¡Cárcel
a Pedraza!
El
pasado miércoles 20 de octubre una patota de la Unión
Ferroviaria se cobró la vida de Mariano Ferreira, militante
del PO. Mariano fue asesinado por el “crimen” de a
apoyar una concentración de tercerizados despedidos del
Roca. Se trata de la primera muerte en muchos años de un
joven militante de la izquierda: un estudiante comprometido
con las luchas del movimiento obrero. Su asesinato se inscribe en las tendencias a la polarización de
la coyuntura (ver pág. 2 y3)
La burocracia es la burocracia
Una
pregunta que se viene haciendo el activismo es por qué
Pedraza apretó el gatillo. Es obvio que Pedraza y Fernández
defienden con uñas y dientes el negocio de las tercerizadas
que los tiene como patrones. Pero se trató de algo mucho más
profundo: el
creciente temor al proceso de cuestionamiento que viene
creciendo en las bases de la Unión.
Hay
que comprender el sentido profundo de la experiencia que
vienen desarrollando los compañeros tercerizados del Roca.
Se trata de trabajadores que están fuera del convenio
ferroviario, sin derecho alguno de sindicalización y, para
colmo, esclavizados en empresas tercerizadas regenteadas por los miembros
de la UF.
No
es casual que sus reclamos tengan un carácter “explosivo”
para la burocracia ferroviaria: le cuestionan un negocio. Pero por sobre todas las cosas los cuestionan en su calidad de
“dirigentes” de los trabajadores ferroviarios.
Parece
bastante claro que la acción de la burocracia no dejó de
ser –a priori– una respuesta defensiva.
Por lo menos hasta antes del fallecimiento de Kirchner no era parte de
una “ofensiva general” por intermedio de la cual la
burocracia podría tener “carta blanca” para ir hacia un
generalizado ataque reaccionario contra el activismo.
Sin
embargo, esto no puede dar lugar a una mirada
“facilista” de los acontecimientos. El hecho es que hay
otro tipo de lección que es necesario subrayar. Se
trata al parecer de una “redundancia”: la burocracia
sindical es la burocracia sindical.
Es
que aunque esté desprestigiada y deslegitimada, no deja de
ser una institución fundamental del régimen político. Una
institución de características “bonapartistas” que no
se apoya realmente en formas democráticas sino en la vía
de los “hechos”: todo tipo de métodos para
“encuadrar” a la base trabajadora.
Así
las cosas, el reclutamiento de patotas para reprimir al
activismo hace parte de su naturaleza íntima. Esta es la
base o “infraestructura” común de la generalidad de los
aparatos burgueses-burocráticos (léase burocracia
sindical, aparatos políticos como el PJ, demás partidos
patronales, etcétera). Estas patotas se reclutan entre las
capas desclasadas de la sociedad como los barrabravas de los
equipos de fútbol.
De
ahí que toda lucha seria
contra la burocracia deba tener siempre elementales
recaudos, los que parten de la necesidad de hacer lo
más masivas posibles las acciones de lucha.
Los K como garantes de la burocracia sindical
La
reacción del gobierno K ante el asesinato de Mariano
Ferreyra ha sido toda una lección para los que confían en
los espejitos de colores “progresistas”. El hecho es que
siguieron el libreto tradicional del peronismo maniobrando a
derecha e izquierda extremadamente incómodos por la situación.
Los
K son un personal político del peronismo que es el partido
patronal que apaña a todas las burocracias. Se trata, además,
de un gobierno que ha venido actuando con verdadero
“macartismo” contra la izquierda con el mismo objetivo
que los burócratas: evitar
que el control burocrático de la clase obrera –control
que sirve al sistema capitalista argentino como tal– siga
siendo cuestionado desde abajo. Así las cosas, el
gobierno es políticamente responsable por los hechos
ocurridos: ¿cómo esconder que los Kirchner han sido
garantes de la continuidad de la burocracia sindical? Lo suyo fue jugarse a la cooptación estatal y a sostener la estructura
sindical existente: ni siquiera se animaron a avanzar en el
reconocimiento de la “anodina” CTA.
Ahora
el “pus” les estalló en la cara. Porque la verdad es
que en relación a la organización del movimiento obrero,
los esposos K han sido tan conservadores como la tradicional
derecha peronista: que
la izquierda no se meta en el
movimiento obrero es su divisa. Solamente hay que
recordar acá, cómo los compañeros del subterráneo están
todavía esperando la simple inscripción de su sindicato
luego de dejar pasar la oportunidad que tuvieron a finales
del año pasado…
Ir hasta el final contra la burocracia ferroviaria
En
el contexto de la crisis política en curso, y del masivo
repudio a la patota de la UF, el objetivo debe ser ir hasta
el final en barrer a la burocracia de la UF. Hay que
aprovechar la circunstancia para lograr imponer la
reincorporación de todos los compañeros despedidos, el
pase a planta de todos los tercerizados y el respeto a los
derechos sindicales de los mismos, avanzando en su
sindicalización y el reconocimiento de los delegados
votados por ellos.
Pero
hay que ir más allá: es el momento de lograr una pelea común
con los compañeros efectivos (un elemento clave que hasta
ahora parece haber estado descuidado) para echar a Pedraza,
Fernández y toda su “cría”, imponiendo un proceso de
democratización que no deje piedra sobre piedra de la Unión
Ferroviaria.
• ¡Juicio
y castigo a los autores materiales e intelectuales del
asesinato!
• ¡Reincorporación
y pase a planta de los trabajadores tercerizados;
reconocimiento de sus delegados!
• ¡Fuera
la burocracia de la UF!