Compartir el post "De la “madre de todas las bombas”… a la flota que nunca existió"
En los últimos días, el imperialismo yanqui, por intermedio de su presidente, Donald Trump, no ha cesado de dar al mundo golpes mediáticos… por medio de operaciones militares reales o falsas.
Estos trucos pueden ser divertidos en una superproducción (clase B) de Hollywood o en los shows que Trump organizaba en Las Vegas, antes de llegar a la presidencia. Pero en una situación geopolítica mundial cada vez más tensa, esas acciones pueden llegar a tener consecuencias incalculables. Es que, además, la mayoría de ellas no suelen ser un montaje, sino que corre sangre de verdad… no la que se utiliza en el cine o el teatro.
La “madre de todas las bombas”… ¿contra quién y para qué?
En los últimos días, el primero de estos “golpes mediáticos” regados con sangre fue en Afganistán, en la provincia de Nangarhar. Allí la aviación de EEUU arrojó la “madre de todas las bombas”, presumiblemente el artefacto explosivo no-nuclear más poderoso. Oficialmente, se la llama MOAB (Massive Ordnance Air Blast). Pero, aprovechando sus siglas oficiales, se la ha rebautizado como “Mother Of All Bombs” (Madre de todas las bombas”). Esto provocó de inmediato un comentario sarcástico-machista de Putin, que advirtió al mundo que Rusia tiene una mucho más grande, a la que llamó “Padre de Todas las Bombas”.
La cosa no es para tomarla a risa. La versión oficial, dada por los títeres de EEUU que gobiernan en Kabul, es que la MOAB mató a unas decenas de combatientes del Daesh (Estado Islámico) en Afganistán, escondidos en cuevas. Hay que aclarar que el grupo del Estado Islámico en ese país, es de reciente fundación. Asimismo, está duramente enfrentado con el tradicional Talibán, que parece venir fortaleciéndose cada vez más… mientras mantiene interminables negociaciones con gobierno de Kabul… en las que también participa China.
Lo que ni el “gobierno” afgano, ni EEUU, ni los medios occidentales se molestan en informar es cuántas bajas “colaterales” hubo. Es decir, cuántos centenares o miles de civiles resultaron muertos o heridos.
Es que la zona bombardeada es una de las más apartadas y pobres de Afganistán, pero no es un desierto. Está sembrada de multitud de aldeas y viviendas de campesinos. Es imposible que no haya dañado a nadie una bomba que explota en el aire, pulveriza todo en un radio de dos millas y tiene graves efectos mucho más allá.
Esto lo denuncian los exiliados afganos o los visitantes extranjeros que conocen la región. Uno de esos exiliados en el mismo EEUU clama porque “el mundo no puede ver la carnicería de civiles, de inocentes afganos-pashtunes, que fueron vaporizados o despedazados en minúsculas piezas por la monstruosa bomba ordenada por Trump y arrojada por sus militares. Ellos quieren masacrar a los aldeanos pashtunes, atrapados en medio de la guerra entre la CIA y los mercenarios de ISIS por el control del tráfico de heroína en la región…” (Abdul Kadir Mohmand, «The U.S. has dropped its largest bomb in Achin District”, Veterans Today, April 14, 2017).
Que el narcotráfico de drogas derivadas de la amapola es uno de los principales negocios en Afganistán después de ser “liberado” por EEUU en el 2001, es algo sabido por todo el mundo… Afganistán “libre” es el gran productor y exportador mundial de heroína, negocio en el que participan sus emprendedores ocupantes…
Sin embargo, los motivos para el criminal bombazo de Trump son más globales. Son semejantes a los del asaltante que, para intimidar, tira un tiro al aire.
EEUU enfrenta, en primer lugar, una confrontación geopolítica donde está cuestionado su rol de superpotencia y de amo indiscutido del mundo. Esto abarca desde la presencia de otras potencias como China, en primer lugar, y también Rusia, hasta su incapacidad para dictar su salida a conflictos como el de Siria. La consigna con que Trump ganó la presidencia “Make America Great Again” (Hagamos a norteAmérica grande otra vez) no es aplicable con buenos modales. El bombazo de Afganistán es ante todo una intimidación mundial.
Pero también apunta al “frente interno”. Con el “bombazo” de Afganistán (y el anterior bombardeo en Siria) Trump habría reforzado o recuperado el apoyo de sectores patrioteros que lo habían votado y comenzaban a perder sus esperanzas… Según Euronews, el apoyo a Trump luego del bombazo subió de un decaído 35% a un 51%.
La gran flota que navega hacia Corea del Norte para enfrentar a Kim Jong-un
El otro acontecimiento –el enfrentamiento a Corea del Norte en curso– es de contenido mucho más peligroso mundialmente… pero ha tenido un extraño comienzo.
Desde la semana pasada, el mundo comenzó a preocuparse cada vez más ante el anuncio de que una enorme flota estadounidense, encabezada por el portaaviones nuclear Carl Vinson, navegaba hacia Corea del Norte. Según palabras textuales de Trump a Fox News: “estamos enviando toda una flota” para “dar una poderosa señal”… A partir de allí, el presidente, el secretario de Estado y otros altos funcionarios pasaron varios días jactándose de cómo esa flota iba a poner en caja a Kim Jong-un.
