismo mar, y le ha absorbido gran
parte de los turistas. A su vez, al haberse llenado de
productos importados ha desmantelado gran parte de la
industria y la agricultura; los trabajadores estatales y los
vinculados a la actividad pública quedaron como uno de los
sectores más importantes. Pero las noticias para éstos no
son nada buenas: el plan del tándem Papandreu-FMI-UE es dar
la próxima un par de vueltas de tuerca a la ya tremenda
reforma y al ajuste del Estado.
Papandreu, el FMI y la UE van por más: privatización de las empresas
estatales y achicamiento del Estado
“Grecia está a la espera de recibir hoy de la Unión
Europea (UE), del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del
Banco Mundial (BM) oficialmente las últimas recomendaciones
para seguir con su ajuste fiscal y así poder acceder al
segundo tramo del rescate financiero, en medio de nuevas
amenazas de huelgas de los sindicatos. (…) los organismos
exigirán de Grecia más liberalizaciones en su economía así
como importantes privatizaciones en el sector energético,
monopolizado hasta ahora por el ente público DEI. Aunque
los expertos de la UE se declaran satisfechos con el
progreso de las reformas, su interés se centra ahora en una
serie de medidas para combatir la inflación, recortar más
el gasto público y aumentar la competitividad de la economía.
El gobierno ya ha
reducido los sueldos un 7% y ha eliminado el pago extra de
verano y fin de año en el sector público, y también en
las pensiones. Ahora se espera otro fuerte achique, con
despidos masivos de empleados públicos, fusiones de
entidades estatales y cambios en plantilla” (El
Cronista Comercial, 17/08/10).
Esta cita revela toda la crudeza de los planes para
Grecia. Para la burguesía, si los trabajadores pudieron
hacer un “esfuerzo”, ahora pueden hacer otro… y luego
otro y así sucesivamente. Pero veamos primero de qué están
hablando precisamente cuando hablan de despidos masivos de
empleados públicos, para luego pasar a la futura ola de
privatizaciones. En mayo de este año, se aprobó en el
Parlamento (con 164 votos a favor y 124 en contra) la
reforma del Estado llamada “Kallikratis”, que consiste
en una profunda transformación de la estructura
administrativa del Estado con un número incontable de
reducción de puestos de trabajo: concretamente los estados
regionales dejaron de ser 76 prefecturas para pasar a ser sólo
13 regiones, y de 1.034 municipalidades sólo quedaron
370.[2] Esta brutal contracción fue festejada con bombos y
platillos por un funcionario del FMI cuando junto a la CE
(Comunidad Europea) y la UE fueron a “revisar” las
cuentas fiscales griegas: “La reforma ‘Kallikratis’ es realmente significativa.
Pensamos que brindará
una importante contención a los gastos, que podría
alcanzar hasta 1,5 billones de euros en los próximos tres años.
Esto es un proceso de racionalización con el cut-down de
varias capas de la burocracia, actividades innecesarias y
costos. Ciertamente esta reforma es una parte importante del
programa”.[3]
Para cuando termine el verano Papandreu
tiene resuelto ir por más, y ya tiene el objetivo
entre cejas: vender las empresas del Estado. Pero como no le
va a ser fácil y se va a topar con una dura resistencia, la
burguesía está tratando de “convencer” a la población
de esta medida, por la vía de los medios de comunicación,
con campañas al estilo “los trabajadores son vagos” y
“es necesario achicar el gasto público”… ¡exactamente
las mismas excusas y argumentos de la podrida burguesía
argentina cuando desmantelaron todo el aparato del Estado!
