Al
cierre de esta edición y a pocas horas de realizarse el corte del viernes
21, votado en la asamblea del miércoles 19, los medios han salido a
informar que el gobierno pasaría a planta permanente al grueso de los
tercerizados el próximo lunes 24. De ser esto así seria producto de que
el gobierno cedió ante la eventualidad de un corte realmente masivo como
hace mucho no se veía. Sin embargo, es casi inevitable que veremos nuevas
maniobras y dilaciones. El mejor antídoto para ellas será mantener la
guardia en alto, la unidad y la disposición a la lucha. En este sentido
el artículo que estamos presentando mantiene toda su actualidad.
“Los
trabajadores tercerizados de la línea General Roca ya
hemos esperado suficiente tiempo y firmado varias actas con el Ministerio
de Transporte y Trabajo de la Nación. El acta firmada el 23 de
noviembre de 2010 plateaba que al 20 de diciembre estaríamos los 1.500
trabajadores en planta permanente. En ese tiempo hemos realizado TODOS la
correspondiente revisación médica y la admisión a Belgrano S.A. Vencido
este plazo, firmamos un nuevo acta el viernes 7 de enero acordando, la
comisión negociadora con el Ministerio de Trabajo nuevamente, que al 20
de enero seríamos efectivos definitivamente, como lo indica el punto 3
del mencionado acta (…) Nada se
cumplió. Sólo algunos compañeros de algunas empresas pasaron a
planta; restan aún 150 de aquellas empresas que fueron pasando (CONFER,
COOP. U. del MERCOSUR, ECOCRED, AUMONT, HERSO, ROTTIO, EXPERVIAS, SEHOS,
etc.), los compañeros de los baños y
los 700 de todas las empresas de seguridad (MAPRA, SAP, SEGMAR y SGC), de
los cuales no pasó ninguno” (Tercerizados del Roca, enero 19 del 2011).
Lo que era previsible –y
alertamos públicamente varias veces desde el Nuevo MAS– finalmente
ocurrió: el gobierno de Cristina anunció que no pasaría a planta a cientos de
trabajadores tercerizados del Roca. El anuncio provocó un fuerte sacudón entre los compañeros que se manifestaron
indignados el pasado martes 18 frente al Ministerio de Trabajo. Un día
después, ayer miércoles 19, en una importante asamblea de 300 compañeros
tercerizados, compuesta mayoritariamente por trabajadores pertenecientes a
las empresas de seguridad –y en menor proporción de las demás
especialidades–, se votó por amplia mayoría volver a la lucha:
cortar las vías el viernes 21 desde las 10 de la mañana hasta las 4 de
la tarde en la Estación Avellaneda.
Cuando el
Ministerio de Trabajo se saca la careta
¿Qué es lo que pasó? ¿Por
qué este giro tan abrupto? Como señalamos arriba, lo que pasó es
simple: el gobierno de Cristina y su ministro Tomada después de meses de
firmar actas, de reiterar promesas, de “operar” sobre los referentes
para dividir la negociación y un sin fin de maniobras dilatorias,
apretaron el acelerador para intentar darle un punto final al conflicto
apelando a la vieja maniobra de “entregar algo” para “no dar lo
principal”: formalizó la
incorporación de una parte minoritaria de los tercerizados mientras
anunciaba que “el resto no va a entrar” tratando de dividir y cerrar
de una vez por todas el conflicto que escaló a partir del asesinato de
Mariano Ferreyra.
Los hechos son que al día
de hoy pasaron a planta permanente sólo
alrededor de 400 tercerizados que realizan tareas de vía y obras,
limpieza y desmalezamiento. Pero
este importante logro se ve opacado por el hecho que al mismo tiempo
que algunos festejan estar adentro, la
mayoría quedaría afuera: ¡se
trata de TODOS los tercerizados que hacen tareas de seguridad (unos 700) a
los que el gobierno propondría transformarlos en policías! Y no se
trata solamente de ellos: quedan
afuera también los despedidos que nunca fueron reincorporados y una
cantidad de alrededor de 150 a 200 compañeros “rechazados” de varias
empresas, entre los que se encuentran varios de los mejores compañeros.
La
maniobra “de manual” por parte del gobierno
Estos hechos vienen a
confirmar el alerta que reiteradas veces hicimos desde nuestro partido acerca de
lo equivocado que podía resultar anunciar con bombos y platillos “un
triunfo histórico” tomando como
un hecho consumado un acta donde el gobierno se “compromete” el
pase a planta de todos los tercerizados…
Una cosa era opinar que el
gobierno quedaba mal parado después del asesinato de Mariano a manos de
sus aliados de la patota de Pedraza y que eso iba de alguna manera a
“facilitar” la pelea por el pase a planta.
Pero otra muy distinta
era subestimar al gobierno creyendo que no haría las mil y una maniobras
para no cumplir con las promesas y
que daría el pase sin necesidad de que los trabajadores luchen hasta que
el mismo se concretara.
Que eso haya creído
la mayoría de los compañeros de la “Comisión Negociadora” y la base
en general es normal, ya que se trata de compañeros con nula o muy poca
experiencia en las luchas. Pero haber creado falsas expectativas de que “ya
estamos todos adentro” fue un grueso error de apreciación por parte
corrientes como IS y el PTS, que ocurrió por puras razones sindicalistas
y auto-proclamatorias y que desarmó a las filas obreras.
