“Pero
más allá de las diferencias, ¿no les parece bien la política
de derechos humanos del gobierno?”... En plena campaña de
afiliaciones, que nos permite conversar con cientos de
personas en muchas esquinas, difícilmente pasa un día en
que no escuchemos esta pregunta. Y es comprensible: al lado
de la mugre que infesta la Capital y los noticieros añorando
más o menos abiertamente la “seguridad” de los milicos,
representada políticamente por la oposición de derecha, el
discurso del gobierno K parece el colmo de la humanidad y la
justicia, más aún cuando viene adornado con el famoso
descuelgue de los retratos de los genocidas y el juzgamiento
de algunos de ellos por los crímenes de la dictadura.
Y
el problema no es que querríamos que se juzgue a todos los
milicos en vez de a unos pocos, no se trata de que el
gobierno hizo “algo” y nosotros queremos más... Se
trata de pararse desde un punto de vista que nadie pone
sobre la mesa jamás cuando se habla de derechos humanos,
salvo la izquierda revolucionaria: el punto de vista de la
clase trabajadora.
El gobierno dibuja a su medida el pasado y el presente
de la clase obrera
En
los actos K del 24 de Marzo suelen verse columnas de jóvenes
con la camiseta de la Juventud Sindical Peronista y la gorra
de Moyano, cantando “los desaparecidos son nuestros compañeros”.
Y te explota la cabeza, porque no alcanzarían las páginas
de este periódico para imprimir la lista de los activistas
obreros y jóvenes militantes asesinados en los años 70 por
la Triple A, el brazo armado de...
la
Juventud Sindical Peronista, que tenía a Moyano como
dirigente.
Y
también gobernando con Cristina tenemos a Hugo Curto,
intendente de Tres de Febrero, que en aquellos años dirigía
la Fiat. El “compañero” Curto empleaba el siguiente método
contra la oposición: mataba a algún activista y colgaba el
cadáver en la reja de la fábrica, para que al día
siguiente todos los trabajadores lo vieran al entrar a
trabajar. Ah, pero Cristina tiene grandísimas diferencias
con “los Curtos” del Gran Buenos Aires: discuten si en
las elecciones tiene que haber “colectoras” o no...
Y
están los capitales de Mercedes Benz, que siguen enriqueciéndose
tranquilamente en la Argentina aunque, con la complicidad
del SMATA, entregaron a los milicos a toda la comisión
interna de la fábrica, que hoy sigue desaparecida.
Y
está la Verde de Pedraza. ¿Pero cómo?, ¡si Pedraza está
en cana!... Sí, lo metieron preso mientras por abajo el
gobierno trabaja a conciencia para reconstruir
el espacio de esa mafia en el ferrocarril. Los delegados
de los tercerizados del Belgrano Norte acaban de ser
expulsados de las gestiones por el pase a planta en el
Ministerio de Trabajo, y en su lugar el gobierno y la
patronal sentaron a los directivos de la Verde que quedan
sueltos. Ahora “regresan” de la mano de los K, sentados
en la cabeza de los tercerizados a los que atacaron al punto
de matar a un militante.
Podríamos
seguir un rato largo añadiendo eslabones a esta cadena de
ladrones y asesinos que el gobierno llama su “columna
vertebral”. Por eso denunciamos la política de derechos
humanos K: los que llenan los actos de Cristina con banderas
del “movimiento obrero” no son los albañiles torturados
por los milicos como Julio López, ni los maestros
militantes como Carlos Fuentealba: son los asesinos de ayer
y de hoy, los asesinos de Mariano Ferreyra.
El gobierno decide hasta dónde llega la humanidad de
las mujeres
El
gran anuncio de la presidenta en el inicio del año
legislativo fue que, en lugar de otorgar el derecho al
aborto, va a extender la asignación por hijo para las
embarazadas de tres meses. Nuevamente, no se trata de que el
gobierno dio “algo” y nosotros queremos “todo”. Se
trata de que Cristina decidió que tener 200 pesos más es
un derecho humano, y decidir sobre tu propia maternidad no
lo es. Se trata de que las feministas que se vendieron al
gobierno tienen todas un puesto de trabajo en el Inadi,
mientras las mujeres de clase obrera sobreviven en el
trabajo informal peor pagado, sin posibilidades de
independencia económica respecto de los maridos. Se trata
de que la ley contra la violencia doméstica no permite
meter presos a los maridos golpeadores, futuros asesinos. Se
trata de que la iglesia genocida dicta las políticas de
salud y educación y aplaudió con gran satisfacción el
discurso de Cristina, que terminó de cerrar la puerta a
cualquier reforma seria para la espantosa situación en
cuanto a derechos reproductivos en la Argentina, que a pesar
de la mentira descarada de la presidenta se está llevando
la vida de cientos de mujeres al año por aborto
clandestino. Por eso también, denunciamos la política de
derechos humanos del gobierno: no queremos un puestito en el
Inadi.
La patronal agraria asesina a campesinos de la mano del
gobernador K
La
pelea del gobierno con los reyes de la soja sigue al rojo
vivo... en el “club de la buena onda” de 6-7-8. Pero la
vida real queda muy lejos de ese lugarcito virtual tan
florido y cantarín. La realidad queda en Formosa, por
ejemplo, donde la policía del gobernador K Gildo Insfrán
reprimió brutalmente la protesta de los campesinos
desterrados por la extensión de la frontera de la soja,
matando a dos compañeros de la etnia qom. Cristina no tardó
en pronunciarse... en apoyo al gobernador. Y, mucho escombro
mejor no hacer, porque de la guita de la soja también vive
el gobierno nacional y popular, ¿no?
Para que los trabajadores no construyan su propia política,
el gobierno proscribe a la izquierda
Afiliando
en Plaza Once, un compañero de la construcción nos dijo:
“yo no puedo estar con ustedes, soy peronista, pero en
parte sí estoy con ustedes: en la obra me dicen el zurdo
porque no me banco a la burocracia traidora que
tenemos”... Justamente, el gobierno no quiere que compañeros
como éste se den cuenta de que no alcanza con ser zurdo
adentro de la obra, hay que ser zurdo todo el día, porque
el gobierno es un aliado de esa patronal y esa burocracia
que ellos combaten en el trabajo. Y en las campañas
electorales, los partidos de izquierda, con nuestros
candidatos destacados en las luchas de los trabajadores,
hacemos que esas luchas tengan también una expresión más
allá del lugar de trabajo, traducidas a una política
obrera y socialista para toda la sociedad. Por eso los K nos
quieren borrar de las elecciones. Y esta es otra razón por
la que no hay que apoyar la política de derechos humanos
del gobierno: si la ley electoral K se impone, esta va a ser
la primera elección desde que cayó la dictadura donde la
izquierda no podrá participar, mientras los hijos de la
Triple A, de la iglesia genocida y de la entrega menemista
pueden cumplir tranquilamente todos los requisitos de ley
gracias a los millones que manejan, en una u otra opción
del bipartidismo burgués.
• ¡Todo el apoyo a las luchas obreras, fuera la
burocracia de los sindicatos!
• ¡Castigo a los asesinos de ayer y de hoy! ¡Basta
de represión a las luchas obreras y populares!
• ¡Abajo la ley electoral
proscriptiva!
• ¡Justicia para Carlos Fuentealba, Jorge Julio López
y Mariano Ferreyra!
• ¡Libertad a todos los presos políticos!
• Treinta mil compañeros desaparecidos: ¡presentes!
Vení con el Nuevo MAS al acto del 24 de Marzo, la cita
es en Plaza Congreso a las 14.30 hs.