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Los
medios de (in)comunicación montaron un show en
beneficio de Piñera,
el
presidente de derecha de Chile, pero se cuidaron de
ocultar... |
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Después de casi 24 horas de tareas de rescate los 33
mineros atrapados desde agosto salieron a la luz y
terminaron su extenso turno laboral. En las inmediaciones
del improvisado campamento “Esperanza”, donde aguardan
los familiares de los mineros, cerca de 700 periodistas de 36 países han montado un verdadero “set
televisivo” para seguir lo que han denominado desde sus
titulares el “gran rescate”, el “viaje desde el centro
de la Tierra”…
De una explotación a otra
Lejos del ánimo que podría despertar tamaña expectación
mundial, los mineros han pedido a la prensa “que al menos
les den unos días, para descansar tranquilos junto a sus
familias”.
Es que luego de haber explotado –por cuenta de su
patronal– una mina de cobre, de haber sido explotados
laboralmente en precarias condiciones de trabajo, los medios
de comunicación de los capitalistas han encontrado una
nueva veta para extraer recursos: el relato emocional y
psicológico de los atrapados y sus familias. Se
preparan entonces “especiales de prensa”, “crónicas”,
“reportajes”, “libros testimoniales”, “películas”
y un largo etcétera.
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...las
protestas en las calles de Copiapó de los mineros
que fueron
despedidos
sin siquiera cobrar sus sueldos. Tampoco
informaron... |
El gobierno, en sintonía con la misma lógica, ya tiene
diseñada una condecoración al estilo “héroes del
Bicentenario”, es decir, también quiere sacar una tajada
de la torta (mediática).
Sin duda que es una
gran alegría que los mineros estén vivos luego de
varios días sin comunicación. Sin embargo, todo el ángulo
ha estado centrado en cuestiones emocionales y psicológicas
del relato de los familiares y sus historias, y
la (i)responsabilidad política del gobierno de derecha para
con la seguridad de los trabajadores ha pasado casi
desapercibido. Y es que los grandes responsables de las
condiciones en las que trabajaban los mineros y en las que
se produjo el derrumbe que los dejó atrapados y en riesgo
de muerte, además de la empresa, fueron el gobierno actual
de derecha y los gobiernos de la Concertación, incapaces
ambos de velar por las más mínimas condiciones de trabajo:
la vida.
Lo que no se vio (ni
se quiere ver)
Por las calles de Copiapó,
trabajadores de la mina San
José, que no se encontraban en sus faenas el día del
accidente, se encuentran movilizados con la consigna: “¡Para
tu Show Piñera, 300 estamos afuera!”.
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...que
mientras se hacía el rescate, moría la
víctima número 35 de las minas
chilenas
en este año. Sin flashes ni cámaras de TV, el
cuerpo de Roberto
Benítez
(26 años) es retirado por la noche de la mina
Botón de Oro,
aplastado
por una roca, mientras trabajaba a 800 metros de profundidad. |
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Luego del derrumbe, la minera San Esteban, dueños del
yacimiento de San José, comenzaron a realizar los trámites
legales para declararse
en quiebra. Los
mineros dejaron de recibir sueldos y fueron despedidos.
Actualmente se encuentran en un proceso de lucha con la
minera y con el gobierno que no ha tomado ninguna medida al
respecto, salvo de acompañarlos por los laberintos de la
(in)justicia laboral chilena.
Por
el contrario, está clarísimo que lo que debería proceder
sin dilación alguna, es la expropiación de la minera sin
indemnización alguna (más bien los empresarios deberían
al mismo tiempo poner sus millones para indemnizar a los
trabajadores y sus familiares) y su puesta en producción
bajo control económico y de seguridad de sus trabajadores.
Los responsables de la tragedia
Las condiciones en las que trabajan millones de
trabajadores y trabajadoras en Chile son responsabilidad de
los gobiernos de la Concertación (durante 20 años en el
poder) y de la derecha (actualmente en el poder político),
que administran un sistema económico diseñado para la
ganancia de los capitalistas nacionales y extranjeros: el
capitalismo.
Los trabajadores no debemos
depositar ninguna confianza en que estos gobiernos cambien
las precarias condiciones laborales que aseguran las
ganancias de los capitalistas. Muy por el contrario, la
posibilidad de trabajar en condiciones dignas, sin riesgo de
perder la vida, depende de nosotros, de construir una
herramienta para la toma del poder, un partido de los
trabajadores para derribar este sistema y construir otro, en
el que la producción esté orientada a los beneficios de
las mayorías oprimidas: el socialismo.
Notas:
1.- Mario Amorós, La sal de la tierra chilena, 12 de
Octubre de 2010. En
http://blogs.publico.es/dominiopublico/2546/la-sal-de-la-tierra-chilena/