“Hay mucha preocupación en las automotrices por la conflictividad laboral. No por lo que esté sucediendo concretamente en el sector, sino por el clima enrarecido a nivel país. Temen que la escalada de protestas, a medida que se acerquen las elecciones, termine afectando a las terminales y a los autopartistas.” (Horacio Alonso, “A Rodar”, ámbito.com, 14/02/17)

Las suspensiones se han vuelto una noticia cotidiana en las automotrices. Desde el año pasado, a las malas noticias que venían desde córdoba (FIAT, Iveco, Volkswagen y Renault) se le sumó la eliminación del turno noche en VW; el “rebalanceo” en Ford que dejó cerca de 150 puestos de trabajo menos; y el 2017 no arrancó mejor… 600 nuevas suspensiones en VW Pacheco y 350 en GM. Es que la gran estrategia del SMATA para enfrentar los despidos… es firmar suspensiones. Que al mismo tiempo son discriminatorias, no rotativas. El ya conocido mecanismo de dejarte afuera y presionar para que agarres la guita y te vayas.

La novedad del momento es que en GM los trabajadores se organizaron para enfrentarlas. A nadie se le escapa que las suspensiones son despidos, son puestos de trabajo que se perdieron –más allá de que algún compañero aisladamente vuelva a ingresar-, el grueso se ve obligado a arreglar o resignarse a que lo echen. En GM, los trabajadores en asamblea convocada por delegados independientes votaron masivamente rechazar el acuerdo firmado entre el SMATA y la empresa.

El gremio mira con mucha preocupación lo que está pasando en Rosario y, temiendo que algo similar suceda en VW, convocó para este jueves 15 a todos los suspendidos a una reunión con Manrique –el histórico número 2 del gremio- en el predio sindical de José C. Paz. Según ha trascendido la jugada de la Verde es intentar contener cualquier acción de los compañeros renegociando las condiciones de la suspensiones con la empresa. Si bien lo único que firmaron los compañeros fueron las suspensiones por 30 días –renovables-, se hablaba de un monto salarial de un 75% que, sacando los descuentos de la hora comedor, viáticos, y plus nocturno, conformaría un 55% en mano. Ahora, la gran propuesta de la Verde para contener cualquier expresión de lucha sería un 80% no remunerativo. Mañana se verá.

En concreto los trabajadores tenemos que tomar conciencia que cualquier tipo de organización y medida que se tome de manera independiente, por fuera del control de la Verde, nos pone en mejores condiciones para lograr que los compañeros reingresen.

Estamos viviendo tiempos difíciles y justamente es tiempo de despertarnos, de organizarnos por abajo, de defender lo que nos pertenece, nuestro trabajo, nuestro salario y los convenios colectivos. Solo podemos derrotar esta ofensiva del gobierno y las patronales con organización y lucha.

CORRESPONSAL

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