Parece
que este año el gobierno consideró que intentar echar a la
izquierda de la Plaza, como trató de hacerlo sin éxito el
24 de Marzo pasado, era contraproducente con sus esfuerzos
electorales.
Ciertamente,
una pelea callejera que visibilizara aún más a la
importante columna de Memoria, Verdad y Justicia hubiera
sido muy difícil de encajar con el “ustedes no existen”
que el oficialismo esgrime para proscribir a la izquierda.
Así que los grupos kirchneristas que comenzaban a reunirse
para asistir al festival Cristina 2011 con que el gobierno
celebró el “día de la memoria”, se limitaron esta vez
a la guerra de cantitos con Memoria Verdad y Justicia (el espacio que reúne a
los organismos de derechos humanos independientes y a los
partidos de izquierda), que realizó el único acto de lucha
por los derechos humanos que hubo ese día en la Plaza.
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Un
24 muy particular
El
curioso acto de
Hebe de Bonafini
Por Patricia López
Este
ingrediente de la jornada causó sorpresa en mucha gente
kirchnerista, al punto que el diario Tiempo Argentino tuvo
que explicarlo en una nota titulada “Por qué las Madres
hacen su acto en el Mercado Central”: “El
Mercado Central constituye hoy un área emblemática de los
intereses materiales en pugna en la Argentina, cuyos
protagonistas son exactamente los mismos que reñían en
aquel 1976. En las actuales circunstancias, la inflación
es, sin dudas, una de las maneras con que los intereses
concentrados de la renta nacional quieren detener la
distribución de la riqueza, por la que los hijos de las
Madres entregaron generosamente su vida. El golpe fue el
modo brutal de nuestra burguesía para impedirlo. Aquella
generación de los 70 luchaba precisamente por eso que hoy
siguen queriendo frustrar los grandes acopiadores de
capital: el prorrateo igualitario de las utilidades que
produce la sociedad, para la felicidad relativa de millones
y no para privilegio de unas pocas familias solamente.”
(Tiempo Argentino, 24/3/2011).
O
sea: como este es el gobierno de la generación del 70,
entonces el 24 de Marzo, en lugar de exigir una vez más
justicia y castigo a los genocidas en la Plaza que fue
escenario de la lucha de las Madres contra la dictadura, hay
que conmemorarlo en la feria con los funcionarios de economía,
que son los que realizan “el prorrateo igualitario de las
utilidades” por el que los desaparecidos dieron su vida.
En efecto, los oradores en el acto de Bonafini fueron
Boudou, Moreno y Giorgi. “Hoy
nos importa más que un niño sea feliz que meter preso a un
milico”, declaró Bonafini, y agregó: “Meter presos a
los milicos es tarea de los abogados”.
El acto de Bonafini fue la clausura oficial de Madres como
organismo de lucha contra los crímenes del Estado, y su
inauguración plena como empresa constructora de casas de
telgopor y organización de propaganda electoral
oficialista, sin molestos aditamentos como “meter presos a
los milicos”, tarea de la que de ahora en más se ocuparán
“los abogados”.
No es que no supiéramos de memoria en qué camino iba
esta organización. Pero qué feo de su parte elegir un 24
de Marzo para declararlo tan abiertamente.
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Hay
que decir, además, que el 24 de Marzo del 2010 el gobierno
tuvo para “tirarle” a la izquierda una base
autoconvocada en pleno fervor anti Clarín, mucha de la cual
creía honradamente estar enfrentando a "los enemigos
del proyecto nacional y popular" cuando se interpuso en
el paso de nuestras columnas; en cambio este año, los que
gritaban desde las veredas al paso de la izquierda, eran
notoriamente muchachos del aparato. El tono de las columnas
kirchneristas no fue el “Noble, Magneto, devuelvan a los
nietos” del 2010... sino “Perón, Perón” y
reivindicaciones a la burocracia sindical.
