El crimen de Mariano Ferreyra
puso sobre la mesa un problema que actúa como espada de
Damocles sobre la cabeza de millones de trabajadores: la
tercerización laboral. Esta modalidad de la relación
patrón- trabajador en la cual el asalariado ya no es un
trabajador permanente de la empresa para la que cumple
efectivamente las tareas, sino que pertenece a otra que le
“presta” servicios, vino a partir del avance de la
flexibilización y precarización laboral en la década
menemista. Lo que implica para las empresas tener acceso a
puestos de trabajo tercerizados, es pagar menos salario que
al que hace la misma tarea pero es parte de la planta
permanente, recortar los derechos gremiales, dejar al
trabajador tercerizado siempre al borde del despido por
“vencimiento de contrato” y fragmentar
a la clase trabajadora (en efectivos, contratados,
tercerizados) disminuyendo su capacidad de organización y
lucha.
En Argentina, según estudios
de varios economistas, se calcula que sobre algo más de 16
millones de personas económicamente activas, hay casi ocho
millones de trabajadores en situación precaria (IDEF- CTA),
y la mano de obra tercerizada es de alrededor de cuatro
millones de trabajadores. Esto demuestra que el factor
estructural contra el que salieron a luchar los compañeros
del Ferrocarril Roca, cuando plantearon su reincoporación y
pase a planta permanente, no es un problema exclusivo de los
ferroviarios, sino que su reclamo cuestiona de fondo los
mecanismos de superexplotación de toda la clase obrera.
El gobierno defiende la
tercerización
Luego del asesinato de
Mariano, el gobierno salió a hacer alharaca con un discurso
de denuncia sobre “abusos” alrededor de la tercerización.
En un reportaje a Tomada, el Ministro de Trabajo dice
“la tercerización en sí no es una mala palabra. El mundo
está organizado de esta manera. (…) Lo que hay que hacer
es ser más estrictos sobre las tercerizaciones que se hacen
sobre lo que es el objeto de la empresa. No es lo mismo
la tercerización de limpieza de una estación de
ferrocarril que la de reparación de locomotoras” (Página
12, 8/11). Acá se revela con toda claridad el rol político
de los K: ser una garantía de las relaciones de fuerza
heredadas de la dictadura militar (creadora de las agencias
de empleo), y el menemismo (creador de la tercerización
propiamente dicha). Porque mas allá de cambiar algún rasgo
escandaloso, su idea es no tocar el núcleo de la
tercerización y la precarización laboral, base de las
ganancias multimillonarias de los empresarios, defendiendo
el empleo de subempresas para una misma estructura de
trabajo. Porque así como Tomada dice que la limpieza de una
estación de tren puede ser considerada una tarea por fuera
del rubro ferroviario, con el mismo pretexto podría decir
que el boletero es más un empleado de comercio que
ferroviario porque vende tickets y así justificar la
tercerización de todos los sectores y la subdivisión de
todos los trabajadores. Esta lógica es la que salieron a
enfrentar los trabajadores del Subte cuando consiguieron, en
2007, el pase al convenio de la UTA y su absorción en
Metrovías S.A. de más de 400 trabajadores tercerizados de
Taym (limpieza) y otras empresas.
Los dichos de Tomada y la
pelea triunfante del Subte, en su momento, y ahora la de los
trabajadores del FFCC Roca, son muestras de cómo la
tercerización laboral fue un triunfo de las patronales
sobre la clase trabajadora, de la que el gobierno no quiere
modificar nada de fondo tampoco en este aspecto, y de cómo romper
con la tercerización y pasar a planta permanente depende
pura y exclusivamente de las correlaciones de fuerza y la
organización y lucha de los trabajadores. Los compañeros
tercerizados del Roca son hoy un gran ejemplo para todos los
trabajadores. Su
lucha necesariamente debe ir tanto contra el gobierno
y su política de defender la precarización laboral, como
de la burocracia sindical, que no sólo se alinea con el
gobierno para defender sus privilegios políticos, sino que,
como veremos a continuación, en muchos casos maneja jugosos
negocios y concesiones como empresarios hechos y derechos.
