Socialismo o Barbarie, periódico Nº 197, 18/03/11
 

 

 

 

 

 

8 de marzo Día Internacional de la Mujer Trabajadora

El corso kirchnerista

Por Inés Zadu

Al feminismo institucional, académico, adaptado al sistema se le terminó de caer la careta. Con bombos y platillos se pasó a la comparsa de la campaña electoral de Cristina Kirchner, coronando años de proponer y hacer “cabildeos” (léase chamuyarse a los diputados y senadores patronales) y llamar a confiar en ministros, funcionarios y fundamentalmente en el gobierno K para que las mujeres esperemos sentadas el derecho al aborto. Hace pocas semanas Cristina hizo su discurso de inauguración de las sesiones del Congreso. Allí se despachó contra el derecho al aborto al anunciar la extensión de la Asignación Universal por Hijo a las mujeres embarazadas a partir del tercer mes, llamado Plan Nacer. Y para eso juró sobre los santos evangelios contra el derecho al aborto, al utilizar la archiconocida frase de la Iglesia de “apostar por la vida”. Esta frase no es ingenua, es el eufemismo que utiliza la derecha recalcitrante y la Iglesia católica para defender que sigan muriendo mujeres pobres por abortos clandestinos mal realizados. Pero de los K ya sabíamos que siempre estuvieron contra la legalización del aborto. Ya lo han mostrado una y mil veces en declaraciones contra el feminismo y en acciones contra todo paso a favor de la despenalización, como cuando retiraron la guía de abortos no punibles del sistema de salud pública, con la falta de anticonceptivos en hospitales, con la trucha educación sexual que jamás se implementa. Y sobre todo al seguir subsidiando por millones a la Iglesia católica.

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Lo impactante han sido los argumentos de las supuestas feministas locales para explicar que Cristina en realidad habría dado luz verde a la despenalización con este nuevo Plan Nacer. Aportando a la montaña de mentiras K, de que estamos en un país donde todo anda fenómeno, las Lesbianas Feministas por el Derecho a Decidir dicen: “(Las mujeres) no avanzábamos tanto en derechos y justicia social desde los primeros gobiernos de Perón; y desde 2003 hemos aumentado sostenidamente nuestra participación en la vida económica, social y política de Argentina”. Está claro que las chicas no viven en otro país, sino que sostienen que un país donde no se ha tocado la estructura neoliberal para nada, donde los capitalistas han hecho negocios extraordinarios en los últimos años y se sigue pagando puntualmente la deuda externa, pero se dan paliativos a la miseria sin resolver ningún problema estructural de la población trabajadora, es un país “más justo”.

El último 8 de marzo rompieron el carnet de feministas, ¡ni siquiera son capaces de salir a la calle en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora! Pero esto tiene una explicación bien material: todas las “prestigiosas” feministas argentinas están haciendo carrera en el Estado, como funcionarias del INADI, asesoras de diputadas burguesas, de candidatos K como Sabattella y de toda clase de organismos públicos o recibiendo subsidios para proyectos de género. Un caso muy emblemático ha sido el del colectivo La Revuelta de Neuquén… ¡llamando a votar en la interna del MPN, partido patronal provincial, responsable político del asesinato en 2004 del maestro Carlos Fuentealba!

Otro caso fue el del acto que organizó el INADI en Parque Centenario supuestamente por el aniversario del asesinato lesbofóbico de Natalia Gaitán el domingo 7 de marzo. De Natalia allí no se dijo nada. Se trató más bien de un acto para reivindicar a Cristina, donde habló la kirchnerdiputada María José Lubertino. Pero además como cuentan con el dinero que les da el Estado pudieron pagar recitales con músicos reconocidos y allí Hilda Lizarazu hizo una reivindicación abierta del peronismo. Podríamos seguir con los ejemplos, pero a esta altura lo que queda claro es que del feminismo burgués a jugar en las internas patronales renunciando a la lucha por los derechos más elementales de las mujeres, no sólo hay un  paso…  también hay algunos pesos.

Dos actos nada irreverentes

El 8 de marzo hubo tres actos en la Capital. El que organizó la CTA, sector Michelli, junto con el MST y la CCC, que careció de todo contenido de lucha y enfrentamiento con el gobierno, alrededor de una serie de vagos reclamos puntuales, pero sin organizar a ninguna trabajadora independiente para luchar efectivamente por el derecho al aborto.

