Socialismo o Barbarie, periódico Nº 186, 30/09/10
 

 

 

 

 

 

Cada vez más de centro que de izquierda

El MST y su desbarranque sin fin

Por Sergio Revelli

Las elecciones en la CTA desataron una serie de debates políticos, ya que las mismas fueron cruzadas por la división que se dio en la burocracia, que por primera vez fue dividida en dos listas: una más ligada al gobierno nacional y otra a la oposición sojera. Para la izquierda revolucionaria se presentaba una oportunidad para intervenir de manera unitaria, presentando un polo clasista alternativo a las dos variantes burocráticas: esa fue la posición del Nuevo MAS, el cual fue parte importante del Frente Clasista.

Solanas, Stolbizer y Vilma Ripoll:
el MST junto a los sojeros
“de izquierda”

En este marco el MST, partido que hace rato ha abandonado la vereda de la independencia política de los trabajadores, se alineó con una de las fracciones burocráticas, la de Micheli. En su último editorial lo grafican así: “A los K se los puede derrotar si se construyen alternativas amplias y unitarias superadoras. En este caso fue clave la conformación de la Lista 1 entre distintos sectores que, más allá de las diferencias existentes, supimos poner por delante la necesidad de unirnos para enfrentar el intento de cooptación de una organización de trabajadores por parte del gobierno burgués kirchnerista” [1]. Esta definición deja mucha tela para cortar, y no es otra cosa que sacar un clavo poniendo otro no muy distinto, porque tanto Yasky como Micheli en la mayoría de los aspectos son como dos gotas de agua, tienen los mismos métodos, no dejan de ser dos burócratas. Como bien graficaban los compañeros del SUTNA San Fernando en su volante para las elecciones, quien firmó el convenio que flexibilizaba a los trabajadores del Neumático fue Wasiejko, pero quien lo acompañó en la asamblea que hizo aprobar esta medida fue De Gennaro, uno de los dirigentes de la Lista 1. También están muy frescos los recuerdos cuando en plena lucha de los compañeros del Garrahan o el Hospital Francés, Micheli no movió un dedo para ganar ningún conflicto siendo el máximo dirigente de ATE. ¡Y ahora vemos al MST festejando de la mano de Micheli su posible victoria! ¡Quiere que los trabajadores duerman con su enemigo!

Pero el desbarranque de Vilma Ripoll y compañía no termina acá, sino que en el mismo editorial plantean dar un paso más, avanzando en su ingreso a Proyecto Sur con Pino Solanas: “Con los compañeros de Proyecto Sur no estamos discutiendo simplemente la conformación de un frente electoral, aunque tenemos una visión similar sobre la importancia estratégica de las próximas elecciones. Estamos trabajando para lograr bases políticas y organizativas que nos permitan construir un movimiento en común para antes, durante y después de las elecciones” [2]. ¡Esto es un verdadero desastre! Lo que el MST quiere embellecer es su entrada a un partido-movimiento cuyo programa no es de independencia de clase, sino todo lo contrario, una coalición con sectores patronales, porque Pino Solanas no es otra cosa que una de las caras de la oposición sojera y patronal, que coquetea en hacer alianzas con Binner de Santa Fe. A su vez, esa “unidad organizativa” incluye corrientes como Libres del Sur, quien fue parte del gobierno de Kirchner durante buen tiempo. ¡Esa es la unidad sin principios del MST, una bolsa de gatos que nada tiene de izquierda ni clasista!

Desde el Nuevo MAS sostenemos que todas estas variantes son un callejón sin salida para los trabajadores. No hay que ir ni con el gobierno ni la oposición sojera, ni con burócratas como Wasiejko ni con Micheli. Hay que profundizar una perspectiva de clase,  la unidad de los trabajadores, que enfrente al gobierno, las patronales y la burocracia sindical, y el Frente Clasista que los enfrentó en estas elecciones es un buen punto de partida.


Notas:

1.- Editorial Alternativa Socialista 531, 27/09/10.

2.- Ídem.