El pasado lunes 26 los trabajadores de Fasinpat (ex Zanón) realizaron un piquete en la ruta 7 a las puertas de la fábrica. El reclamo se llevó acabo ante el intento de ANSeS y el gobierno nacional de patear el pago del PTA (Programa de Trabajo Autogestionado que subsidia parte del salario a las cooperativas). Es que el gobierno nacional de Macri es profundamente anti-obrero, y, mientras discute con los empresarios cómo avanzar en la flexibilización de las condiciones de trabajo, ahoga a los trabajadores y el pueblo con ajustes y tarifazos.
La medida fue contundente, al visibilizar el conflicto y meter presión al gobierno provincial, que recibió a una delegación de la fábrica y se comprometió a pagar entre el jueves y viernes próximos. No confiamos en el gobierno y sostenemos que hay que estar alerta entre cualquier tipo de maniobra contra los trabajadores, pero creemos que la medida ha sido contundente y ha dado sus frutos al demostrar a los funcionarios la voluntad de lucha de los trabajadores.
En defensa de los métodos de la lucha obrera
Luego del corte se realizó una asamblea con los compañeros presentes en la que se procesó una interesante discusión. Un miembro de la dirección de producción de la fábrica manifestó su desacuerdo con las medidas de lucha porque «traban» la discusión con el gobierno y «perjudican» a la sociedad, argumentando además que los trabajadores de Fasinpat tienen que valerse de sí mismos y no vivir de subsidios.
Varios trabajadores de base le respondieron correctamente que los métodos de lucha han sido lo que permitieron siempre el avance de las reivindicaciones obreras, no sólo de Fasinpat, sino de todos los trabajadores. Esto se agudiza aún más en momentos en que el gobierno intenta ir por nuestras condiciones de vida y ahogarnos económicamente. Y con respecto a «no vivir de subsidios» hay un enfoque completamente errado de los compañeros de producción. Los gobiernos patronales «premian» con subsidios y ayuda económica a las empresas y emprendimientos capitalistas. Así lo hicieron con los empresarios proveedores de energía durante años, con los de transporte, incluso con los antiguos dueños de Zanón y Cerámica Neuquén, a quienes no sólo se les subsidiaba la energía, sino que se los eximía (en el caso de Zanón) del pago de los servicios de energía.
La lógica de este gobierno burgués es ahogar las cooperativas obreras, en tanto son un ejemplo de lucha y organización de la clase, y tanto los compromisos de compra de material, como los subsidios conseguidos son producto de la lucha, y un derecho de los trabajadores que debe ser defendido incondicionalmente.
La orientación «productivista» sostenida por los compañeros de producción es una lógica patronal que somete a los trabajadores a una dura auto-explotación cada vez mayor, y pierde de vista la necesidad de pelear contra el gobierno para paliar las condiciones en la que la fábrica debe competir en el mercado, mientras se le niega la renovación tecnológica y se la intenta ahogar por vía de los tarifazos y los ataques políticos.
Desde el Nuevo MAS, volvemos a plantear que la salida de fondo es la estatización de la fábrica bajo control obrero. Mientras peleamos por esta perspectiva, es necesario impulsar y acompañar todas las medidas legítimas de lucha que surjan, exigiéndole al gobierno reivindicaciones puntuales como los subsidios a los gastos de energía, compromiso de compra del material y los préstamos necesarios para la renovación tecnológica.
Sólo con la lucha en las calles avanzaremos en la defensa de este importante bastión obrero que es la experiencia de las fábricas ceramistas recuperadas bajo gestión de sus trabajadores.
Nuevo MAS Neuquén