Por su lado el Frente Darío Santillán, sus agrupaciones estudiantiles (La Mella, Lobo Suelto) y sus Feministas Irreverentes hicieron un acto en… Parque Patricios. Todo un símbolo de su irreverencia, al no acercarse ni de lejos a cuestionar al poder político que garantiza la sumisión de las mujeres. Consecuentes con “reivindicar lo bueno” del kirchnerismo que los lleva a no enfrentar directamente al gobierno en ningún aspecto, organizaron un carnaval feminista (sic) con “juegos, kermesse y mucho más”. Esta corriente al no enfrentar directamente al poder político termina diluyendo las responsabilidades sobre la opresión capitalista patriarcal. Y entonces por ejemplo, la responsabilidad de los femicidios y de la ola de mujeres quemadas por sus novios/amantes/maridos/parejas se atribuye al programa Bailando por un sueño.  Del enkubrimiento de estos femicidios no se dice nada. Del hecho que el Estado no haga nada por resolver la violencia doméstica, al no dar refugios para las mujeres y no dar trabajo para que las mujeres puedan independizarse, de eso no se dice nada en la kermesse autonomista.

Una marcha unitaria a Plaza de Mayo

Hubo una marcha que salió de Congreso a Plaza de Mayo, de la que participamos Las Rojas y el Nuevo MAS, Izquierda Socialista, Red Libertaria, Asambleas del Pueblo, Las Piqueteras y Pan y Rosas. Fue la única movilización que llegó hasta la Casa de Gobierno a denunciar al gobierno de Cristina como responsable por las muertes de mujeres por abortos clandestinos y exigir la legalización del aborto seguro y gratuito y la separación inmediata de la Iglesia y el Estado. Cientos de compañeras marchamos al ritmo de la batucada anticapitalista y antipatriarcal. En Plaza de Mayo Las Rojas hicimos un acto para denunciar el cinismo de este gobierno que da 200 pesos de un plan para no dar el derecho al aborto mientras dice que “apuesta a la vida”.

Pero además este 8 de marzo estuvo signado por las rebeliones en el mundo árabe, especialmente por la participación de las mujeres en la revuelta que terminó con 30 años de dictadura en Egipto. Desde Las Rojas a ellas les dedicamos este Día Internacional de la Mujer Trabajadora, convencidas de que las rebeliones y revoluciones son momentos de avance en la lucha de las mujeres contra la opresión patriarcal y de que además las mujeres organizadas en las calles son un factor importantísimo para que esas rebeliones avancen y consoliden conquistas. Es un hecho que las mujeres estuvieron en la Plaza Tahrir codo a codo junto a los hombres participando en escudos humanos contra la represión policial, patrullando la plaza y acampando hasta que se fuera Mubarak. Las mujeres egipcias siguen en las calles. El 8 de marzo realizaron una movilización para exigir que el Estado sea separado de toda religión y para que se dicte una nueva Constitución laica. Las mujeres y los hombres que allí estaban fueron atacados por hordas de islamistas, mientras el ejército que intenta controlar el país quería aparecía como el “pacificador de los incidentes”. Como feministas socialistas nos solidarizamos con la lucha de todo el pueblo árabe, hoy en particular con el pueblo libio que sufre la escalada genocida de Gadafi, y apostamos a que las mujeres sigan en las calles organizándose para garantizar sus derechos.

Se viene un año bastante duro para la lucha de las mujeres. Un año electoral donde las feministas adaptadas van a llamar a las mujeres a apoyar a tal o cual candidato patronal y sobre todo a Cristina. Pero también están las miles de mujeres jóvenes estudiantes y trabajadoras que viven día a día la sumisión capitalista patriarcal, que quieren rebelarse y luchar. Con esas jóvenes queremos organizarnos para luchar juntas, para enfrentar todas y cada una de las manifestaciones de la opresión hacia las mujeres, realizando actividades, marchas, muestras y todo lo que se nos ocurra para enfrentar el oscurantismo del sistema que ofrece a los y las jóvenes una educación sexual hecha a la medida de la Iglesia católica y muy lejana a las necesidades de la juventud. Para denunciar estos femicidios presentados como arrebatos pasionales pero que esconden una red de encubrimiento por parte de diputados, senadores, jueces, policía y todo el aparato del Estado. Para luchar por justicia para Natalia Gaitán y la libertad de Romina Tejerina. Para conseguir finalmente que se apruebe la ley del derecho al aborto y dejen de morir mujeres. Para organizarnos contra la homo-lesbo-transfobia como en la Ruta Latinoamericana del Beso Diverso (ver número anterior de SoB), por la libre sexualidad. En fin, para unir nuestra lucha a la de las y los trabajadores, nuestros hermanos en la explotación capitalista, en una lucha feminista y socialista por la emancipación de las mujeres y de la clase trabajadora.

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