Las internas abiertas en Santa Fe dejaron mucha tela para
cortar, transformándose en el hecho político electoral más
importante de las últimas semanas.
Uno de los hechos más llamativos fue que votó la misma
cantidad de gente que en una elección normal: cerca del 75%
del padrón. Hay que señalar que estamos hablando de una
provincia numerosa: votaron 1.764.084 personas.
Sin trasladar mecánicamente esta elección al escenario
de la interna abierta nacional, la misma no puede dejar de
tener su importancia. Veamos estos dos aspectos.
Por un lado decimos que no hay que trasladar mecánicamente
las cosas porque, amén de que Santa Fe tiene su propia
realidad político-electoral que no es idéntica a la
nacional, debe tenerse en cuenta que las internas
santafecinas fueron reales, a diferencia de lo que se
perfila para la nacional. Tanto el PJ como el PS y sus
aliados las utilizaron para dirimir internas reales con
candidatos de fuste enfrentados: el delfín de Binner o
Gustiniani en el caso del PS, Rossi o Bielsa en el del PJ.
Esto es lo que explica el alto porcentaje de gente que se
presentó a votar y la mediación que significó esto para
las demás candidaturas u opciones.
En ese contexto, la izquierda hizo
una muy pobre elección; solo el PO tenía legalidad
provincial. Resultados que aparecen preocupantes para la
nacional, más allá de que en Santa Fe no rige un piso como
a nivel nacional.
Una mirada a los números
El PJ sacó casi 680 mil votos, con el diputado Agustín
Rossi a la cabeza (39% de la interna), segundo Perotti (30%,
de perfil más de centroderecha) y tercero Rafael Bielsa
(29%). La fuerza que salió segunda fue el Frente
Progresista Cívico y Social, con 650 mil votos: este
incluye al PS y la UCR, y el triunfador fue Bonfatti
(45%, el candidato de Binner), segundo el intendente radical
Barleta (31%) y tercero Giustiniani (24%). El Pro de Miguel
del Sel, que no presentó una segunda candidatura, sacó 235
mil votos. Completaron el MIJD de Castells con 9326 y el PO
con 9135. En porcentajes totales redondeados: PJ 43%; Frente
Cívico 41; Pro 15; MIJD Castells 0,59; PO 0,58… A
diputados provinciales, los números del PO mejoraron hasta
el 0,96%, y Proyecto Sur sacó el 3%.
Un “frente”
de "izquierda" que no denuncia la proscriptiva ley electoral
¿Qué puede pasar cuando se establezca para las internas
abiertas nacionales el piso del 1,5%? Es aquí cuando se
empieza a ver cómo podría actuar el elemento proscriptivo
de la nueva ley electoral, que los miembros del frente de
izquierda siempre se encargaron de minimizar. Si se
repitieran guarismos electorales similares (sería erróneo
considerar que será así automáticamente, ya que habrá
que ver las condiciones generales de la elección y cómo
actúa otro escenario de candidaturas), evidentemente se
dificultaría la presentación de la izquierda.
Inmediatamente después de la elección santafecina,
Izquierda Socialista lanzó un comunicado de prensa
reclamando que se saque el piso del 1,5% porque es
“proscriptivo”. ¡Chocolate por la noticia! ¡El primer
dormilón que se levanta de la dulce siesta! ¿Recién ahora
se acuerdan de lo que venimos diciendo desde el Nuevo MAS hace
meses? Porque venimos advirtiendo -desde hace un buen
tiempo- sobre los aspectos proscriptivos de la ley, en la
cual el piso es sólo uno de los tantos.
Pero esto siempre fue minimizado tanto desde el PO como
desde el PTS e IS, con el triste argumento de “la
legalidad partidaria nacional ya la conseguimos”… Tan
poca importancia le dieron, que no sólo se dieron el lujo
de excluir del frente a corrientes como la nuestra por no
tener la legalidad en el momento de la conformación, sino
que de los 10 puntos de conformación del FIT ¡ni uno habla
sobre la proscripción!
Desde ya que lo más razonable sería que estos números
lleven a una reflexión al FIT: es hora de que el PO y el
PTS superen la necia posición de minimizar oportunistamente
el problema de la proscripción, en la cual, repetimos, el
piso en la interna abierta es sólo uno de los aspectos. La
proscripción es parte de un ataque global del gobierno
nacional contra la izquierda y los luchadores: quieren
acallar nuestra voz.
Es por esto que desde el Nuevo MAS sostuvimos –y
seguimos sosteniendo– la necesidad de responderle al
gobierno con una campaña en común: lamentablemente los
miembros del frente prefieren seguir mirándose el ombligo.