Si no hubiera asesinatos y torturas de por medio, podríamos decir que la causa Papel Prensa se transformó en un final de una novela satírica.

Por resolución del juzgado deldoctor Julián Ercolini, dictada el 16 de diciembre de 2016,no hubo delito en la compra de Papel Prensa por el grupo Clarín y Cía. Sobreseyeron, de ese modo, a la señora Ernestina Herrera de Noble, a Héctor Magnetto, Bartolomé Mitre, Guillermo Gainza Paz y Raymundo Podestá.

Todo fue una pesadilla inventada. Las torturas, secuestros, amenazas a la familia Graiver, la muerte “dudosa” del principal accionista, fueron fascículos de una novela con final feliz para los responsables de la apropiación de la producción del monopolio del papel.

La resolución judicial llegó a la conclusión de que no se pudo probar nada. No hay pruebas, no hay delito.

Los únicos delincuentes que se consideraron como tales fueron los integrantes de la organización montoneros que extorsionaba a los Graiver, según las conclusiones del magistrado. Claro, a ellos se los puede culpar hasta de absolutamente todo, total, no existen como organización actualmente y cuando los hechos de apropiación de la empresa eran duramente perseguidos y reprimidos con los mismos métodos o peores de los que fueron víctimas los Graiver. Pero, a pesar de eso el juez dictaminó que se daban el lujo de amenazar y extorsionar a poderosos empresarios.

La historia de la compra de Papel Prensa por los grupos monopólicos de los grandes medioses parte de la historia negra, negrísima, de la última dictadura militar. Dictadura militar en la que la complicidad civil no fue un hecho aislado y de un único sector patronal, sino el modusoperandi de la burguesía argentina junto con el gobierno de Videla. Así fue como se inauguró la planta de la empresa en 1977 con la presencia del ex presidente de facto Jorge Rafael Videla, Ernestina Herrera de Noble y Bartolomé Mitre. Posterior a un siniestro operativo, se concreta la venta a Clarín, La Nación, La Razón y el Estado administrado por la dictadura. El operativo mencionado fue la misteriosa muerte en un accidente aéreo de David Graiver (relacionado según fuentes oficiosas a la organización montonera y principal titular de la empresa), la detención de la familia por la policía de la provincia de Buenos Aires, el secuestro y tortura de Lidia Papaleo, viuda de Graiver. Son estos hechos sobre los que la justicia no encontró pruebas. Entonces la venta por migajas a los monopolios que controlan Papel Prensa fue todo legal.

Sentencia 100% mentirosa para favorecer a los grandes CEOs de los medios. ¿Será que este es su gobierno?

Bochornosa sentencia que pone a la orden del día, nuevamente, la necesidad de la lucha estratégica por la investigación de los negociados patronales y la nacionalización con control de sus trabajadores de los medios de comunicación.

 

Ana Vázquez

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