El pasado lunes la justicia dejó la vía libre para que el gobierno pudiera accionar el aumento del boleto del subte de $ 4,50 a $ 7,50. La suba del coste del pasaje afecta a los millones de trabajadores y trabajadoras que viajan todos los días por este medio de transporte,soportando las condiciones infrahumanas de hacinamiento en las que se viaja en hora pico debido a la cantidad insuficiente de trenes y el déficit de mantenimiento en la mayoría de las formaciones.
La suba de la tarifa se encontraba frenada desde junio por una medida cautelar de la jueza Elena Liberatori que atendió a un pedido del auditor de la Ciudad Facundo del Gaiso, los legisladores Marcelo Ramal y Patricio del Corro, el ex diputado Alejandro Bodart y el delegado de la línea B Claudio Dellecarbonara. Pero como ya sabíamos la justicia tarde o temprano iba a terminar fallando a favor de los intereses de Metrovías y el gobierno de Larreta por lo que el martes pasado la Sala III anuló la cautelar luego de que el gobierno de la ciudad apelara.
El fin de semana, elministro de transporte, Guillermo Dietrich, tuvo la osadía de afirmar en televisión que el aumento“era inevitable”.Lo que al parecer no era inevitable es que los parlamentarios nacionales votaron un abundante aumento de sus propios sueldosescudándose en que “la inflación les llega a todos” solo que en algunos casos diputados y senadores llegarán a cobrar más de 100 mil pesos, convirtiéndose en el único salario al que no le ha puesto techo este gobierno. Parece que “la inflación les llega a todos” pero son solo los que menos tienen, los que utilizan el transporte público todos los días, esté en las condiciones que esté y pagando la tarifa que les hayan impuesto, los únicos que la pagan.
Este nuevo aumento en el coste del transporte público no es más que otra reducción del salario real de los trabajadores vía tarifazos. Así, cada vez es más el porcentaje del sueldo que se va en transporte, más si tenemos en cuenta que muchos trabajadores y estudiantes del conurbano bonaerense combinan colectivo o tren y subte para llegar a sus respectivos trabajos, lo que queda del magro sueldo de los trabajadores es insuficiente desde donde se lo mire.
La empresa Metrovías se defiende argumentando que el parámetro para el aumento se basa en el cálculo de la tarifa técnica del servicio sería de 13,37$. Sin embargo, es evidente que esta cifra es el resultado de una distorsión hecha en favor de la empresa del grupo Roggio, que incluyeron en el cálculo gastos por reparticiones que no realizan ellos sino la empresa estatal SBASE, inflaron los números de los costes por el mantenimiento de las formaciones y utilizaron para realizar el cómputo un número de usuarios por año que no está actualizado sino que data de hace dos años atrás.
Con el aumento de tarifas y el brutal ajuste a los salarios a la orden del día se espera que esto sea solamente el puntapié inicial para llegar a la tarifa de 10$ el año próximo. Todo esto sin que la burocracia sindical diga ni mu y como hasta ahora se dediquen a resguardar la gobernabilidad a base de traiciones o entregadas continuas.
Hay que exigirles a las centrales sindicales que abandonen su postura colaboracionista con las medidas de ajuste del gobierno y convoquen a un paro nacional para enfrentar el ajuste y frenar el tarifazo.
Verónica R.