El frente que constituyen el PO y el PTS
arrancó proscribiendo al nuevo MAS.
Su argumento: que nuestro partido no tiene la legalidad
nacional. Los que dicen ser “revolucionarios” y
“luchar contra la proscripción K”... se
la aplican a otra organización revolucionaria para no
dejarla ser parte constitutiva del frente. Toda una
“lindura”.
La última “lindura” es que no solo proscriben al
nuevo MAS del Frente, sino que dividen el acto del
Primero de Mayo, que debería ser un acto unitario
contra el gobierno, la burocracia, en apoyo a las luchas en
curso y para denunciar y pelear contra la ley proscriptiva; en
cambio, hacen el lanzamiento de la campaña electoral del
frente.
La lucha contra ley
proscriptiva
En la izquierda independiente hubo en apariencia una
valoración semejante en cuanto al contenido proscriptivo de
la reforma política votada a fines del 2009. Pero a partir
de allí cada organización salió
a buscar su legalidad por separado sin plantear públicamente
una pelea política contra la ley electoral como tal.
Simplemente se adaptaron a los requerimientos de la misma.
Por nuestra parte, meses atrás propusimos una orientación
distinta: salir a hacer una campaña política pública
unitaria contra la ley, y, en ese marco, que cada organización
tratara de garantizar su legalidad partidaria. Más aún,
propusimos y proponemos que el frente tenga como uno de sus ejes la denuncia y la pelea contra
la ley proscriptiva (junto con el otro muy importante de la
lucha por la independencia política de clase).
Parece que hay algo que estas organizaciones no entienden:
no se trata solamente de vencer los mecanismos proscriptivos
adaptándose a ellos; se trata de que un eje político de
importancia de las corrientes revolucionarias debería haber
sido denunciar el intento del régimen de acallar a la izquierda revolucionaria y
quitarle sus derechos políticos: es decir, plantear la
pelea contra la antidemocrática ley en su conjunto.
Nada de eso se hizo. No se conoce ninguna acción (marcha,
afiches, escraches) de los componentes del frente contra la
ley, solo algún artículo en sus periódicos (y en la mayoría
de los casos siquiera eso). El hecho es que cada uno se abocó
exclusivamente a conseguir su legalidad y punto [1].
Pero no solo no se
hizo una campaña en regla sino que se llega al
exabrupto de declamar que se ya se venció la proscripción
[2], cuando falta pasar la traba más importante que es el
porcentaje en la interna abierta. Además, la ley queda
vigente: la izquierda
independiente estará de aquí en más siempre bajo la
espada de Damocles de la ley proscriptiva.
El frente: el carro antes del caballo
Los componentes del frente no hicieron un
acuerdo político para denunciar y luchar contra la ley
proscriptiva como
uno de los centros de un acuerdo programático que exprese
la independencia de clase.
Solamente se
juntaron para
salvar los obstáculos redoblados por la ley K y lograr
presentarse a las elecciones. Sería completamente
sectario estar en desacuerdo en juntarse para intentar
superar estos obstáculos. Y por esto mismo repudiamos la
aberración de que el PO y el PTS apliquen un criterio
proscriptivo contra nuestra organización dividiendo la
pelea conjunta de la izquierda independiente contra los
mismos. Pero más allá de nuestra exclusión, subsiste el
problema que a la ley electoral proscriptiva habría que
haberla combatido con una política revolucionaria en vez de
con un criterio de hacer un frente adaptándose a ella, sólo
intentando sortear la proscripción en los términos de la
propia ley.
De ahí que las valoraciones de los propios componentes
acerca de su acuerdo sean tan diversas y hasta
“bizarras”. Veamos lo que dicen sus componentes sobre
ellos mismos. “Sería
un frente de tipo técnico-político” (LVO 421), dice
de manera oportunista el PTS; es decir, veamos cómo se
sortean las cláusulas proscriptivas y que cada organización
haga su política. Pero con ese criterio estaría planteado
unirse con cualquiera. Porque los acuerdos de frente único
de este tipo deben ser, al menos, político-técnicos:
es decir, debe haber una mínima base programática común
para que los acuerdos sean principistas y no puro
oportunismo: el frente único también amerita una base política
para ser llevado a cabo.