En un sitio web auspiciado por el gobierno (www.investingreece.gov.gr)
aparecen el listado de empresas del Estado a las que el
gobierno “abre” las puertas a los capitales privados:
los rubros incluyen transportes (trenes, puertos y
aeropuertos), aguas y cloacas, energía eléctrica,
telecomunicaciones, juegos (casinos) entre otros. En el
rubro de la energía, a comienzos de la década pasada el
monopolio estatal del PPC (Public Power Corporation) había
sí privatizado parcialmente, pero ahora “El gobierno
venderá el 39% de la participación accionaria del Hellenic
Post [correo] y del Public Power Corp (el Estado posee el
51%).[4] ¡Están transformando a las empresas del Estado
griego en una gran “feria americana” de ropa usada, que
entren los capitales y se lleven lo que quieran! Por el lado
de los trenes, toneladas de artículos de la prensa hablan
sobre cada uno de los ramales que dan pérdidas y habría
que cerrar. Los primeros pasos los quieren dar con la energía eléctrica y los
trenes, en los cuales trabajan cerca de 30.000 y 7.000
trabajadores respectivamente, las cuales —con tamaña
concentración de trabajadores— pueden abrir en el
horizonte duras y masivas luchas obreras. ¡La principal consecuencia si avanzan las privatizaciones va a ser la
masa de trabajadores que van a quedar en las calles sin
trabajo! Todo lo que hemos visto en América Latina y sobre
todo Argentina en la década de los 90, en Grecia se repite
en toda la línea. ¡Se impone como una de las principales
tareas enfrentar los planes de privatización y rodear de
solidaridad a los trabajadores griegos!
Los ataques a la educación y los estudiantes universitarios
Para la educación los ataques fueron y van a ser múltiples.
Al tiempo que a los maestros y profesores les tocó el
congelamiento salarial y la quita de los dos aguinaldos
(igual que a todos los trabajadores del Estado, como señalamos
más arriba), salieron a dar una dura pelea contra una nueva
ley educativa que por un lado reduce puestos de trabajo, y
por otro deja al borde del cierre las escuelas de los
barrios más humildes.
Pero como en el recorte presupuestario no se salva nadie,
un blanco tentador del ajuste va a ser la Universidad.
Vistas desde los ojos de los capitalistas y para un país en
bancarrota, las condiciones para estudiar en las
universidades griegas son de otro planeta: los estudiantes
no sólo tienen acceso gratuito, sino que en algunas hasta
tienen vianda sin costo, y en todas pagan la mitad del
boleto de transporte y tienen los libros gratis. Para
carreras como Ingeniería o Medicina por sólo citar
algunas, adquirir gratis libros que salen más de 100 ó 200
euros, justo cuando la línea del Banco Mundial es ir a
universidades privatizadas de manera directa o encubierta,
es casi un lujo. Pero avanzar contra los estudiantes
universitarios, puede significar uno de los principales
problemas políticos del gobierno: todavía está muy
presente la lucha dada por los estudiantes y la juventud en
2008. El movimiento estudiantil universitario griego (ver la
lucha del Politécnico de 1973) tiene una vasta tradición
asamblearia, de organización y lucha en las calles, y la
combinación de éste con los trabajadores, puede ser clave
para desarrollar una vanguardia de lucha que desborde a la
burocracia sindical (y otros traidores como el KKE
—Partido Comunista Griego—) y se plantee una lucha a
fondo para derrotar los planes de ajuste del gobierno, el
FMI y la UE.
La juventud griega debe pasar al frente
Luego de haber escuchado por parte de los voceros del
capital que la “crisis ya se ha superado”, el sistema
capitalista está mostrando nuevas recaídas (ver artículo
de Claudio Testa en páginas centrales) y los planes del
gobierno griego son entregar todo a cambio de hipotecar el
país reventando salarios, privatizando las empresas del
Estado y vaciándolo, liquidando la salud y la educación pública,
todo para pagarle a los capitales usurarios, siguiendo las líneas
trazadas por el plan de ajuste de la UE. En este marco el
problema de la falta de empleo, se va a combinar con una
profundización de la crisis social, al tiempo que las
perspectivas de futuro para la juventud van a continuar
socavándose.
Frente a esto, la clase trabajadora griega demostró en
las calles que está dispuesta a salir a pelear contra las
medidas de ajuste, y esto es fundamental para pensar una
estrategia frente a lo que se viene. Pero las barreras que
significan la burocracia sindical y el régimen político
deben ser superadas y es en este punto donde la juventud
estudiantil y trabajadora puede jugar un papel fundamental.
Para torcerle el brazo al trío Papandreu-FMI-UE, hay que
preparar las próximas luchas en la perspectiva de
transformarlas en una rebelión obrera y popular contra los
planes capitalistas. Esas huelgas masivas, para derrotar
efectivamente los ajustes, deben pasar a ser enfrentamientos
directos que se planteen tirar abajo, junto al ajuste, al
gobierno del PASOK y los capitalistas.
