Finalmente, la jueza Marisol Usandizaga condenó a Yamila, la humilde joven rosarina, a 9 años de cárcel por el delito de «abandono de persona seguido de muerte, agravado por el vínculo». En 2012, a Yamila (entonces de 19 años) que estaba embarazada de 7 meses, le sobrevino un parto «en avalancha» o «explosivo» (como se dice en la jerga), circunstancia traumática que la sorprendió en soledad y producto del cual, el bebé murió. Desde ese momento, Yamila enfrenta un proceso en su contra y permanece hoy bajo arresto domiciliario. La joven se encontraba entonces separada de su pareja violenta, y era ya madre de una beba.

El reciente fallo de la jueza Usandizaga, sin hacer lugar a todos estos condicionantes sociales en sus fundamentos, es como ya dijimos, no sólo una condena de ensañamiento y escarmiento, sino un muestrario de todos los prejuicios machistas y toda la ideología patriarcal en contra de Yamila y de todas las mujeres. La jueza, entre otras consideraciones abiertamente incriminatorias, evalúa que sin bien los padres de Yamila son trabajadores, su hogar «fue siempre bien constituido» y que ella «fue tratada con amor como hija». Además, tipifica a Yamila como una «personalidad manipuladora y mentirosa», que podría haber pedido ayuda y que, sin embargo, «no lo hizo porque no quería ese hijo». Montada en una nueva ola reaccionaria de toda la Justicia patriarcal bajo el macrismo, según la cual toda mujer que no quiera ser madre a cualquier costo, «es una asesina» y «tendría que estar en la cárcel», esta condena de ensañamiento va no sólo contra Yamila, sino que la emprende también contra las organizaciones sociales que reclamamos su libertad. En un claro posicionamiento político, en sus dichos la jueza criticó también a las organizaciones de mujeres que ligamos el caso a otros como el caso de Belén o Romina Tejerina.

Desde Las Rojas, que acompañamos la libertad a Yamila desde que el caso se dio a conocer, repudiamos este fallo patriarcal y disciplinador de la jueza Usandizaga y toda la Justicia patriarcal. Si bien este fallo que condena a Yamila por 9 años, va a ser apelado nuevamente por la defensa, queda demostrado en los hechos que nada podemos esperar de esta «Justicia», y que nada se consigue «tratando de no incomodar a los jueces» para «no ponerlos en nuestra contra». Ya podemos sacar la conclusión de que no debemos subordinar la lucha política a los ritmos de lo legal, máxime cuando se trata de una lucha tan política como ésta (lo queramos o no) y donde hasta la propia jueza se da el lujo de criticar provocadoramente al movimiento de mujeres a pocos días de que seamos miles y miles de mujeres las que llenemos las calles y las plazas rosarinas con el XXI Encuentro de Mujeres. Muy por el contrario, como ocurrió con la campaña por la libertad a Belén, creemos que hay que presionar desde abajo y contestarle con la organización y movilización en las calles, tanto por la Libertad a Yamila y la nulidad de la condena de Belén, como por la libertad de Victoria Aguirre,  y sobre todo, redoblando la pelea por conquistar el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo, el ejercicio de su sexualidad y su maternidad libremente elegidas.

Para esto, llamamos a convocar una Multisectorial e impulsar una acción unitaria de cara al  próximo Encuentro Nacional de Mujeres a realizarse en Rosario, acción unitaria que ayude a superar la actual fragmentación y que coloque este reclamo en el centro de la agenda del movimiento de mujeres.

 

Las Rojas-Rosario

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