Con el precedente de la “Madre de todas las bombas” utilizada en Afganistán y el anterior bombardeo en Siria, fueron en aumento las tensiones y preocupaciones en esa región y en todo el mundo. Es que no se trata de los indefensos campesinos pashtunes, a quienes Trump puede masacrar impunemente. Fue creciendo el fundado temor de que Trump intentase un “golpe militar preventivo” contra una Corea del Norte que posee misiles de cierto alcance y un arsenal nuclear…
Finalmente, el martes se supo la verdad, publicada en el New York Times y otros medios. Todo era una fábula. La gran flota no existía y el portaaviones Carl Vinson, acompañado de dos pequeños buques, había marchado siempre en sentido contrario, alejándose de Corea hacia el océano Índico.…
Esto desató una crisis en la Marina y el Pentágono, cuyos mandos estaban al tanto… pero se les ordenó callarse la boca… hasta que finalmente dejaron trascender la noticia… y el globo de Trump se desinfló…
El episodio volvió a abrir los interrogantes sobre Trump y su peculiar administración. Es que un bluff de ese tipo puede ser eficaz en el póker, pero es muy peligroso en materia geopolítica y militar, sobre todo con un gobierno como el de Corea del Norte, que no le va a la zaga en materia de excentricidades. Una de las opciones de Pionyang podría haber sido adelantarse al arribo de la “poderosa flota”, con alguna acción militar.
Lo peor es que ahora, al levantarse el telón, Trump y Estados Unidos han quedado algo en ridículo.
El matón de Washington y su nuevo amigo de Pekín
En artículos sobre Trump publicados la semana pasada, se señalaba que había sido “puesto en su lugar” por lo que en EEUU se denomina el “Deep State”, el “Estado profundo”, es decir una “domesticación” y encuadramiento por el establishment político-militar estadounidense que se mantiene y prolonga más allá de las rotaciones de gobiernos demócratas o republicanos.
Pero también se advertía que “los signos de interrogación sobre Trump no han desparecido en su totalidad”. Ahora, a luz de los acontecimientos de esta semana, hay que alertar que muy probablemente la inestabilidad, sorpresas y volteretas continúen. Es decir, Trump podría seguir aportando una cuota de “imprevisibilidad”, de virajes bruscos…
Ahora el matón de la Casa Blanca aparece más “encuadrado” que al inicio, cuando proponía la alianza con la Rusia de Putin, menospreciaba a la OTAN y la Unión Europea y sobre todo se enfrentaba a China por devaluar su moneda y hacer con eso “competencia desleal” a EEUU.
Ahora, ha perdonado públicamente a China… aunque EEUU sigue teniendo con ella una balanza comercial abrumadoramente desfavorable. Un buen motivo es que la necesita de su lado para poner en vereda a Corea del Norte… Pero no está claro en qué medida el gobierno de Pekín está dispuesto a satisfacer a Trump.
El gobierno chino no tiene, visiblemente, gran amor por Kim Jong-un, que no está bajo su control. Pero, al mismo tiempo, después de muchas ambigüedades, la respuesta “extraoficial” que puede leerse en el Diario del Pueblo de Pekín (18/04/2017), no es precisamente lo que Trump reclamaba… y esperaba:
“Existe la posibilidad –dice el Diario del Pueblo, aunque poco deseable, que EE.UU responda a la República Popular Democrática de Corea por sus pruebas nucleares y de misiles con un ataque preventivo… No hay garantía, sin embargo, que este ataque sería lo suficientemente preciso para acabar con todas las instalaciones nucleares de la RPDC…
“Si eso sucede, Corea del Norte no esperará y disparará sus misiles desplegados a lo largo de la Línea de Demarcación Militar del paralelo 38 hacia Corea del Sur. No existe un sistema de defensa, ni siquiera el THAAD de Estados Unidos, que sea capaz de proteger a Corea del Sur de una lluvia de proyectiles. Además, los misiles de Pyongyang podrían alcanzar Japón.
“[…] Las conversaciones son la única forma de resolver el problema. ¿Pero cómo se puede convencer a EEUU para que mantenga conversaciones con la RPDC? Después de haber disparado 59 misiles Tomahawk en Siria el 6 de abril, el gobierno de Trump parece ansioso por usar la fuerza para mostrar su determinación política. […] Washington ha rechazado todas las propuestas de Pyongyang de establecer conversaciones bilaterales.
“Pero el tiempo se agota. El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, dijo en su discurso de fin de año que su país estaba cerca de probar un misil balístico intercontinental que podría alcanzar Estados Unidos… […]
“¿Pero, por qué Corea del Norte quiere desarrollar armas nucleares? La respuesta simple es: para su supervivencia. Su temor es un ataque preventivo por parte de EEUU para derrocar al régimen. A menos que sean atacados, no hay razón para que la RPDC lance un ataque suicida…
Por lo tanto, el primer paso hacia la desnuclearización de la península coreana es reducir la importancia de las armas nucleares para la RPDC. Para que eso suceda, EEUU necesita convencer a Kim Jong-un de que no tiene planes de lanzar un ataque […].
“Si Estados Unidos puede llegar a acuerdos con Cuba e Irán, ¿por qué no puede hacerlo con Corea del Norte? Un diálogo, ya sea formal o informal, ya sea bilateral entre Estados Unidos y la RPDC o multilateral entre todos los interesados, como sugiere Beijing, parece ser mejor opción a que Corea del Norte posea estos misiles que podrían alcanzar territorio estadounidense.”
Estos amables “consejos” a Trump del flamante “amigo” de Pekín, no son seguramente lo que esperaba escuchar. Es que China, al mismo tiempo, saca sus cuentas. Si permite y/o ayuda a que Trump someta a Corea del Norte, ¿quién le garantiza que el siguiente paso de Washington no será intentar el desalojo de China de las islas desde las que controla sus mares territoriales… o desafíos aun peores?
¡Ya el “bondadoso” Obama apuntaba en ese sentido, montando provocación tras provocación en los mares de China! ¿El matón Donald Trump va a ser más respetuoso?
Elías Saadi