Primeras
lecciones de una gran lucha
Ganó
la toma de Sociales
Por Martín Primo
Agrupación ¡Ya Basta!
La
primavera estudiantil que se ha vivido en los últimos dos
meses, ha sido la experiencia de lucha más importante de
secundarios, terciarios y universitarios en años. En el
marco de la misma, han ocurrido tomas históricas de las
facultades por su duración, como ha sido el caso de las
facultades de Ciencias Sociales y Filosofía de la UBA. Y no
se ha tratado solamente de la Capital Federal. En estos
mismos momentos, está en pleno desarrollo el
“estudiantazo” en Córdoba donde también –si se logra
sostener una política justa– podría salirse de la
protesta con logros de importancia. Presentamos entonces a
continuación el reflejo de las conclusiones de algunas de
las peleas más importantes de este ciclo de lucha de los
secundarios, terciarios y universitarios, el que seguramente
constituye ya el antecedente de la conformación de una
nueva generación a partir de la cual puede surgir un nuevo
movimiento estudiantil.
Desde
el Nuevo MAS y la Agrupación ¡Ya Basta! entendemos que una
vez pasados los festejos, llega el momento de compartir
junto a los cientos de activistas que fueron el corazón de
esta lucha, algunos elementos de balance que contribuyan al
desarrollo de este
nuevo movimiento estudiantil que
en los últimos dos meses se ha puesto de pie, y a las
tareas que nos quedan por delante.
Ya
está dicho (ver pag. 16) la importancia del estudiantazo
que empezó por los secundarios y se expandió como reguero
de pólvora, de la fuerza que tienen las tomas y los lazos
solidarios que crearon los estudiantes: “Todos por
todo”.
Caletti “aguantó” 44 días, Cristina 10 horas
Otra
enseñanza inmensa que nos deja esta lucha, es quién es el
“mono” y quién el dueño del circo. Desde el ¡Ya
Basta! planteamos oportunamente que había que pegarle
directamente a Cristina, y que no había que perder más
tiempo negociando y contra-negociando con la gestión; que si Caletti podía mostrarse tan intransigente, era porque el
gobierno nacional no se estaba sintiendo afectado y que, por
lo tanto, le daba toda la “banca”. Caletti se dio el
gusto de bardearnos y chicanearnos durante 22 horas de
negociación, repartidas durante tres días, para terminar
diciendo que sobre el edificio “él no podía decir
nada”. Hasta el muy caradura se ofreció “gentilmente”
a tratar de tramitarnos una “reunión” con los
ministerios. Se mostró firme diciendo que, “así
no”, que “con la toma él no
negociaba”...
Pero
resulta que toda esa firmeza se cayó como castillos de
naipes. Sólo bastó que entráramos al Ministerio para que
un sudor frío le corriera por la frente. El miércoles por
la tarde llamó a una reunión de urgencia de la gestión en
el Instituto Gino Germani. Los investigadores del Germani lo
veían caminar por los pasillos, desencajado, tratando de
dar explicaciones a sus superiores en la Casa Rosada de cómo
había sido tan inepto
como para permitir que el conflicto le estalle
directamente en la cara a Cristina.
Y
parece que se equivocó de manera grosera, porque “así
sí”: con la toma de la Facultad y del Ministerio se
abrieron las negociaciones reales, donde él fue un
verdadero “cuatro de copas” y se destrabó el conflicto
con un triunfo de los estudiantes. El
gobierno y el rectorado firmaron un compromiso por una
partida presupuestaria no menor a los 20 millones de pesos
para la tercer parte del edificio de Sociales.
Un
nuevo activismo asomó la cabeza
Sin
lugar a dudas el saldo, aun antes de la victoria, era
altamente positivo. Fueron
cientos de nuevos compañeros los que se sumaron a la lucha,
que de manera democrática
se organizaron en asambleas que fueron verdaderos ámbitos de combate político contra Franja Morada y los
kirchneristas que hicieron todo lo que pudieron para quebrarla. Verdaderos traidores
del movimiento estudiantil que llegaron al colmo de intentar
reventar la toma el día miércoles 13, justo en el momento
que nos movilizábamos al Ministerio y exigíamos la
liberación de los 11 compañeros detenidos por el gobierno
K.
Compañeros
agrupados y no agrupados, que pasaron por la experiencia de
un conflicto durísimo, con mil y una zancadillas, por las
trampas de la negociación, con errores que fueron
corregidos a tiempo y reencausada la lucha, como cuando se
flexibilizó por primera vez la toma dándole aire a la
gestión y a la UES para tratar de estrangular la lucha. Y
en una asamblea gigantesca en Corrientes y Ángel Gallardo
se aplastó a los K y se decidió volver con todo a la toma.
Que supieron superar el
lastre de La Mella como conducción del centro, que de
los 44 días de toma se la pasó 40 desmoralizando
a los luchadores diciendo que estábamos
“desgastados” y que había que ser “responsable”
levantando por “un pancho y una coca”, proponiendo
sistemáticamente “flexibilizar”, “suspender”, o
lisa y llanamente votar la
levantada de la toma a plazo fijo como en la última
asamblea...
Un
activismo que salió adelante a pesar del abandono
por parte de la conducción de la FUBA (PO-MELLA- PCR-
Libres del Sur) que fue incapaz
en un mes y medio de lanzar una afiche o una campaña pública
en apoyo a la lucha de las facultades, incapaz de coordinar
acciones en las facultades dirigidas por la izquierda. Y,
para colmo, tener una actitud activamente boicoteadora de
los espacios de coordinación de los estudiantes como en
oportunidad del Encuentro de Estudiantes en MT donde
directamente desolló las votaciones de la interestudiantil
que le exigió que llamara al mismo con campaña de afiches
y volantes que jamás han salido.