Entre otras consecuencias
negativas de esta actitud, estuvo el hecho que no se combatió la
confianza que tenían la mayoría de los trabajadores en la “negociación”,
confianza que se tradujo en la negativa de la “Comisión Negociadora”
a realizar medidas de lucha de cualquier tipo durante un período
demasiado largo de tiempo. Esto ocurrió con el agravante que también se
decretó “desde arriba” la NO realización de Asambleas Generales de
todos los trabajadores y todas las agrupaciones y corrientes de los
tercerizados con el argumento de
que a todos los efectos prácticos “el pase a planta ya estaba
garantizado”…
La
equivocada confianza en el Ministerio de Trabajo
Comenzado el año, empezaron
las primeras “señales de alerta” sobre el no cumplimiento del
gobierno. A esa altura, desde el Nuevo MAS, llamamos
a unificar la lucha y la negociación en una sola “comisión”. Planteada
así la situación, desde el sector minoritario organizado en Temperley
(que era el único que en ese momento estaba dispuesto a hacer algo) se
llamó a una marcha para el 5/01 coincidiendo con que los tercerizados del
Belgrano Norte –con los cuales nuestro partido está haciendo una
experiencia específica– también movilizaban al Ministerio de Trabajo.
El PTS, que hasta ese
momento le había hecho un “seguidismo” total a la inacción de la “Comisión
Negociadora”, estuvo presente en la reunión y “acordó” en la
necesidad de unificar y volver a la lucha, pero en el camino optó por
concurrir sólo formalmente con unos pocos militantes. Mientras tanto,
“la Comisión Negociadora” –apretada por las bases que comenzaban a
“oler algo podrido”– se
veía obligada a salir con una medida por primera vez desde el 23 de
noviembre del año pasado.
El viernes 7/01 se
concentraron frente al Ministerio más de 300 tercerizados reflejando la
preocupación que había por la base por el retraso del gobierno en
cumplir sus promesas. Ese día, la “Comisión Negociadora” bajó con
otro acta que le daba un nuevo plazo al gobierno hasta el 20 de enero. De
manera errónea, le propusieron a los compañeros presentes que se firme
el acta sin discutir en una asamblea. Mientras tanto, y de manera
realmente escandalosa, los
militantes de IS –que se suponen sí tienen experiencia en la lucha
sindical a diferencia de muchos integrantes de la “Comisión
Negociadora”, compañeros de base nuevos– exigían ¡que se firme ya!
contra los que habían propuesto discutir el acta en una asamblea el
lunes. El resultado fue una nueva
dilación que favoreció al gobierno, que ganó más tiempo para
concretar sus intenciones de dividir
la lucha.
El Nuevo MAS estuvo
presente en la concentración alertando
que había que dejar de confiar en la negociación con el gobierno y en el
nuevo plazo otorgado.
Insólitamente, los compañeros del PO le dieron la espalda a esta acción
de la mayoría de los tercerizados. Ni siquiera concurrieron para dar
su opinión sobre lo que estaba ocurriendo; una actitud completamente
sectaria que los lleva a aislarse
del grueso de los trabajadores en lucha reafirmando su orientación de
sustituir con su organización la lucha de conjunto.
Cuando
estalla la bronca. No queremos ser policías, sino trabajadores
Sin embargo, en los últimos
días las cosas fueron cambiando. A medida que se concretaba el pase de un
sector y el resto quedaba afuera –especialmente los de seguridad– estalló
la bronca y masivamente casi 400 compañeros fueron a protestar el
martes 18 al Ministerio cortando toda la Avenida Alem. Por primera vez se
escuchó gritar nuevamente: ¡Tomada h… de p…! y
el reclamo que si no se los pasaba a planta había que cortar las vías.
La “Comisión” bajó y
dijo que Tomada pedía “un cuarto intermedio” hasta el martes y que
ofrecía la “solución” de pasarlos a un nuevo ente estatal que
dependería del nuevo Ministerio de Seguridad que crearía una “policía
ferroviaria”. Todo fue rechazado
con gruesos insultos para el ministro. En unas pocas horas los compañeros
cayeron en la cuenta de que los habían engañado y también cuestionaron a aquellos que seguían
insistiendo en “darle plazos al ministro”. Fue así que algunos querían
ir a cortar Constitución ese mismo martes, pero decidieron correctamente
llamar a una Asamblea para el otro día, miércoles 19/01.
Durante la Asamblea, y de
manera equivocada, varios referentes de la “Comisión” insistieron en
primero cortar las boleterías y después cortar las vías: “Hay que
esperar a que vuelva Cristina”, decía uno. Otro metía miedo con que
“si cortamos las vías el viernes la negociación puede ir toda para atrás”.
La base, harta de seguir confiando en espejitos de colores, con mucha
bronca y decisión, impuso el corte de vías, que seguramente va a ser una
dura pugna con un gobierno que no quiere saber nada de los mismos. Sin
embargo, es el mismo gobierno el
responsable de haber llevado a los trabajadores tercerizados a esta acción.
La Comisión
debe ser de lucha y representar a todos los tercerizados del ferrocarril
En fin: la enseñanza
del asunto es que no hay que bajar la guardia hasta que todos los compañeros
tercerizados del ferrocarril –no sólo del Roca, sino también del
Belgrano Norte, Sur, San Martín y el Sarmiento– pasen a planta. Y que,
de ahora en adelante, la “Comisión Negociadora” debe transformarse más
bien en una verdadera “Comisión
de Lucha” –representativa e integrada por todos los sectores
tercerizados en lucha y no sólo de los del Roca– con la comprensión de
que el pase a planta de todos los compañeros sólo se logrará con una
lucha dura contra el gobierno de Cristina que unifique a todos los
tercerizados de todos los ferrocarriles.