Empecemos
por el acto de apertura. Lo primero que dijeron las
organizadoras después de la bienvenida ritual fue “El
Encuentro somos todas” y “En el Encuentro no se vota”,
lo que significa: llamamos a las asistentes a no participar
de ninguna asamblea, plenario o mera instancia de coordinación.
Luego vino el discurso, donde se reclamó al gobierno por
diversas cosas, desde las redes de trata hasta los
pesticidas… menos por el aborto legal. Las palabras
textuales fueron: “Las mujeres vamos avanzando en el
debate sobre el aborto, y muchas queremos anticonceptivos
para no abortar y aborto legal para no morir”. Traducimos
al castellano este nuevo efluvio nauseabundo del repugnante
pantano de diplomacia en las alturas que esta burocracia
caradura llama consenso: “Vamos avanzando”… pero todavía
no avanzamos lo suficiente; “muchas queremos”… pero no
todas; así que no nos podemos pronunciar a favor de la
legalización del aborto, y menos exigírselo al gobierno,
porque “el Encuentro somos todas”, ¿entendés?
“Todas”, por supuesto, incluye a la Iglesia.
Campaña
Verde, agente del gobierno
Sigamos
por los talleres. Después de Tucumán, no nos asombra ver
actuar al PCR de la mano de la Iglesia. Lo nuevo de Paraná
fue el acuerdo pampa del PCR con la Campaña Nacional por el
Derecho al Aborto. Recordemos que en Tucumán la Iglesia
invadió los talleres de “Estrategias para la legalización
del aborto”, templo feminista donde las católicas nunca
entraban: la dirección de la Campaña quedó descolocada y
su base se unió con nosotras para sacar a patadas a las católicas.
¿Qué acordó para este año la dirección de la Campaña
con el PCR? Ubicar los talleres de “Estrategias” a
veinte cuadras de los de “Aborto” aunque siempre están en la misma escuela; dejarle la escuela de
“Aborto” a la Iglesia poniendo de coordinadoras a las
católicas y dejando entrar a la patota de hombres, y llevar
a toda la base de la Campaña a los talleres de
“Estrategias” (en los de Aborto no había una sola
verde).
¿Qué
ganaba con esto la dirección de la Campaña? Acaparar los
únicos talleres que se podrían realizar sobre el tema,
porque los de “Aborto” los invadiría la Iglesia,
obligando a la izquierda, incluso a las que estábamos en
los talleres de “Estrategias”, a correr a la escuela
donde nuestras compañeras enfrentaban a una patota que entró
rompiendo ventanas, golpeando a los que estaban en la puerta
y echando gas pimienta.
¿Qué
ganaban ambos, el PCR y la dirección de la Campaña?
Retomar el control del Encuentro que casi perdieron en Tucumán,
evitando el desborde de la base feminista independiente, que
quedó separada de la izquierda y de la escuela donde entró
la patota.
¿Cuál
es la conclusión a la que quieren volver? La que rompe los
Encuentros es la izquierda, “evidencia” que había
quedado muy cuestionada para toda la base feminista que
participó de los hechos de Tucumán.
¿Quién
es el máximo ganador en este acuerdo de ambas fracciones de
la burocracia feminista? El gobierno, ya que estas maniobras
obturaron la posibilidad de que la izquierda y la base
feminista acordaran en el Encuentro una marcha nacional
unitaria por el aborto legal.
La
siguiente cuestión es: ¿existía esa posibilidad en el
marco de un evento al que sabemos organizado para impedir la
coordinación y las resoluciones colectivas? Creemos que sí.
Ya en el Encuentro del Oeste, y también en los talleres de
Paraná, nos encontramos con muchas compañeras convencidas
de que hay que movilizarse, de que este año es la gran
oportunidad para lograr la legalización si unificamos al movimiento en la calle, y hasta compañeras de la
Campaña que acordaban con nuestra propuesta de juntar los
talleres de cada escuela al mediodía para coordinar una
movilización en fecha cercana. Además, había una buena
presencia de estudiantes de las facultades tomadas, a
quienes ninguna burócrata podría convencer de que hacer
una asamblea es un crimen de lesa humanidad. Había gente
con la cual podíamos pelear en conjunto, desde abajo, desde
los talleres, más allá de la izquierda organizada. Por eso
nuestra política fue la de asambleas en cada escuela, hasta
que no quedó más remedio que juntarnos todas en la escuela
donde atacó la patota para sacarla de allí.
En
los talleres de “Estrategias”, las dirigentes de la
Campaña hablaban de hacer una marcha para el día en que el
proyecto de legalización empezara a tratarse en el
Congreso, lo que dejaba sin fecha a la marcha porque no se
sabe cuándo se empieza a tratar. No poner fecha les deja
margen de maniobra para no coordinar nada con ninguna otra
corriente y para “avisar” de la marcha de la Campaña
uno o dos días antes. Cualquier hijo de vecino sabe que así
es imposible organizar una marcha nacional adonde vaya alguien que tenga que planificar sus
actividades porque no vive de subsidios de la Academia española,
pero eso no es lo que prefieren: quieren volver a hacer su
marcha de veinte señoras con tal de que no se escuche
una palabra contra el gobierno de Cristina, como hicieron el
28/9 mientras mil quinientos estudiantes se movilizaban a
Plaza de Mayo por el aborto legal.
