Un nuevo escándalo envuelve a Macri. Si bien ya nos tiene acostumbrados a tomar todos los días alguna medida que afecta a los trabajadores, y por ende, favorece a los patrones; o a tomarse vacaciones cada 20 días mientras quita feriados y arenga por la productividad; o a soltar impunemente frases del tipo «los ciudadanos de 1816 seguro tuvieron miedo y angustia», «te la debo, no estoy en tema» o «si están en sus casas en remera y patas, están consumiendo energía de más»; lo que vamos a comentar constituye una burla suprema: Macri le condonó una deuda de $70.000.000.000 (sí, no sobra ningún cero: setenta mil millones de pesos) a Correo Argentino, concesionada por Sociedad Macri (SocMa), encabezada por Franco Macri. O sea, Macri se perdonó, en nombre del Estado, una deuda a sí mismo y a los suyos.
La historia es la siguiente: en 1997 Menem le entrega el correo a SocMa, en una de las últimas privatizaciones de la década. Por la concesión del mismo, debía abonar semestralmente un canon de $51,6 millones. La cosa es que muy prontamente, SocMa dejó de pagar ese canon, tomó deuda para pagar retiros voluntarios y echó a casi 11.000 (sí, no sobra ningún cero) empleados.
En septiembre del 2001, la empresa pide un preventivo de crisis. En el 2003 debía $1.000 millones al Estado en concepto de canon, créditos del Banco Nación y contribuciones patronales a la AFIP por un poco más de la mitad del monto total. Unos meses después, la justicia comercial declara la quiebra de Correo Argentino e impide la salida del país de los directivos de la misma.
El expediente durmió en Tribunales largos años, hasta que en mayo del año pasado, a iniciativa del propio Estado, hubo una audiencia entre las partes donde empezó a consumarse este fraude escandaloso: el Estado acepta la propuesta de una quita del 98,82% de la deuda, y el módico 1,18% a pagar en cómodas cuotas hasta el 2033.
Según la Dirección General de Asesoramiento Económico y Financiero en las Investigaciones (DAFI) de la Procuración General de la Nación, el monto inicial de la deuda de Correo Argentino SA es de 296 millones de pesos/dólares (debido a que fue contraída durante la Convertibilidad. Al aplicarse una tasa de interés vigente a septiembre de 2001 (1,46%) desde ese momento hasta 2017, el monto de la quita ascendería a $4.656 millones de pesos. Y si se aplica esa tasa de interés hasta el final del plan de pago (2033), la quita llegaría a $70.164 millones de pesos. Con el acuerdo alcanzado, en monto total a abonar será de $1.436 millones de pesos.
La estafa saltó por la aires porque la fiscal general ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, Gabriela Boquín, pidió rechazar la propuesta por considerarla “abusiva” y que «implica un perjuicio fiscal y perjudica el patrimonio del Estado Nacional». Además, cuestionó que el funcionario que estuvo al frente de la negociación, Juan Carlos Mocoroa, Director de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Comunicación, no tiene potestad para suscribir un acuerdo semejante, y mandó a investigar si se trata de una decisión propia de éste, o si actuó bajo las órdenes de un superior.
Esta operación no merece siquiera ser llamada con el tibio rótulo de “conflicto de intereses” entre la función pública y la vida privada. Es, más bien, un robo descarado a todos los argentinos.
Una fortuna construida al calor del Estado
La familia Macri es una de las más ricas del país. Pero el origen de su fortuna no se debe siquiera a los dotes de un capitalista laborioso, productivo e inversor, dispuesto a afrontar riesgos, sino a una estrecha vinculación con el Estado, que lo constituye en una de las estrella de la “patria contratista”, y lo vincula estrechamente con la última dictadura militar. Por si queda alguna duda: en 1976, el grupo contaba con 7 empresas. En 1983, con 46. En el trascurso de ese tiempo fue favorecido con la licitación de obras como la represa Yaciretá, la construcción del puente Misiones-Encarnación, la central termoeléctrica de Río Tercero y la recolección de residuos de la Ciudad de Buenos Aires, entre otras.
Como si esto fuera poco, el grupo económico fue uno de los más favorecidos con la estatización de las deudas privadas en 1982, por orden del director del Banco Central, Domingo Cavallo. Se trató de una inmensa estafa por el monto de 14.000 millones de dólares que abarcó cientos de empresas. Se estima que SocMa transfirió 170 millones de dólares.
Durante los 90, la revista Forbes estimó que el patrimonio de Franco Macri llegó a ser de unos 1.500 millones de dólares. Durante esta década se expandió en la distribución de GNC, la generación y transmisión de energía, la recolección de residuos, y se convirtió en el mayor concesionario de rutas por peaje de la Argentina.
El último escándalo del clan, son los Panama Papers. Esto no terminó de conformarse en un problema mayúsculo, tan sólo porque los medios de comunicación hacen lo imposible por no dañar la imagen del Presidente.
Con este breve racconto, queremos demostrar que si hay algo de lo que no podemos acusar a los Macri es de incoherencia: por el contrario, son todos unos ladrones, del primero al último.
En fin, Franco debería sentirse orgulloso de Mauricio.
Maxi Tasán