Que se cumpla el acta
- Ningún estudiante perseguido por luchar
Por
delante nos quedan dos grandes tareas. El triunfo que
significó el acta compromiso firmada por el rectorado y el
Ministerio debe pasar de las palabras a los hechos. No
debemos depositar ninguna confianza en esas firmas, no
hay espacio para relajarse. Debemos garantizar con la
lucha que los 20 millones se efectivicen y que se inicie la
construcción del tercer pliego del edificio.
Y
tenemos una cita de honor. El movimiento estudiantil no
puede permitir que el triunfo se vea manchado por el
procesamiento de los compañeros que se movilizaron y
tomaron el Ministerio de Educación, especialmente los 11
compañeros que fueron golpeados y detenidos ese mismo día.
Debemos iniciar ya mismo una campaña y un compromiso
militante de todos los luchadores de que no vamos a permitir
que se criminalice la lucha.
¡Viva la lucha de los estudiantes!
La
toma del Ministerio de Educación
En
Clave Roja - PTS… un caso aparte
Por
Martín Primo
Agrupación
¡Ya Basta!
La
toma del Ministerio fue una medida necesaria
llevada a cabo por los estudiantes de la facultad de
sociales en el marco de una larga lucha. Después de 42 días,
mas allá de la enorme fuerza con que contaba la medida, las
opciones se empezaban a agotar. En la última asamblea, el
martes 12, las opciones eran dos y bien claras. O redoblamos la apuesta golpeando al gobierno nacional en el Ministerio, o
iniciamos un proceso de repliegue en la lucha aceptando las migajas de Caletti. La Mella, como durante todo el
conflicto, se inclinaba preferentemente por la segunda,
proponiendo votar que la toma se levantara a plazo fijo el
jueves.
Responder a las situaciones concretas
No
obstante esto, y sin la negativa de ninguna corriente, se
aprobó en la asamblea marchar y tomar el rectorado en la mañana
del 13. Es cierto que en una comisión más tarde, a la
madrugada, se barajaron las posibilidades de que esta medida
no pueda ser llevada a cabo, y en su defecto se procedería
al bloqueo de las puertas del ministerio, pero no por ello
la votación de la asamblea había sido revocada.
Cuando
se llegó al ministerio y, como era de esperar, ante el
intento de la toma, la policía cerró las puertas de
entrada. Frente a esta situación, un grupo de estudiantes
de un corriente, de manera inconsulta, forzaron la entrada,
y frente a los hechos consumados, el
conjunto de los estudiantes ingresamos al Ministerio.
Todo
estudiante tiene derecho a cuestionar las formas precisas en
las cuales se resolvió el ingreso concreto. Pero cualquier
corriente de luchadores, y más si se dice
“revolucionaria”, tiene
el deber de buscar las formas de garantizar el triunfo de la
misma, responder a los hechos concretos, y no dedicarse a
llorar durante 10 horas.
Los
compañeros de En Clave Roja – PTS, no
estuvieron a la altura de la situación. Su dirigente,
contra todos los activistas que estaban tomando el
Ministerio, en una primera asamblea que se realizó a eso de
las 11:30, denunció que la medida era un “escándalo” y
propuso “evacuar” el Ministerio inmediatamente. Para
colmo del desubique, no utilizo ningún argumento político,
sino que dijo que eso es lo que le “recomendaban por teléfono
los abogados del PTS”…
Contra
tal desatino, los compañeros y compañeras dentro del
Ministerio resolvieron muy correctamente que ellos “no se
moverían de allí” hasta que “no liberasen al último
de los compañeros detenidos y nos dieran respuestas a
nuestros reclamos”, posición
que defendimos firmemente desde ¡Ya Basta!
Pero,
vergonzosamente, esto no terminó aquí. En una nueva
asamblea realizada a las 17 horas, con todos los compañeros
ya liberados producto de no haberle prestado atención al
PTS y continuar en la toma (y con las puertas abiertas de la
negociación que culminaría en la victoria), los compañeros
del PTS, volvieron a
plantear que la situación era “catastrófica”, que todo
lo que se estaba haciendo estaba “mal”.
Los
compañeros no vieron la posibilidad del triunfo ni aun
cuando estaba frente a sus narices. Por supuesto que esto no
les impidió después llenarse la boca de palabras
triunfalistas y esconder cual fue su posición durante toda
la jornada.
El
cretinismo legalista ataca de nuevo
Pero
esto no es un caso aislado: es la política sistemática que
tiene esta corriente de un unilateral legalismo como lo
manifestaron en oportunidad del conflicto del Casino, en
Pilkington o en Kraft. O en la última lucha en Filo, dónde
llegaron a votar con la Mella y la Cámpora el suspender la
toma durante 3 días para impulsar las fracasadas
negociaciones en el marco del tramposo consejo directivo.
Les
recordamos a los compañeros,
bajo
riesgo de transformar su organización en un prolijo estudio
jurídico, que los abogados son útiles técnicos auxiliares
de las luchas de los trabajadores y los estudiantes, pero
que no pueden ni deben en ningún caso remplazar la
necesaria dirección política que el mismo movimiento debe
llegar adelante.
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