Dos víctimas
fatales de la comunidad qom (Roberto López perteneciente a
la CCC y Sixto Gómez) y un policía, junto con el activista
Mario López que falleció producto de un extraño
“atropello automovilístico” por parte de un integrante
de las fuerzas policiales cuando salía de su casa hacia el
corte de ruta, dejó como saldo la represión en Formosa del
día 23 de noviembre. Hubo además, decenas de heridos,
torturados, detenidos, destrucción de viviendas. [1]
Esta lucha
se había profundizado en los últimos cuatro meses con el
corte de la ruta 86 por los integrantes de la comunidad La
Primavera, pero es parte de una defensa de años por la
propiedad de la tierra y de la vida de centenares de pueblos
originarios a lo largo y ancho del país. En los últimos días,
también han sido atacadas con armas de fuego y desalojadas
familias campesinas de Santiago del Estero, según
denunciaron desde el agrupamiento MOCASE.
Hoy, la
persecución sigue, no hay ninguna solución a sus reclamos,
no hay ningún imputado entre las fuerzas de seguridad, ni
hablar entre el poder judicial y político de la provincia,
apañado por la señora Presidenta.
Los
legisladores nacionales del kirchnerismo por Formosa se
apresuraron a respaldar el accionar político y policial del
gobierno provincial. “Condenamos por falaces las manifestaciones y expresiones de aquellos
sectores políticos que, sobre el dolor formoseño de la pérdida
de dos vidas, falsean y condenan, en la persona de nuestro
Gobernador, Gildo Insfrán, a todo el pueblo formoseño”,
expresaron. (Indymedia 2/12)
Para no
dejar flanco por “izquierda” como lo hacen los K
habitualmente, los Verbitsky, D’Elía, Pérez Esquivel,
Madres Línea Fundadora, junto con Amnesty Internacional y
la presencia del cacique qom Félix Díaz, representante de
Asuntos Indígenas del INADI y otros, se apresuraron a hacer
una conferencia de prensa y una presentación ante la
Justicia reclamando justicia para la comunidad ferozmente
reprimida.
Le tocó a
D’Elía apelar a la imagen de Néstor que repudiaba la
represión. "Me siento profundamente dolido, porque Néstor Kirchner
peleó durante siete años para que no se reprimiera el
conflicto social", expresó.
No pudo
referirse a la Presidenta porque se acababa de abrazar con
el gobernador Insfrán y no había dicho una palabra al
respecto.
Pidieron,
además, la intervención federal como gesto político que
no sirva para nada. Sólo para encubrir la responsabilidad
política de los hechos y su posterior investigación
efectiva.
Investigación
que sigue el mismo carril de encubrimiento. Todos los
testigos citados son personal policial y judicial presentes
en los hechos, no hay ningún miembro de la comunidad
desalojada entre ellos.
Por otro
lado, quedan excluidos de cualquier tipo de investigación
la familia Celia, que aduciendo la propiedad sobre las
tierras donde vivían sus habitantes, iniciaron la agresión
en la ruta y continúan hostigando a la comunidad
desperdigada.
Argentinas y argentinos: normalicemos
…”40
millones de argentinos quieren vivir tranquilos; no quieren
más piquetes ni cortes”…, sentenció la Presidenta en
el encuentro con la cúpula de la UIA. Sus palabras fueron
en el contexto del giro del gobierno hacia la “normalización”
del país. Para “normalizar” hay que encuadrar a los
rebeldes. Si los rebeldes son los más pobres y marginados
durante años, hagámoslo rápido, que el costo político
será menor.
Murieron
las palabras y los gestos, los museos de la memoria y las
megaefemérides. El Día de la Raza que se transformó en el
Día de la Diversidad Cultural, la campaña
“Desmonumentando a Roca” de Osvaldo Bayer, [2] los
lamentos y los llamados solidarios ante las muertes por
desnutrición y enfermedades de las comunidades wichis, los
viajes y la recolección de ayuda de la cantante Patricia
Sosa, tuvieron la vida que tienen las campañas sin
contenido. El gobierno los enterró el 23 de noviembre, con
la sangre derramada en la ruta formoseña y con el respaldo
político al gobernador Insfrán.
Pero no
estuvo solo. La oposición que nos apabulló por TN durante
el conflicto con el “campo” con las muertes de las
comunidades aborígenes producto de la indigencia, ahora
“cerró el pico” rápidamente y levantó las cámaras.
Sus intereses están en el arrebatamiento de tierras para
producir soja, explotar el mineral y las riquezas del suelo,
a costa de desalojar y diezmar a la población local.
Gobierno y
oposición de derecha se juntan (en este caso, del centro
marchando bien a la derecha) para defender los jugosos
intereses de capitalistas, terratenientes y dueños del
poder.
Doble condena a los pueblos originarios
La
colonización capitalista masacró a los pueblos originarios
que no “evangelizó”. Aquéllos que sobrevivieron al
genocidio quedaron condenados a la marginalidad, al
reducirlos a la vida dentro de pequeños territorios, de los
cuales ahora también se los despoja.
Desde los
diversos agrupamientos que los nuclean, la necesidad de la
explotación de su tierra para vivir y mantenerse, es su
reclamo fundamental.
Algunos
han sido coptados por sucesivos gobiernos y forman parte de
las ONGs y los organismos gubernamentales como el INADI, el
INAI y el ICA, que canalizan sus reclamos por vía
institucional.
Frente a
estos hechos, algunos han coincidido con el pedido de
intervención federal solicitado por la corte de Verbitsky-D’Elía-Pérez
Esquivel, a la que acompaña la CTA.
Unos pocos
han levantado una política independiente, de denuncia clara
del gobierno, reclamando una investigación exhaustiva y
castigo a los culpables.
Ante la
dureza del ataque y la gran fragmentación de posiciones,
opinamos que esta posición independiente es la que hay que
levantar para poder avanzar en lograr los reclamos
requeridos.
Reclamos
que desnudan no sólo al progresismo de los “derechos
humanos”, sino también a los responsables de mantener
esta Argentina semicolonial y dependiente a expensas de los
pulpos empresarios. Aunque ello signifique que “miles de
argentinos y argentinas” queden en el camino.
1.-
Comunicado Encuentro Nacional de Organizaciones de Pueblos
Originarios, 26/11/10. Periódico Hoy
del 1/12/10.
2.- Ver
artículo de Osvaldo Bayer de Página 3/12. Allí el
escritor da consejos de cómo tratar hoy a los indígenas,
en ocasión del cambio del nombre de la calle Ataliva Roca
(hermano del genocida Roca) por el de una Madre de Plaza de
Mayo. ¡Se refiere como si la Policía y el Poder Judicial
dependieran de otra galaxia dirigida por extraterrestres!