Después de varios días de versiones que daban “renunciando” al Ministro Prat Gay por “diferencias” con el gabinete económico, finalmente hoy 26/12 se conoció la verdad: el ahora ex-Ministro fue echado por orden del presidente Macri, según él, para “homogeneizar” el equipo.

Desde el Nuevo MAS en la Izquierda al Frente por el Socialismo denunciamos que el cambio en el gabinete es para lanzar un redoblado ajuste. Este tendrá como eje el despido y la rebaja salarial entre los trabajadores estatales como ya se preanuncia en Aerolíneas Argentinas con el despido de Isela Constantini, su anterior presidenta, y en el caso del CONICET con la negativa a incorporar nuevos investigadores a planta.

Se trata de medidas de ajuste redoblado que también se van a expresar en el sector privado mediante despidos y paritarias a la baja, que está preparando el gobierno cuando comienza el verano, aprovechando que la población trabajadora está festejando su merecido descanso con las fiestas y preparando sus vacaciones.

El despido del responsable más importante de la política económica no es poca cosa. “Alfonso” hasta no hace mucho era aplaudido por el “establishment” por ser el que tomó las medidas que configuraron un giro en la orientación económica favoreciendo políticas de libre mercado: levantar el cepo, devaluar el peso, sacar las retenciones al campo y las mineras, arreglar con los fondo buitre, endeudar al país en más de 30.000 millones de dólares el último año, aumentar las servicios recortando subsidios y, como si esto fuera poco, el regalo del blanqueo a los empresarios evasores.

Todas estas medidas que beneficiaron a los de arriba produjeron una inflación de más del 40%, una recesión generalizada que se tradujo en miles de despidos y suspensiones, salarios a la baja y una caída muy fuerte en el consumo popular.

Todo el año el gobierno se la pasó diciendo que “vamos bien”: que la inflación iba a “caer”, que “pronto se saldría de la recesión”: ¿Qué pasó ahora que cambian de ministro?

Aunque Macri realizó un cambio en la orientación económica y los empresarios consideran al gobierno como suyo propio, comenzaron las críticas y señalamientos de que el ajuste “no ha sido lo suficientemente duro”, que “los números no cierran”, que hay que “bajar el déficit fiscal”: opinan que el “gradualismo fiscal” fracasó y exigen “hacer un ajuste de verdad”, “que se deje de dar plata para todos lados”.

El llamado “gradualismo” tenía un contenido político que era el de no cuestionar las relaciones de fuerza prevalecientes en la Argentina; aunque el gobierno prometió desafiarlas, todavía nos las ha enfrentado realmente. Venía optando, más bien, por un camino de “conciliación” con los dirigentes sindicales y sociales y la oposición política, que apoyó sin tapujos la “gobernabilidad” del régimen, dándole la espalda a los intereses de los trabajadores y el pueblo en general.

Y ahora se viene un nuevo ajuste, con la CGT brindando con Macri por el “éxito” del gobierno en su primer año; estos traidores que se negaron a convocar por dos veces a un paro general, no podían desconocer lo que se venía.

Desde el Nuevo MAS llamamos a la más amplia unidad de acción para enfrentar desde abajo este nuevo ajuste desbordando con la lucha de los trabajadores a la dirigencia sindical tradicional, preparándose para luchas duras y trabajando desde ahora mismo por un paro general activo que le pare la mano al gobierno reaccionario de Macri. Esto, en la perspectiva de poner en pie una alternativa política independiente y de izquierda, para que la crisis la paguen los capitalistas.

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