Por su parte el PO no se queda a la zaga: “la necesidad
de hacer frente a las normas proscriptivas de la internas
abiertas ha sido un factor importante en la formación del
frente. Este hecho destaca los aspectos oportunistas del frente…” (Altamira,
PO 1172). Hay que recordar que el PO basó toda su campaña
solamente en “defender los derechos políticos del PO”.
Y si el frente es, efectivamente, una necesidad para superar
los pisos proscriptivos, incluso si es un acuerdo meramente
electoral, cabe aquí lo mismo que lo señalado respecto del
PTS: sin una mínima base programática es oportunismo y
nada más que oportunismo (y no solo un “aspecto”
oportunista).
Por su parte, IS, el otro componente del frente, aporta su
cuota de claridad: “Algunos plumíferos pro-K ya han dicho
(…) que ‘nos une el espanto’. Es decir, el peligro de
que quedemos proscriptos. ¡Se equivocan! Nos
atacan por el ejemplo unitario que logramos…” (J.C.
Giordano, El
Socialista 187). ¡Sería bueno que les avisen a sus
socios, que siguen gastando litros de tinta para argumentar
todo lo contrario!
Un gran acuerdo del frente: proscribir al nuevo mas
Veamos
lo que dicen los componentes del frente sobre la no
participación del nuevo MAS: “Solo el MAS, que no tiene
personerías electorales en casi ningún distrito y que llegó
a la rara acusación al resto de las fuerzas de
electoralistas por haber realizado campañas de afiliación
para obtener sus personerías y superar la proscripción,
decidió retirase del frente.” (Néstor Pitrola, PO 1172)
Primero aclaremos que es mentira que
acusamos a los componentes del frente “de electoralistas
por haber realizado campañas de afiliación para obtener
sus personerías”. Esto es ridículo y sería un criterio
completamente equivocado. Siempre hemos manifestado que aun
en las actuales circunstancias, hay que intentar superar los
obstáculos para participar de las elecciones, cosa que
vamos a hacer en los distritos en que logremos alcanzar las
nuestras. Lo que sí hicimos fue acusar a los componentes
del frente de otra cosa: no
haber hecho una campaña política contra la ley como tal.
Segundo: Pitrola afirma que no tendríamos personerías en
casi ningún distrito; aclaremos que el “casi” es ni más
ni menos que, por ejemplo, la Provincia de Buenos Aires (por
no hablar de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Neuquén y
otras provincias más chicas), donde estamos cumplimentando
los requisitos a la espera de los tiempos administrativos de
la justicia.
Por
hablar solamente de la provincia de Bs. As., digamos que se
trata del distrito más importante del país, dónde se
concentra el 40% del padrón electoral nacional, donde
tenemos una reconocida actividad publica, donde somos parte
de procesos de lucha y de recomposición obrera de gran
importancia, donde tenemos instaladas reconocidas figuras públicas
y donde nuestro candidato sacó 110.000 votos en las
elecciones legislativas del 2009, siendo el candidato más
votado de la izquierda superando al MST y al PO.
Lo que está diciendo Pitrola es otra cosa: como no
tienen legalidad nacional, no pueden ser parte constitutiva
del frente...
Un
criterio distinto tuvimos desde el nuevo MAS con IS en las
últimas presidenciales del 2007: esta organización no tenía
su legalidad nacional, y no fue argumento para que no fuera
parte constitutiva del frente. Ser parte constitutiva de un
frente es ser parte
de los acuerdos,
lo que incluye que en las boletas electorales figure el
nombre del partido: de manera rastrera y oportunista, el PTS
se pronunció en contra de esto.
Que abran al frente al nuevo MAS
En fin, a pesar de todo lo anterior, como venimos señalando,
todavía hay tiempo para que los compañeros retrocedan
respecto de estos criterios y de la exclusión de nuestro
partido. A medida que los acontecimientos se sucedan quizás
reflexionen y acepten nuestra exigencia de que abran el
frente a nuestra participación sobre base principistas.
Notas:
1. Cosa que no criticamos.
2. Jorge Altamira dijo “el frente ya tiene 400.000
votos, el que no llega al 1.5% es Duhalde” en el programa
“Palabras más palabras menos” del 19/04.