Para frenar semejantes monstruos y tan duros planes, no
hay otro camino para los trabajadores griegos que las
rebeliones al estilo Argentinazo, llevando el “espejo”
de América Latina del plano de las medidas al de las luchas
con acción directa en las calles.
Notas:
1.-
Takis
Tsafos, Deutsche
Presse–Agentur (DPA), 09/12/08
2.-
http://www.ekathimerini.com/4dcgi/_w_articles_politics_2_04/05/2010_116849
3.-
http://www.imf.org/external/np/vc/2010/080810.htm
4.-
http://www.investingreece.gov.gr/default.asp?pid=25&la=1&n=466
La histórica batalla de los estudiantes
del Politécnico en 1973
Los estudiantes griegos tienen una gran tradición
de lucha en las calles, y esto se debe en gran parte a la
heroica batalla librada en el año 1973 contra lo que se
llamó la "Dictadura de los Coroneles". Este régimen
fascista que había sido impuesto en 1967, con el apoyo del
imperialismo occidental, fue una dictadura al estilo
“latinoamericano” que encarceló, deportó y torturó
activistas y luchadores, censuró y clausuró la actividad
política, disolvió los partidos y controló la actividad
gremial, incluyendo la estudiantil, a punta de pistola.
Pero en febrero de 1973, al calor de los hechos del
Mayo Francés de 1968, los estudiantes empezaron a dar pasos
al frente para enfrentar al régimen y se declararon en
huelga contra el intento del gobierno militar de seguir
manipulando las elecciones estudiantiles, poniendo
representantes gremiales "a dedo". El conflicto se
endureció y las Fuerzas Armadas entraron en las
instalaciones universitarias y detuvieron más de una decena
de activistas y dirigentes. A partir de esto miles de
estudiantes respondieron tomando la Facultad de Derecho,
reclamando el fin de las leyes represivas y el cese de la
intervención del gobierno fascista en los organismos
gremiales de los estudiantes. Los estudiantes que estaban en
las calles fueron duramente reprimidos, aunque la avanzada
brutal contra ellos vendría mas adelante. El ambiente en
los estudiantes ya era de ebullición.
Va a ser en noviembre cuando la bronca contra el
gobierno militar explota en una pelea histórica. Los
estudiantes fueron nuevamente al paro, esta vez haciendo eje
en la Politécnica, con un claro objetivo político:
enfrentar hasta ponerle fin a la dictadura. Frente a esta
revuelta el gobierno emite una orden de reprimir a los
estudiantes, pero antes que se lleve a cabo, la defensa del
Politécnico pasó a convertirse en una causa de todos los
luchadores obreros y populares, y sirvió de condensador
para una pelea del conjunto de los explotados y oprimidos
contra la dictadura. Movilizaciones masivas de trabajadores
fueron hasta la Universidad para expresar la solidaridad con
la lucha de los estudiantes. Para el 15 de noviembre,
300.000 personas se movilizaron al centro de Atenas con el
reclamo del fin de la dictadura, la cual va a ser duramente
reprimida, con enfrentamientos callejeros entre las masas
movilizadas y la policía y el Ejército. El 17 de
noviembre, como los militares ya sabían que el epicentro
eran los estudiantes universitarios, fueron a la Universidad
con los tanques, y cuando dieron la orden de reprimir,
uno pasó por encima de la puerta del Politécnico a
la madrugada, entrando a la Universidad, abriendo fuego
durante varias horas y matando entre 50 y 80 personas dentro
y fuera de la facultad.
Pese a la brutalidad de la
represión las movilizaciones continuaron en todo el país
hasta julio de 1974, cuando el gobierno militar griego
fracasa en su intento de dominar Chipre y se termina por
derrumbar. Pero la herida de muerte del gobierno militar habían
sido las movilizaciones estudiantiles y obreras de 1973.
Al día de hoy, se sigue
homenajeando a los estudiantes caídos por la represión, y
los estudiantes universitarios no sólo consiguieron que las
fuerzas represivas no puedan entrar a las universidades,
sino que se ganaron un lugar indiscutido en la vanguardia de
la lucha de clases en Grecia.