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ATE-SALUD, Prov. de Buenos Aires
El Gobierno profundiza el ataque global a los trabajadores
2017 arrancó y ya está más que claro que el Gobierno se dispone a profundizar el ajuste que está realizando a los sectores populares. En el marco que tuvo y tendrá más subas de tarifas de servicios y transporte público, mayores recortes de personal en el Estado y en el sector privado, y un mayor y más ofensivo intento de establecer una pauta distributiva en detrimento de los trabajadores, más un ataque mayor aún a las condiciones de trabajo. Para los trabajadores de la salud y estatales en general de la Provincia, directamente ya hay una paritaria ridícula del 18% firmada por algunos gremios como UPCN y Salud Pública, que le garantiza a Vidal un aumento a la baja para todo el año que empieza.
Pasado el primer año de Cambiemos en el poder es momento de hacer un repaso de las políticas implementadas por éstos, de la situación de los hospitales y centros periféricos, así como también hacia dónde apuntan las medidas de Vidal y el Ministerio de Salud.
El antes y el después de la salud con la llegada de Vidal
Es cierto que gran parte de la situación presente del sector salud es producto de la gestión anterior. Scioli dejó en estado catastrófico y alarmante a la salud pública. Sólo para dar una idea: 53 de los 77 hospitales terminaron en un estado calamitoso. Problemas graves de infraestructura (22 hospitales con irregularidades producto de falta de agua potable, cloacas tapadas y otros problemas edilicios como filtraciones en los techos. Cuando no falta de suministro eléctrico, gas, etc.), una desastrosa falta de insumos, falta de medicamentos en tiempo y forma y falta de entrega a los pacientes (1.500 denunciaron al Estado por falta de entrega), falta de personal (decreto 03/2012 que congelaba la toma de personal… sí! al igual que Vidal hoy), más de 15.000 trabajadores en negro en toda la provincia, incluyendo hospitales y hasta el propio Ministerio de Salud, deudas a proveedores (2.600 millones a 600 proveedores, lo cual generó que nadie quisiera vender al Estado (aparatología, mantenimiento, remedios) y un largo, largo etcétera. Cualquiera que pise un hospital es testigo de esta realidad.
Como es sabido, Vidal se desgarró las vestiduras en donde pudo más de una vez, denunciando la «pesada herencia» que el kirchnerismo le dejaba. Ciertamente una catástrofe, pero ya una vez en el poder y con un año de mandato en sus espaldas… ¿¿cuáles fueron y qué efecto tuvieron sus políticas orientadas al sector salud?? Bueno, he aquí la perversidad del asunto: ante esta catastrófica «herencia» denunciada, Macri, Vidal y su gabinete de empresarios concretan un descarado y brutal ajuste embellecido con mentiras que, en principio, fue en parte directo y en parte a tientas, pero que ahora, dada la compleja situación económica del país y el mundo, replantean endurecer y profundizar.
Repasemos algunos puntos fuertes del «plan Vidal» en lo que fue 2016. Lo primero son los decretos y proyectos de Vidal para la provincia. Básicamente con el Decreto 230/16 Vidal envistió de facultades extraordinarias a sus funcionarios para no sólo despedir, trasladar y recortar personal, sino además congelar pases a planta permanente y/o prescindir de agentes hasta en áreas críticas.
Otras dos iniciativas coronaron la ofensiva de Cambiemos, una del Poder Ejecutivo (que Provincia emula) denominado de “Emergencia Administrativa y Tecnológica”, que permite lisa y llanamente la flexibilización y la precarización laboral en el Estado, más de lo que ya está. Permite que se pasen por alto controles al sector privado que vaya a hacer negocios con el Estado, lo que impacta en las condiciones de trabajo y atención a la comunidad. Permite, pasando por alto la propia ley 10.430, libre paso para la desprotección (aún mayor), precariedad e inestabilidad de los contratados (becados) sin miras de continuar en sus puestos (más de 45.000 quedaron afuera y se anunciaron más despidos para este año).
La segunda iniciativa, de alto impacto también, y de la mano de Vidal, se llamó “Plan Estratégico de Modernización de la Administración Pública de la Provincia”, y va en total consonancia con la anterior. Establece conceptos como la gestión por resultados, administración de personal, gestión de calidad, la economía pura y dura, y racionalidades administrativas, entre otros aspectos, que se aplican en el sector privado. Para dar un ejemplo de qué sería este viraje de conceptos: en la salud privada no sólo cada trabajador, sino que cada paciente es, literalmente, una bolsa de plata. El patrón o dueño aplica los principios de la ganancia en su máxima expresión como si de cualquier fábrica se tratase, restando el lado humano obvio de un servicio de salud. Estos conceptos son los que el Gobierno quiere implementar en la salud pública (en educación también tuvimos “tentativas y resultados” nefastos de este plan).
