Socialismo o Barbarie, periódico Nº 187, 15/10/10
 

 

 

 

 

 

Sindicato de la Carne

Una para los trabajadores

Por Rodolfo Torres

Y llegó el día que la gente dijo basta, basta de tanto manoseo, basta de tanta mentira, basta de despidos, basta de reducción salarial, basta de las conciliaciones del Ministerio de Trabajo que sólo las acata el trabajador y la empresa se las pasa por… ahí. Basta de esperar que el sindicato haga algo y no transe a espaldas de la base. Es decir: basta de ser siempre el trabajador que paga los platos rotos de una crisis en la que no tiene ni arte ni parte. Encima lo que se ve es que el patrón sigue facturando y ganando como siempre o más y el único que pierde es el trabajador.

Como dice la canción: “las penas son de nosotros/ las vaquitas son ajenas”. Pero esta vez las penas fueron del patrón porque tuvo que acceder a las demandas de los trabajadores, si bien no es todo lo que se pedía y por lo que se peleaba, pero se logró arrancar un triunfo parcial, que tiene que servir para fortalecer la organización independiente de los trabajadores y en primer lugar la asamblea de base.

La patronal y el gobierno contra los obreros

Los despidos y la reducción de salario en el frigorífico Bancalari no fueron un “rayo en una noche despejada”. Son parte de la crisis del sector agrícola-ganadero que viene desde lejos y que se agudizó con la pelea por la 125. Pero que haya crisis no quiere decir que la patronal esté mal. Descargan su crisis sobre los hombros de los trabajadores y hacen otros negocios que les dejan millones.

El cierre de las exportaciones vía no entrega de ROES y la baja del consumo de la población por el alza del precio de la carne hace que el nivel de empleo y de actividad en los frigoríficos se sigua deteriorando. Según los diarios están en riesgo 11.000 puestos de trabajo en todo el país. En el sindicato Capital El Látigo cerró, el Marcelaruis cerró, el JBS ex Consignaciones Rurales cerró, Procesadora de Carne despidió. En el Rioplatense desde principio de año hasta ahora despidieron a más de 200 compañeros, el Runfo estuvo cerrado por más de un mes y ahora vuelve a estar en problemas. No hay frigorífico que no esté en problemas con despidos o con horas perdidas, etc.

El control de los precios de la carne del gobierno fracasó. Las ofertas de cortes baratos son difíciles de conseguir… y de comer: el asado a $ 10.50 el kilo es carne de vaca vieja. La política de cerrar las exportaciones para que sobre carne en el mercado interno y obligar a las patronales para que vendan barato lo único que consiguió fueron despidos y que peligren miles de puestos de trabajo. Por su lado, la patronal ganadera dice que el precio subió porque cayó el stock de cabezas de ganado…y ahora se está cerca de $ 10 el kilo en pie. Además, lo que no dicen es que vendieron jugosamente ese ganado y que esas tierras las usan para sembrar soja. Es decir, que siempre ganan plata a dos manos, sea por la vía que sea.

Hay una salida para la crisis de la carne

Un verdadero control de precios pasaría por establecer el monopolio estatal del comercio de carnes: es decir, formar una verdadera Junta Nacional de Carnes con control de los trabajadores del sector y representantes de las organizaciones populares en representación de los consumidores, para garantizar el abastecimiento a precios razonables, un saldo exportable donde parte de la renta cárnica y las ganancias empresarias fueran re-direccionadas hacia trabajadores y consumidores populares y la continuidad de todas las fuentes de trabajo. Al mismo tiempo, hay que imponer con la lucha la nacionalización bajo control de los trabajadores de todo frigorífico que cierre o despida. Este es él único programa de clase e independiente que se puede levantar en el sector dejando de ser vehículo de reclamos patronales.

Por una nueva dirección del gremio

Los compañeros del Bancalari demostraron que si se pelea duro y con firmeza se le puede doblar el brazo a las patronales. La toma del frigorífico, al ser masiva y acompañada por la familias de los compañeros, se convirtió en un arma formidable y enseña el camino para imponer los reclamos obreros. Ayudó el hecho que inteligentemente se hizo la medida con los corrales llenos y con carne en las cámaras. La patronal estaba muy apretada y aflojó. Pero la lucha deja otras enseñanzas.

El miércoles 29 por la noche, mientras los trabajadores tenían ocupado el frigorífico, el secretario general del gremio llamó la policía para decir que los trabajadores del Bancalari lo tenían secuestrado. El viernes llamó a los delegados y fue con más de 70 trabajadores a las puertas del frigorífico para intentar negociar él pero los trabajadores óolo lo dejaron firmar lo que ellos arreglaron. Ahora se dedica a lanzar amenazas a los activistas de la lucha y a los delegados que apoyaron a los compañeros.

Lo que Molina no le dijo a la policía es que él tiene secuestrado el gremio hace años. Él y su amigo Peretti y están en el sindicato están hace más de 20 años. Debemos recuperar el sindicato para que deje de ser una sucursal de las oficinas de personal y se ponga a la cabeza de las luchas y parar la sangría de salario y puestos de trabajo que estamos sufriendo.

El primer paso es apoyar a todo frigorífico que salga a luchar, el segundo es recuperar las comisiones internas para los trabajadores. El tercero es unirse por abajo e imponer un plan de lucha por las bases del gremio para recuperar salario y parar la sangría de puestos y horas de trabajo que se pierden día a día.

• Basta de despidos y horas caídas

• Garantía horaria de 96 hs.

