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Más temprano que tarde el gobierno de Schiaretti continúa con su política de vaciamiento del Estado. Nuevamente con despidos en áreas súper sensibles y de los objetivos de recorte primordiales. El Hospital de Niños, el Misericordia, el Domingo Funes (de Punilla), Instituto del Quemado y el San Roque se vieron afectados por despidos de trabajadoras/es que eran monotributistas. En el primer Hospital son 45 y al parecer suman alrededor de 60 en total. Además hay dos despedidas de la Dirección de Violencia Familiar, también con este tipo de contrato.

Lo que el gobierno ha definido como “contratos caídos” no son más que despidos descarados de monotributistas que nunca fueron contratados por las condiciones de precarización que el mismo Estado impone.

Por este motivo, se realizó un corte en el Polo Sanitario el día viernes, una asamblea Interhospitalaria el lunes, una feria en la puerta del Polo de la Mujer e incluso, un compañero se encadenó en la puerta del Hospital Domingo Funes en Punilla. En el horizonte, se barajan distintas alternativas pero ninguna medida clara.

Lo cierto es que la burocracia del Sindicato de Empleados Públicos poco hizo: asambleas por repartición que no llegaron a ninguna medida que golpee de la forma que necesitamos para reincorporar a las/os compañeras/os (además de intimidar y provocar las acciones organizadas en distintas reparticiones). Por otro lado, ATE que ha dado respuestas fragmentadas a los conflictos sin la unidad que los mismos necesitan.

Es una situación compleja. No son la cantidad de despidos que esperábamos, pero no por eso son pocos. Hay una intención del gobierno de no dejar de golpear, pero tampoco hacerlo con toda la contundencia que necesita después de las grandísimas movilizaciones en Córdoba. En agosto hubo dos eventos importantísimos que marcaron la cancha al gobierno de trabajadoras y trabajadores estatales. Tanto la marcha del sector de salud en el marco de un paro llamado por la CTA el 10 de agosto y también el 24 una movilización unitaria por la reforma en la caja de jubilaciones (cuestión que afecta a los empleados provinciales en su totalidad). Sumado a esto, la movilización por la megacausa La Perla dejó a la Provincia con los ojos puestos en semejante demostración de fuerzas. Con la movilización logramos frenarle el ritmo al gobierno, pero sin embargo, el vaciamiento del Estado está en marcha. El gobierno nacional admitió más despidos en el Estado que nuevamente serán llevados a cabo desde el Ministerio de Modernización.

Por esto mismo, aún tenemos pasos por delante. Estos despidos ni ningunos otros podrán ser enfrentados sin la más amplia unidad en la lucha. La unidad de los sindicatos y las organizaciones políticas, así como la unidad de las distintas reparticiones, ya que no hay lucha que se gane separados ni hay sector que se salve solo de este ajuste. Es una necesidad y una responsabilidad del activismo dar pasos concretos para la coordinación de la lucha para las peleas en marcha y las que se vienen. Y que se diga en todos lados: Que el SEP llame a PARO PROVINCIAL!!! Por la más amplia Unidad en la lucha!!!

 

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