Las
dirigentes de la Campaña que oficiaban de coordinadoras
querían impedir hacer plenario de los talleres en la
escuela, pero el momento en que se sacaron la careta
totalmente fue el domingo a la tarde, luego del ataque de la
patota. Propusimos que los talleres repudiaran a la Comisión
Organizadora por haber entregado la escuela de Aborto a la
Iglesia y sus matones. Se negaron. “No vamos e escribir
eso”, decían. “¿Aunque el taller esté de acuerdo?”,
replicábamos. “No lo escribimos y listo”, contestaban.
¿Y la autonomía de los talleres? ¿Y la horizontalidad?
Parece que para invocar al espíritu del Encuentro vamos a
tener que hacer el juego de la copa…
Barulleras
& Cía., agentes de la nada
En
el taller de activismo lésbico, nuestras compañeras
tuvieron que debatir, increíblemente, con la idea de que el
derecho al aborto no es parte de la “agenda” lésbica.
El argumento de estas agrupaciones era que las lesbianas
“se ponen la camiseta de las mujeres” pero el movimiento
de mujeres “no se pone la de las lesbianas”. ¿Pero cómo?
¿Las lesbianas no son mujeres? ¿El derecho a decidir que
se nos niega con la prohibición del aborto no es el mismo
derecho a decidir con quién queremos hacer pareja? Estas
compañeras dicen que no. Las lesbianas no son mujeres, habría
“camisetas” separadas para cada una.
No
sabemos si el matrimonio gay está o no en la agenda lésbica
que siguen estas compañeras, pero el hecho es que su
discurso de que las minorías sexuales se sacrifican por los
derechos de las mujeres y después éstas las dejan en banda
se da de cabeza con la realidad, primero porque muchísimas
mujeres y hombres de todas las inclinaciones sexuales e
ideas políticas nos movilizamos e hicimos nuestra la lucha
por el matrimonio. Segundo, porque el matrimonio gay se logró,
y el aborto legal está por conquistarse aún.
La
lucha por justicia para Natalia Gaitán siempre estuvo en
nuestra agenda. Que la burocracia feminista institucional no
les dé bola a las lesbianas no es excusa para
“vengarse” en todas las mujeres dejando fuera de agenda
la legalización del aborto. Nos sorprende el sectarismo
ciego de estas agrupaciones, que toman las necesidades de
vida o muerte de las mujeres como si fueran insignias de uno
u otro movimiento, que habría que negociar en un “toma y
daca”.
Conclusiones
Las
dirigentes de la Campaña han decidido esperar a que los K les
otorguen (a ellas, sin izquierda, sin estudiantes, sin
movimiento de mujeres) la legalización del aborto después
del 2011. Han decidido que es más confiable el acuerdo por
arriba con el gobierno que la situación política favorable
creada por la reciente derrota de la Iglesia y las ganas con
que se quedó la mayoría de la gente de propinarle otro
golpe a esa banda de pedófilos que todo el mundo odia
(menos el PCR). Han decidido que es mejor postergar la
legalización para un futuro incierto en bien de apropiarse ellas de la legalización, si es que ocurre. Y ya
sabemos: para apropiarse de una conquista, como hizo el
gobierno con el matrimonio gay, lo mejor es que nadie esté
en la calle, sólo estas señoras charlando con los
diputados. Esto a pesar de las miles más que van a morir en
el camino.
Lo
peor es que no se trata de esperar a que Cristina haga su
negocio con los votos progre para luego otorgar la
legalización. No sabemos qué va a pasar con el clima político
de aquí al 2011. ¿Quién garantiza que las cosas van a ir
a favor, que el gobierno va a seguir posando de progre, que
la derecha no va a retomar el terreno perdido? ¿Dónde se
creen que vivimos: en la Europa del estado de bienestar? En
nuestros países es un triunfo enorme haber hecho retroceder
a la Iglesia como lo hicimos acá, y eso no va a ser para
siempre: ninguna situación política es estable, y si no
avanzamos vamos a retroceder.
Desbordemos
en las calles a la burocracia feminista
En
la asamblea que realizamos varias organizaciones de
izquierda en Paraná participó María Inés Jiménez,
dirigente de la Asociación de Judiciales de Morón,
opositora a la burocracia de la CTA. La compañera dijo:
“El Encuentro de Mujeres nos cambia a todas las que
participamos; y este año ese cambio tiene que ser la
capacidad de coordinar un plan de lucha por el aborto
legal”. Las palabras de María Inés sintetizan el
sentimiento de muchas compañeras que vienen asistiendo a
los Encuentros y los consideran muy valiosos, y que hoy
concluyen en que hay que dar un paso más y unir al
movimiento de mujeres para luchar en las calles. El balance
de Paraná tiene una sola conclusión: la pelea por la
legalización del aborto tiene que salir de abajo, de las
estudiantes, las trabajadoras, las militantes políticas y
sociales sin compromisos con el gobierno ni con la oposición
de derecha. Las que quieren apropiarse de sus cuerpos, no de
los triunfos populares. Las que quieren controlar su
maternidad, no los Encuentros de Mujeres.
Contra
el pacto del gobierno y la Iglesia para impedir el derecho
al aborto en la Argentina, contra el pacto de sus agentes en
el movimiento de mujeres:
•
¡Todas a la marcha del 20/10 al
Congreso por el aborto legal!
•
¡Todas al Congreso el día
que se trate en comisiones!
•
¡Basta de muertas por abortos
clandestinos ya!