Por
eso, este 24 de Marzo el gobierno no confrontó con la
derecha sojera (pegándole, en ese marco, a la izquierda que
capituló a la Mesa de Enlace): confrontó con la izquierda
como tal, y lo hizo desde la derecha al servicio del
operativo reeleccionista y proscriptivo, pero cuidándose de
mantener esta confrontación fuera de la luz pública.
El
round del 24 fue así: en este rincón la izquierda, con
Jorge Julio López, Mariano Ferreyra, Carlos Fuentealba, las
luchas obreras y estudiantiles y el enfrentamiento con la
burocracia sindical; del otro lado del ring, el
“movimiento Cristina 2011”, donde el sector progresista
atraído por el relato "épico" del gobierno y por
la presencia de Madres y Abuelas... convive con la
burocracia sindical y los acuerdos con el saadismo y Menem,
todo encabezado por el aparato PJ-K en carrera a las
elecciones.
Dentro
de este marco general, en la Plaza del 24 también se
expresaron hechos de esos que no se notan en la “vista aérea”,
que se desarrollan en un terreno más profundo de
confrontación entre el gobierno y la izquierda: la
vanguardia de la lucha obrera y juvenil. Allí la polarización
es más ríspida y directa. Un síntoma de la misma la
vivieron los despedidos de Jumbo que pasaban con su alcancía
de fondo de huelga.
En
las columnas de la izquierda sintieron una importante
solidaridad; en el acto oficialista, nadie les dio un
centavo, y hasta ligaron algunos insultos no muy progres,
como “si te echaron por algo será” y “ustedes
cortaron la calle, son unos vagos”....
Esta
pelea protagonizó también los preparativos para la jornada
entre la juventud. Durante el estudiantazo, la manija que el
gobierno le dio a los pibes que enfrentaban a Macri le
permitió al kirchnerismo ser parte de la CUES (coordinadora
de estudiantes que dirigió esa lucha de secundarios). Para
este 24 intentó hacer votar en esa coordinadora la
participación en el acto oficialista, confrontando allí
con los pibes de izquierda que querían ir al acto de
Memoria Verdad y Justicia; sin embargo, fracasó
redondamente. Como nadie lograba mayoría, se decidió hacer
asambleas en los colegios: menos de la mitad de las
asambleas votó ir al acto K. La mayoría decidió asistir
al acto de Memoria Verdad y Justicia, incluyendo la del
Nacional Buenos Aires, donde el kirchnerismo perdió la
asamblea aunque acaba de ganar el centro de estudiantes.
Ante
este panorama, el oficialismo no se animó a imponer una
votación en la CUES, y el organismo tuvo que dejar a los
centros de estudiantes en libertad de ir al acto que
decidiera cada colegio.
–¡Qué
bueno, viniste a nuestro acto! –saludamos a una chica
conocida de la facultad.
–No,
en realidad yo venía al recital de la Plaza, pero está la
JP, y yo estuve en el estudiantazo, sé lo que es la JP y no
quiero estar con ellos. Así que vi las banderas rojas y me
vine para acá.
En
el marco de la multitudinaria jornada, la columna de M, V y
J fue de importancia y, dentro de ella, la del Nuevo MAS
produjo un impacto por su fuerza militante, vivacidad y
juventud mostrando el creciente desarrollo del partido y el
impacto político de la campana anti proscripción.
En
fin, frente al gobierno que consolida su movida electoral,
una vanguardia de trabajadores y jóvenes va haciendo su
experiencia con el kirchnerismo en el terreno más duro, el
de la lucha. Los socialistas revolucionarios tenemos con
ellos una obligación inmediata: ofrecerles una herramienta
de organización que los ayude a transformar esa experiencia
en lucha política contra el gobierno que los quiere
derrotar. Empezando por redoblar la campaña contra la
proscripción y por un Frente de Izquierda en estas
elecciones, para que muchos más pibes “vean las banderas
rojas y se vengan para acá”.