• Por un básico que cubra la canasta familiar

• Por una nueva dirección del gremio

• Por el monopolio estatal del comercio de carnes con control de los trabajadores

• Por la nacionalización de todo frigorífico que cierre o despida con control de los trabajadores


Reportaje a un activista de la toma

El Bancalari se la banca

SoB: ¿Por qué empieza el conflicto?

Cro.: El conflicto empezó porque nos sacaron 26 horas. Hasta hace unos 4 meses nos estaban pagando 96 horas de garantía horaria por quincena y de repente la empresa nos dice que no las va a pagar más y nos empiezan a pagar sólo 70 horas. Además estaban despidiendo a muchos compañeros. En realidad los apretaban para que firmen la renuncia. La patronal junto a los delegados les decían a los compañeros que firmen, que la empresa estaba mal, que estaba en quiebra, que tenían que firmar, que era lo mejor, bueno así fue que despidieron a 42 compañeros.

SoB: ¿Cómo deciden la toma?

Cro.: Bueno, nosotros venimos hace rato con estos problemas e hicimos paros y nos declararon la conciliación obligatoria varias veces, pero sólo la cumplíamos nosotros porque la empresa seguía haciendo lo que quería. Nosotros habíamos pensado y charlado con los compañeros que teníamos que hacer el paro con los corrales llenos, porque cuando hay 200 ó 300 vacas no podés hacer nada, estábamos esperando que haya más de 500 y justo ese día entraron 600 animales y… ese día le paramos. Así que bueno, ellos tenían que sacar las vacas sí o sí, durante el fin de semana.[1] Así que el miércoles 29 nos cansamos e hicimos un paro y decidimos quedarnos hasta que se solucione el problema.

SoB: ¿Que pasó con el sindicato?

Cro.: Llamamos al sindicato, en realidad hace dos años que lo estamos llamando pero nunca viene. La cosa es que viene Molina a la planta [Secretario general del Gremio] para hablar con la empresa y nosotros lo secuestramos, es decir, le dijimos que no salía hasta que no se solucionaba el problema y lo dejamos adentro. Bueno se empezó a poner nervioso, le agarraban convulsiones, pidió un “puff” y le conseguimos, después dijo que ese no le servía y pidió un nebulizador y le conseguimos un nebulizador, bueno en todo momento lo atendimos bien. Lo único que no se podía ir hasta que se arregle el asunto. Lo otro importante es que decidimos en asamblea una comisión de 11 compañeros para que sigan todo el tiempo a Molina, cualquiera del sindicato o a los delegados para que siempre estén acompañados por dos compañeros, para que lo sigan hasta el baño, para que vean y escuchen lo que hacen ellos,  para que entren a las reuniones con la empresa, nada más, para que salgan y cuenten a todos los compañeros qué se dijo. Es para vigilarlos y que no puedan hacer nada raro.

Finalmente vino la policía a buscar a Molina, porque éste llamó y dijo que estaba secuestrado, bueno a eso de las 11 de la noche lo dejamos ir.

SoB: ¿Hubo intentos de reprimir, de desalojar el frigorífico?

Cro.: Toda esa noche y el jueves recibimos presiones de todos lados. El comisario nos quiso sacar y lo terminamos sacando a él porque no tenía nada que hacer en el frigorífico, entonces empezaron los rumores que venía la Gendarmería. Bueno, si venía la represión ya estaba claro, que le íbamos a abrir los carrales y le íbamos a soltar las vacas.

El jueves estuvo todo el día tomado, siempre tuvimos el apoyo del barrio y de nuestras familias, después empezaron a venir las distintas organizaciones a traer la solidaridad, también vinieron delegados del gremio de la zona como el compañero Walter de Cocarsa, los delegados de FATE, etc.

SoB: ¿Cómo se solucionó el conflicto?

Cro.: El día viernes viene el sindicato con 70 personas, entre ellos delegados de otros frigoríficos de la zona sur y oeste. La empresa nos llama a negociar los 5 puntos. Ahí decidimos que Molina no entre a negociar y que negocien dos compañeros de la Comisión. Así que dos compañeros negociaron con la empresa y se le pidió a Molina que firme en el Ministerio lo que decidan los trabajadores.

La empresa accedió a los 5 puntos que son: primero, que se comprometa a no despedir a nadie más; que los $ 500 de adelanto que nos habían dado anteriormente quedaban como “un regalo de la empresa”; que nos daban $ 500 de adelanto y que las 26 horas y la deuda iban a la vía judicial. Nosotros nos comprometimos a matar los 600 animales, cosa que hicimos.

SoB: ¿Cómo sigue ahora la lucha?

Cro.: Ahora hay elecciones a delegados y sabemos que vamos a ganar porque la gente está con nosotros y que los vamos a sacar. A partir de ahora vamos a  ir de apoco, pero siempre con lo que piensa la gente. Lo que se logró se logró por la gente, no por el sindicato. Todas las decisiones las tomó la gente, porque no se aguantaba más. Nosotros pasamos de quincenas de $ 1.800 a quincenas de $ 700-$ 800. Si no luchás te acuestan…


Notas:

1- La empresa tenía compromisos comerciales asumidos, además cada día que pasa los animales van perdiendo peso, aproximadamente 5 a 6 kilos por día por animal y eso es mucha plata. Además hay disposiciones del SENASA que prohíbe que los animales puedan estar mucho tiempo en los corrales por problemas sanitarios. Por último, los animales en los corrales no se pueden mover y con el correr de los días se acalambran y se caen y después es un problema matar al animal en el corral porque es imposible hacerlo caminar. Todos estos factores presionaban a la empresa.