La salud pública de la provincia en el ajuste de Vidal y Macri
Bien, ¿con qué nos fuimos encontrando hasta ahora según las medidas de Vidal? Para empezar. los trabajadores, frente a la ola de aumentos, percibimos aumentos muy por debajo de la inflación anual (alrededor del 28% en varias partes, contra el 40% respectivamente). A fin de año un bono del 10% del básico de Diciembre 2015. La parte de los gremios la vemos más adelante. Segundo, la situación de los becados, que si bien en salud no hubo grandes cantidades de despidos sino casos puntuales (Htal. Mercante José C Paz 20 despidos reincorporados de limpieza, por ejemplo), sí continúan al día de hoy en una total incertidumbre en tanto su continuidad. Tercero, el ingreso de empresas privadas para cuidadores, limpieza y cocina, entre otros. Iniciativa impulsada sobre la mentira de que no hay otra solución, cuando el problema es solucionable tomando personal en vez de pagar (cuando dicen que no hay plata) a empresas que negrean (literal) a pobres compañeros con jornadas larguísimas, nula preparación e inexistente material y ropa de trabajo, como ya se ha visto en algunos hospitales. Cuarto, recortar hasta la comida para los trabajadores y los pacientes, no sólo en comedores barriales y hogares, sino también en hospitales. Quinto, firmar pases a planta permanente en diciembre pasado para becados con mayor antigüedad y por abajo filtrarlos, frenarlos y cajonearlos, cuando es urgente que den nombramientos, ya que muchos compañeros se están jubilando y el trabajo se multiplica. Sexto, atacar las licencias por enfermedad. Cada trabajador que se enferme y falte debe ir él mismo hasta la Casa de la Provincia, mientras esté enfermo y dar testimonio de que se enfermó. Ni hablar de la falta médicos de guardia, enfermeros y personal técnico, de la falta de infraestructura para contener la inmensa y creciente cantidad de pacientes, la precarización de los residentes, la continua negativa a destinar plata para los hospitales y por supuesto la persecución y el castigo a quienes buscan organizarse contra el ajuste (reciente anuncio de descuento a quienes hagan paro. En el Eva Perón de San Martín pidieron nombres y apellidos de quienes hiciesen paro o medidas similares).
Esos, entre otros tantos, son las iniciativas de Vidal. No es otra cosa que la profundización del desguace a fondo de la salud pública, como parte de un proyecto nacional de ataque global a las condiciones de vida de los trabajadores y demás sectores populares.
La Verde de ATE se prepara otra vez… para hacer que lucha
2016 se cerró con amargas noticias para los trabajadores. ¿Qué pasó entonces con ATE, el gremio estatal más grande de la provincia? ¿Luchó? ¿No luchó? ¿Luchó a medias? Si… y no. Ciertamente hizo paros, hizo movilizaciones, hizo jornadas de lucha, rechazó aumentos, etc. Pero no, no alcanzó, y fue debido a varias cosas. La más importante fue que cada medida que la Verde impulsó, paradójicamente terminó por desinflar, agotar y desmoralizar a cada compañero que durante el 2016 quiso pelear contra el Gobierno. Todos los paros fueron aislados y sin continuidad, todas las jornadas de lucha fueron saboteadas por las propias seccionales, todos los recursos judiciales conseguidos (“triunfazo” dijo Isasi por cada uno) Vidal los desconoció uno por uno e hizo lo que quiso mientras ATE respetaba “los tiempos legales” y cosas por el estilo. Todos los aumentos rechazados no fueron más que otra cosa para posar de combativos. ¿Casualidad? Jamás.
¿Y el 2017? Bueno, parece que la Verde no piensa cambiar su metodología. Hace una semana la CDP (Comisión Directiva Provincial de ATE) impuso una medida “descolgada” desde arriba sin consultar a la base, ni con un verdadero plan de lucha con paros progresivos ni movilizaciones masivas, ni una fuerte campaña informativa con asambleas, volantes y carteles para toda la comunidad, como es costumbre.
Ante este panorama de descarada inacción por parte de la Verde, desde la Lista Gris Carlos Fuentealba-Salud decimos que ATE no debería perder más tiempo, poniéndose a la cabeza con una campaña para informar a cada trabajador de la situación que se avecina, de cómo se prepara Macri y Vidal para recrudecer el ajuste y cómo profundizarán el mismo en la salud pública. Haciendo asambleas en cada sector y turno para organizar a los compañeros que repudian el ataque. Sólo así lograremos preparar una serie de paros y movilizaciones en los que participen las bases y no sean sólo el aparato gremial dando lástima.