Las relaciones carnales
entre la burocracia sindical y el gobierno
Cuando Aníbal Fernández
sostuvo hace unas semanas a la CGT como “columna
vertebral” del proyecto del gobierno, dejó en evidencia
la importancia que tiene para el gobierno el control sobre
el movimiento obrero. Desde estas páginas hemos
desarrollado el rol de la burocracia sindical como pilar del
régimen de dominación capitalista, pero lo que saltó a la
luz con la lucha de los trabajadores del FFCC Roca y el
asesinato de Mariano son los vínculos concretos entre
burocracia y gobierno, y cómo se necesitan y se hacen
favores el uno con el otro. El gobierno K al asumir en 2003
otorgó gran parte de las subsecretarías que dependen de la
Secretaría de Transporte a capos de la burocracia sindical.
En las Subsecretarías de Transporte Automotor y de Puertos
y Vías Navegables están Jorge González y Ricardo Luján,
hombres de Moyano; en la de Transporte Ferroviario, Antonio
Luna, hombre de Maturano, burócrata de La Fraternidad
(maquinistas de ferrocarriles). Pero aquí sólo comienza el
meollo de la cuestión, ya que sólo en el rubro
ferroviario, hay gente de la burocracia sindical con peso
dentro de empresas del Estado: el presidente de ADIF S.E.
(Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad
del Estado) responde a Maturano; el Presidente Ejecutivo de
Ferrocarril Gral. Belgrano S.A, el de SOF S.E. (Operadora
Ferroviaria Sociedad del Estado) y otro hombre fuerte dentro
de UGOFE Línea Roca, a Pedraza (Unión Ferroviaria) [1]. A
su vez, la mujer de Pedraza es la Presidenta Ejecutiva del
Belgrano Cargas, llegando en algún momento a tener la misma
Unión Ferroviaria la concesión del ramal. Como denunciaron
los trabajadores tercerizados del Roca, no sólo la
Cooperativa Unión Mercosur, que reemplaza los durmientes en
el Roca (Clarín, 23/10), sino que son
varios los negocios, desde numerosas empresas que brindan
servicios hasta los vendedores ambulantes, que pasan por la
caja y el control de la burocracia de la Unión Ferroviaria:
Pedraza pone de su gente en cargos del Estado y las
empresas, maneja subsidios estatales, empresas que
tercerizan… y patotas que asesinan. Las palabras de
Maturano, cuando dijo: “Si hay dirigentes vinculados a las
empresas de tercerización, son unos hijos de puta, porque
están explotando a los propios compañeros que
representan” (La Nación, 24/10), con esta pintura del
panorama, suenan a ironía de mal gusto.
Mantenerse
en guardia por el pase a planta permanente de todos los
tercerizados del Roca
La lucha de los trabajadores
tercerizados del FFCC Roca, el escándalo por el asesinato
de Mariano Ferreyra y las masivas movilizaciones por
justicia, forzaron al
Ministerio de Trabajo a reincorporar a los trabajadores
despedidos del Roca, y realizar una promesa de pase a planta
permanente de todos los tercerizados para enero. Esto podría
significar una gran conquista, pero hasta no hacerse
efectiva la medida, desde el Nuevo MAS opinamos que no hay
que bajar la guardia y hay que mantenerse organizados y en
lucha. A su vez sería una dura derrota para la
burocracia de la Unión Ferroviaria, si se unificara la
lucha de los tercerizados con los trabajadores efectivos, y
se extendiera esta pelea a todas las líneas de
ferrocarriles, podría abrirse la posibilidad de una
verdadera revuelta antiburocrática en todo el gremio que
ponga en jaque a “il capo” Pedraza y toda su patota. lo
que escribiría un página de enorme importancia en el
actual proceso en curso de recomposición obrera.
Esta es la tarea que ahora se
pone por delante:
barrer
a la burocracia de Pedraza del Roca y la Unión Ferroviaria
para que emerja una nueva dirección basada en los métodos
de la democracia obrera e independiente de todo sector
patronal; es decir, una nueva dirección clasista para los
ferroviarios.
• ¡Justicia para Mariano
Ferreyra!
• ¡Cárcel a Pedraza!
• ¡Pase a planta permanente de todos los contratados!
• ¡Echemos a la burocracia del Roca y la
UF!
Nota:
1.- UGOFE es una sociedad
entre Metrovías, Ferrovías y TBA a la cual pasó la
concesión del Roca cuando fue “reestatizado” en 2007.